Todos te suenan pero ahora toca dar un paso más allá y profundizar en la lección: qué son, para qué sirven y en qué se diferencian unos de otros. Y es que lo que viene a continuación es un listado de los ingredientes más utilizados en el mundo de la cosmética debido a los efectos positivos que tienen sobre la piel. Es el abecé de los que son o pueden llegar a ser los grandes aliados de la belleza: pueden utilizarse por separado o juntos en formulaciones que parecen sacadas de un libro de pociones que ni el mismísimo Harry Potter. Pero no estamos ante magia, sino ante ciencia. Ahora la pregunta es, ¿qué es lo que tu piel necesita?

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Esa es la primera pregunta que debes saber contestar. © Andoni & Arantxa

Con la ‘A’. Ácidos

Los ácidos cosméticos pueden aplicarse directamente sobre la piel o formar parte de una fórmula concreta, pero en ambos casos refuerzan la capacidad de regeneración de la epidermis, en parte gracias a la acción exfoliante que suele ir asociada a la mayoría de ellos. Pero dependiendo del tipo de ácido que utilicemos, nos puede aportar muchas otras ventajas: antioxidantes, hidratación, anti-manchas…

  • Ácido hialurónico: la hidratación que todas las pieles necesitan

Se encuentra en nuestro cuerpo de forma natural, pero a medida que cumplimos años, va desapareciendo, lo que se traduce en pérdida de volumen y firmeza. Es uno de los ingredientes más usados en cualquier crema o sérum ya que es capaz de atraer y retener agua, algo fundamental para mantener una piel joven y bonita. Eso sí, no tiene el efecto peeling que tienen sí que tienen otros ácidos.

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Porque la piel joven y bonita no es eterna… © Mondadori Photo
  • Ácido salicílico: contra el exceso de grasa

Perfecto si tienes acné, este ácido penetra en los poros, los limpia y regula el exceso de grasa. También tiene acción antiinflamatoria, antiséptica y antibacteriana, con lo que es perfecto para acabar con los molestos granitos y espinillas. Su capacidad para limpiar los poros es lo que evita que se acumulen las pieles muertas y el exceso de grasa que puede obstruirlos. Eso sí, puede ser bastante irritante el altas concentraciones, pero en esos casos su uso suele ser bajo supervisión médica.

  • Ácido glicólico: el mejor peeling

Elimina las capas externas de la piel y por ello suele utilizarse en los tratamientos despigmentantes y antiarrugas. También estimula la producción de colágeno, potenciando la firmeza de la piel. El enrojecimiento leve puede ser el mayor inconveniente de este ácido, aunque su aparición depende de la concentración en la que se encuentre, que va desde un 4% a un 20% en los cosméticos que podemos adquirir.

Con la ‘E’. Emolientes: la hidratación a buen recaudo

Los emolientes se encargan de mantener la piel hidratada, sellando la humedad y evitando que se evapore creando una barrera de protección de la hidratación. Además tienen la capacidad de atraer la humedad. Son perfectos para cualquier tipo de piel, pero las pieles secas los agradecen especialmente.

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‘¿Emo-qué?’ Emolientes Cookie, emolientes…

Con la ‘G’. Glicerina: contra la deshidratación

Es el humectante perfecto. ¿Y esto que quiere decir? Pues que atrae la humedad, lo que resulta perfecto para evitar que la piel se deshidrate, manteniendo sana la barrera protectora de la piel. También está presente en muchos jabones, para conseguir una limpieza suave.

Con la ‘P’. Péptidos: tono y textura perfectos

Los péptidos son pequeñas cadenas de aminoácidos que forman proteínas entre las que se encuentran la queratina, la elastina o el colágeno, las tres responsables del tono y la textura de la piel. En cosmética se utilizan para reforzar estas proteínas, rejuveneciéndolas y manteniéndolas en forma para que sigan trabajando contra el envejecimiento, suavizando las arrugas y reparando la barrera de protección de la piel.

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Tener tono de piel uniforme reduce la sensación de envejecimiento. © Mondadori Photo

Con la ‘R’. Retinol

Este derivado de la vitamina A se produce de forma natural, pero aún así es uno de los ingredientes cosméticos más demandados del mercado gracias a su eficacia. Mejora la comunicación entre las células potenciando el proceso de renovación celular y fomenta la producción de colágeno, dos factores clave en la lucha contra el envejecimiento.

Con la ‘V’. Vitamina C: el multiusos de la piel

Cuanto mayor sea su concentración, mayor será su poder exfoliante, pero no se queda ahí. La vitamina C funciona como un potente antioxidante y estimula la renovación celular, potenciando la luminosidad de la piel. Además, si se utiliza combinada con minerales como el zinc, es perfecta para las pieles acnéicas ya que ayuda a regular el exceso de sebo.

Estas son las mejores cremas según el ingrediente que necesites. Decide cuál de todos está pidiendo a gritos tu piel y hazte con la crema perfecta.

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