Usa un champú y un acondicionador especiales: cuando pruebas los champús de la peluquería nunca quieres volver a los del supermercado. Así como para cuidar tu piel usas productos con nutrientes y fórmulas que ayudan a mantenerla sana hidratada, lo mismo debes hacer con tu pelo. Busca que tu champú y acondicionador sean libres de sulfatos y parabenos y que su fórmula sea especial para tus necesidades (pelo seco, procesado, teñido, rizado, etc). Es importante que ambos productos sean de la misma línea y que no mezcles marcas o fórmulas, ya que esto en lugar de ayudarte, puede resultar contraproducente y maltratar tu cabello. Algunas de las marcas que te recomendamos son Daviness, Kerastasé, Living Proof y Aveda.

 

 

Aplica aceite de medios a puntas: para que el pelo tenga brillo y luzca sano, necesita recibir una cantidad adecuada de hidratación. Además del champú, usar un aceite especial te dará brillo y te ayudará a proteger tu melena. Uno de nuestros  favoritos es el tratamiento clásico de Moroccan Oil.

 

 

Usa un tratamiento especial para las puntas: las puntas son la parte del pelo que más tiende a resecarse y maltratarse, por lo que para mantenerlas sanas necesitas un tratamiento especial para ellas. Te recomendamos el fresh cut end mender de Living Proof. 

 

 

Duerme con una trenza: dormir con el pelo trenzado te ayudará a protegerlo y evitar que se rompa con el roce de la almohada y está comprobado que además te ayudará a que crezca más rápido.

 

Usa siempre un protector de calor: las herramientas de calor como planchas y rizadores son muy abrasivos para el pelo. Si no puedes vivir sin ellas, aplica siempre un protector de calor antes de peinarte. El Wizard multipurpose primer, de Amika, es una maravilla que además ayuda a que se seque más rápido.

 

Aplica una mascarilla o tratamiento una vez a la semana: dale un boost de nutrientes a tu pelo aplicando una mascarilla durante 20 minutos una vez por semana.

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