En la última ceremonia de los premios Oscar celebrada la madrugada del pasado lunes hubo una tendencia que se impuso a todas las demás: el no llevar sujetador; el look braless (como cualquier tendencia que se precie, también se conoce por su denominación inglesa), una moda que las celebrities llevan adoptando desde hace mucho tiempo, desde que con sus vestidos y escotes de infarto el sujetador, sencillamente, sobra.

Olivia Wilde, de Valentino, optó por un escote no compatible con ningún sujetador en los Oscar. © Getty Images
Olivia Wilde, de Valentino, optó por un escote no compatible con ningún sujetador en los Oscar. © Getty Images

Más allá de los Oscar, Kendall Jenner, Rita Ora, Miley Cyrus o Miranda Kerr se han dejado ver en múltiples ocasiones sin sujetador, bien porque el vestido que llevaban obligara a ello o por simple decisión personal. Las razones para desprenderse del mismo son variadas, e incluso llegan a contradecirse, pues hay conjuntos, como bien sabe Rihanna, en los que feminidad y sensualidad se disparan precisamente ante la ausencia de sujetador y la insinuación de los pechos; mientras que no faltan quienes salen sin sujetador precisamente para enfrentarse a las connotaciones machistas y encorsetadas del sujetador, así como para protestar con tabúes como el que generó el movimiento #FreeTheNipple contra la censura de los pezones en Instagram, liderado, entre otras, por Rumer Willis, la hija mayor de Bruce Willis y Demi Moore.

“El sujetador no es imprescindible hoy en día. De hecho, hay culturas que no lo llevan. Ni si quiera en todos los países europeos se usa del mismo modo que en España”, explica el doctor Julio Millán, jefe del Servicio de Cirugía estética de la Clínica Ruber de Madrid. Para el experto, la gran ventaja de esta prenda es que “puede ayudar a levantar un pecho caído o a dar más apariencia de volumen”, aunque reconoce la comodidad de no llevarlo, al ser una pieza que oprime el pecho.

Rihanna, sin sujetador ni nada que se le parezca, en los premios CFDA en 2014. © Getty Images
Rihanna, sin sujetador ni nada que se le parezca, en los premios CFDA en 2014. © Getty Images

En busca de la invisibilidad.

Detractores y amantes del sujetador han utilizado argumentos poco convincentes para cargar de razones sin peso científico una cuestión que, en el fondo, no es sino una decisión estética personal. Así, igual que no hay estudios que determinen una relación directa entre cualquier tipo de enfermedad cutánea y su uso; tampoco los hay que demuestren una mejora o contención de la pérdida de firmeza. “El sujetador se limita, como su nombre indica, a sujetar el pecho. No evita la caída del mismo, que se debe fundamentalmente al tipo de glándula y de piel que se tenga. Una piel muy fina sin tejido celular subcutáneo y una glándula mamaria grasa es una combinación explosiva para que un pecho pierda su firmeza, independientemente del sujetador. Por el contrario una piel con tejido celular subcutáneo suficiente y una glándula mamaria de consistencia glandular, durará en el tiempo muchos mas años como un pecho firme, se use o no esta prenda”, explica el doctor Millán.

Detractores y amantes del sujetador han utilizado argumentos poco convincentes para cargar de razones sin peso científico una cuestión que en el fondo no es sino una decisión estética personal.

La solución podría estar en la medianía, es decir, en un ‘sí pero no’ del sujetador. O lo que es lo mismo: el modelo invisible. “Tener como fondo de armario sujetadores que no marquen, transparentes o adecuados para múltiples escotes es imprescindible”, explican desde Women’secret. La firma española, además, cuenta con copas adhesivas de silicona, pezoneras o tirantes invisibles para quienes prefieran ir sin sujetador.

El secreto está en la confección. “Se usa una microfibra muy fina, que es la que permite que casi se torne invisible en contacto con el cuerpo”, prosiguen desde Women’secret. No es la única fórmula. “Una de las más empleadas es la técnica de tejidos con textura adhesiva y transparente, como se puede ver en los tirantes o en las alas de algunos modelos de sujetador. Otra, el uso de tirantes multi posiciones, que se adaptan a cada tipo de escote para que no se vean”, añaden desde Oysho.

Las firmas apuestan cada vez más por ofrecer sujetadores invisibles bajo un amplio espectro de vestidos. En la imagen, modelo sin foam ni tirantes, de Oysho. © Oysho
Las firmas apuestan cada vez más por ofrecer sujetadores invisibles bajo un amplio espectro de vestidos. En la imagen, modelo sin foam ni tirantes, de Oysho. © Oysho

Fitness y dormir, otros dos aliados.

El fitness puede ayudar a que los pechos luzcan mejor si no queremos usar sujetador. “Trabajar los pectorales puede evitar en cierto modo su caída”, apunta Juan Ruiz, entrenador personal de diferentes deportistas y actores de nuestro país. “Lo mejor es realizar varios ejercicios de press en diferentes ángulos. Con el respaldo a 45º, por ejemplo, trabajaremos más la parte superior del músculo. Conforme vayamos disminuyendo el ángulo hasta estar horizontales, lo haremos más en la zona media. Eso sí, debemos trabajar en todos y no centrarnos solo en uno de ellos”, explica. Para el experto, el sujetador deportivo es imprescindible al hacer running o ejercicios de salto.

El sujetador deportivo es imprescindible para practicar running o saltos. En la imagen, una propuesta de Women'secret. © Women'secret
El sujetador deportivo es imprescindible para practicar running o saltos. En la imagen, una propuesta de Women’secret. © Women’secret

Además del sujetador invisible y el del entrenamiento, surge una tercera vía para quienes prefieran alternar las ventajas de lucir look con y sin sujetador: el modelo nocturno. Piezas como La Decollette ayudan a evitar las arrugas interpectorales al mantener separados y quietos los pechos durante las horas de sueño (50 €). Más avanzado, el Pillow Bra no los separa, sino que rellena con una almohadilla el espacio entre senos para conseguir el mismo efecto de un modo más cómodo (desde 57 €).

Los pechos operados, precisamente por la naturaleza en sí de la cirugía, tienen más posibilidades de mostrarse firmes sin necesidad de sujetador. Los que no han pasado por quirófano, ya hemos visto que no será por falta de trucos. Con o sin sostén, la elección se limita, por tanto, a los gustos de cada una.

Y, además, las actrices apuestan por no llevar sujetador en los Oscar:

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