Para torpes de la cosmética, he aquí un listado de cuidados que, usados en el orden correcto, ponen tu piel a punto ordenando tus costumbres. Traza tu plan de belleza, capa a capa, paso a paso.

Si preguntamos a los expertos, todos parecen de acuerdo. En belleza, el orden de los factores sí altera el producto. Porque difícilmente tu piel puede absorber un suero si ya has aplicado la crema o poco puede hacer el filtro solar si no lo pones lo último de todo. Felicidad Carrera, experta esteticista, nos propone este protocolo diario. Del primero al séptimo cosmético. Toma nota:

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Miranda Kerr, una modelo adicta a la cosmética © Instagram

1. DESMAQUILLANTE
Aunque no te hayas pintado, es interesante que cada día, por la noche (o nada más levantarte de la cama si te portaste mal la noche anterior y te acostaste maquillada), limpies la piel dos veces: «Primero, con un producto oleoso -en formato aceite, leche o crema- para eliminar la suciedad que es liposoluble», explica Felicidad Carrera; es decir, restos de grasa y maquillaje. Este desmaquillante se retira con algodón o tisú.

2. LIMPIADORA
Después, «conviene siempre una segunda limpieza con un producto jabonoso -pastilla, espuma, gel- que se aclare con agua, para eliminar los restos de polución y las células  muertas», continúa Felicidad.

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3. TÓNICO

El tercer paso de la limpieza, o el primero del tratamiento, como prefieras, es la loción tónica. Normalmente, lo elegimos de la misma línea que la limpiadora, ya que como su función es devolver a la piel su estado normal (el ph equilibrado) tras la acción de las sustancias detergentes, no tiene sentido limpiar la piel con un gel de propiedades hidratantes y después aplicar un tónico astringente. «Se usa con las yemas de los dedos, por rostro y cuello», apunta la esteticista. ¿Creías que se daba con algodón? Te equivocaste.


4. SERUM O AMPOLLA
Sueros, ampollas o concentrados especiales, se aplican por todo el rostro antes de la crema (salvo que en el envase se especifique lo contrario) y suele sortear la zona del contorno de ojos. También tiene su propio protocolo: «Se extiende con pases alisantes y sin masajear, ya que al tener una textura ligera se absorben rápidamente», apunta la esteticista.

5. CREMA HIDRATANTE
Es el producto del que ninguna mujer prescinde. Se usa una distinta para el día (ideal si contiene antioxidantes y SPF alto) y de noche (con propiedades correctoras y reparadoras): «La crema se extiende mediante un breve masaje del centro del rostro hacia los laterales, haciendo círculos ascendentes para activar la microcirculación y la penetración del producto», insiste Felicidad.

© Marquez
© Marquez

6. CREMA PARA EL CONTORNO DE OJOS
Como el área alrededor de los ojos es más delicada que el resto de la cara y su piel es más fina, recurrimos a un producto específico que actúe sobre patas de gallo, flacidez, bolsas y ojeras pero sin dañar la zona ni provocar alergias. El llamado ‘contorno de ojos’ tiene su propio ritual. Lo primero, no hace falta más que la cantidad equivalente a un grano de arroz; segundo, no debe usarse por la noche por dos motivos: con el lagrimeo nocturno puede meterse dentro del ojo y en ocasiones produce hinchazón y bolsas.

La forma de aplicar es sencilla: a suaves golpecitos en la zona bajo el ojo donde toques hueso. Si quieres, puedes poner un poco en el párpado, pero no demasiado cerca de las pestañas.

7. FILTRO SOLAR
Aunque sea el último paso, puede que sea el más importante. No hay tratamiento que cuide mejor la piel que el que la protege eficazmente de lo que más le envejece: las agresiones medioambientales. Si quieres conservar la piel joven, nunca prescindas de él: «El protector solar debe usarse en verano y también en invierno. Como está pensado para actuar en superficie, no hay que masajearlo durante su aplicación, sólo aplicarlo con pases alisantes cubriendo bien toda la superficie cutánea, incluidas las orejas», concluye la experta.

Un octavo paso, opcional aunque recomendable, es la base de maquillaje: «Es más importante de lo que pensamos, ya que protege la piel de las agresiones externas como si fuera un velo», añade Felicidad.

© Cordon Press
© Cordon Press

SUMA Y SIGUE
Aunque este tratamiento de siete pasos es el básico para tener la piel a punto, puede añadirse una exfoliación y una mascarilla a la semana para un chute de mimos que nunca viene mal. El exfoliante, ya sabes, sirve para eliminar células muertas, limpiar la piel en profundidad y conseguir que los activos de sueros y cremas se absorban mejor.

Mascarillas hay de todo tipo: purificantes para pieles grasas y con tendencia a puntos negros, hidratantes para pieles secas, iluminadoras para pieles tristes, regeneradoras para pieles castigadas. Se aplican, actúan durante 15 minutos y, o bien se aclaran, o bien se retiran los restos con un pañuelo.

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Exfoliante Pure Cleansing de Juvena, de textura polvo, elimina todas las células muertas logrando un efecto lifting de la piel. 42€. / Mascarilla repulpante Dragon’s Blood Plumping Mask de Nip+Fab. Aporta hidratación en profundidad gracias a la combinación de sus ácidos salicílico e hialurónico. 14,95€. / Mascarilla Visible Difference Peel&Reveal Revitalizing de Elizabeth Arden. Retexturiza y revitaliza la piel porque exfolia y suaviza. 29,50€.


¡ATENCIÓN, DUDA! ¿Los productos deben ser todos de la misma marca o pueden ser de diferentes?

«El tratamiento que utilicemos, a no ser que un profesional nos indique lo contrario, debe contener la mayoría de los productos de una línea de la misma firma. Esto es porque tienen en común muchos de sus principios activos y excipientes y si usamos productos de varias firmas mezclamos demasiados componentes en cada aplicación» (Felicidad Carrera, de felicidadcarrera.com).