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Pocas cosas nos gustan más que Alexa Chung. Es la br(it) girl por excelencia, abanderada total del ‘estás perfecta y parece que no has hecho nada’ y reina de estilo allá donde va. Puede que, por eso, motivo de nuestra idolatría total y absoluta por ella, tendamos a pensar que esde esas mujeres que utiliza 5 de cada 7 días que tiene la semana para ponerse perfecta… pero no. Resulta que es tan mortal como nosotras (así que, un mini punto más para ella).

No hay milagros que valgan: también tiene la piel seca, su pelo también se ensucia y, a veces, se le va la mano con el eyeliner como a toda hija de vecina. Aquí estos y otros secretos de belleza que ha desvelado en exclusiva al blog Into the gloss:

1. Base de maquillaje DIY
Empezó a llevar maquillaje cada día cuando los paparazzis se interesaron por ella y empezaron a hacerle fotos a la salida de su casa (¿hay algo mejor que un look de calle de esta chica?).A raiz de esto, tuvo que buscar el maquillaje con el que se sintiera más cómoda… ¡y acabó haciéndolo ella misma! ¿Qué hace? Mezcla en su mano, con los dedos, YSL Le Tient touché Éclat Illuminating Foundation con un poco de Laura Mercier Illuminating Tinted Moisturizer y se lo lleva directo a la cara. Para corregir imperfecciones, utiliza Laura Mercier Secret Camouflahe (porque «hay que tapar esa mierda», literalmente) y termina con un toque de Chanel Sublimage Cream en las mejillas para darle un toquecito de glow, tan necesario siempre.

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2. Hay que saber elegir
O labios u ojos (ley que todas deberíamos aprender, en plan, ya mismo), que si no el drama puede ser grande (y las comparaciones, en fin, odiosas). Cuando se lanza a los labios, le gusta mucho Rio Rio de Topshop o Chanel Rouge Allure Incandescente 97; cuando se decanta por los ojos, prefiere darles rock’n’ roll y dejar los labios con un sencilo tono melocotón.

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3. El eyeliner, una pasión
«Diría que lo llevo el 90% del tiempo», confiesa Chung, hasta el punto en que le han llegado a preguntar si lo llevaba tatuado y todo. Se lo hace a ella misma con bastante habilidad pero, como nos pasa a todas, a veces se va de las manos: «por la noche experimento con líneas más gruesas. Pero si la lías tienes que dejarte llevar». ¡Qué remedio…!

Porque ¿qué hay peor que no conseguir igualar las líneas de ambos ojos, seguir aumentando cada una, y acabar con una línea del tamaño de nuestro párpado? No digáis ahora que vosotras eso no lo sufrís… Mentiríais.

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4. Su pelo es más bien graso
Se lava el pelo todos los días. Todos-y-cada-uno. Porque su pelo es muy graso y ahí no hay nada más que hacer (aunque debería aprender que es mejor dejarle un reposito día sí, día no). Además, necesita cambiar de champú frecuentemente «para que [el pelo] no se acostumbre» y, además, solo puede echarse suavizante en la apuntas porque si no su flequillo puede salir peor parado que pasado por una freidora llena de aceite. (No nos va la exageración, esto es solo pasajero).

5. ¿Secador? ¡No, gracias!
«Me pongo el pelo detrás de las orejas y espero a que se seque [solo]». Y encima tiene la rematada suerte de que, aún así, le quede molón. ¿Verdad que el mundo es injusto a veces?

Cuando tienes bien el pelo es como: 'sí, ¡hoy me como el mundo!'
Cuando tienes bien el pelo es como: ‘sí, ¡hoy me como el mundo!’

6. A la caza de los cosméticos… de los hoteles
Porque los roba todos. Y lo hace cada uno de los días de su estancia para que le repongan, uno a uno, el arsenal. Aunque, claro: «A veces no los reponen – ya saben mi juego», confiesa.

<<Una vez, en el Ritz de París cogí todo el set de baño. Fue como: ‘Me llevo el albornoz, la alfombrilla, un par de estas toallas rosas…’ todo>>

7. Las comparativas con su piel seca
«Es como si un papel de lijar y un cactus hubieran tenido sexo y dieran como resultado mi cara». Una siempre bonita forma de referirse a uno mismo, claro que sí. «Así que cada vez que alguien dice ‘¡odio los productos aceitosos porque me salen granos!’, yo digo ‘dame un tanque de aceite para que pueda hundir mi cabeza dentro, por favor'».

"Seeeeeee... ¿por qué no?"
«Seeeeeee… ¿por qué no?»

8. Abracadabra (perfume de cabra)
Como suena: a Alexa le gusta decir conjuros antes de echarse el perfume, y escribe en los botecitos ‘poción mágica’ par sentirse así, mágica, cuando se los echa. ¿Veis? Es taaaaaaaaan cursi como nosotras.

9. No le gusta que le digan que está guapa
Porque prefieren que le digan que parece muy lista. ¡Otro mini punto para ella!

© Instagram
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10. Le pirra la ropa de ballet
Lo que lees. Cuando era modelo probaba con yoga y natación, pero dejó de hacerlo hasta que, al cumplir los 30, decidió volver a ponerse en marcha y eligió el ballet porque le gustaban las figuras de las bailarinas y la ropa que se usa para practicarlo. ¡Así es ella!

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