ACTUALIZADO 25/09/2015

Que las modelos que no cumplen con el canon de belleza son el mayor reclamo de los grandes diseñadores no es (a estas alturas) nada raro. Buscan, más que una cara bonita, rasgos especiales a los que sacar partido, después de tantos años de belleza clásica, casi de porcelana, sobre las pasarelas.

La última en corroborarlo ha sido Miuccia Prada y su elección para abrir su último show en Milán. La afortunada fue Mayka Merino, una modelo española (¡jerezana!) con boca grande y orejas saltonas que recuerda a la ya afamada Molly Blair. La italiana la quiso en exclusiva y, como buena signora de la moda, la tuvo: Mayka en Milán fue solo suya. Unos días antes, la maniquí se estrenaba en Londres de la mano de J.W. Anderson y ahora, según cuentan desde Traffic Models a S Moda, está «volando a París» donde le esperan otros tantos shows… El éxito ya está asegurado.

© Mondadori Photo / Instagram
© Mondadori Photo / Instagram

EL 7 DE OCTUBRE DE 2014 LEÍSTE…

Puede que sea un mero reclamo. Una tendencia. Una extravagancia más de este loco mundo de la moda. Siéndolo o no, aceptamos barco… porque nos gusta que estas nuevas modelos representen la belleza con un toque de imperfección. De sus cuerpos no hablamos, ya que para trabajar en pasarela no hay más remedio, salvo honrosas excepciones, que ser de una determinada altura con unas proporciones también estipuladas.

Hablo de sus rostros, de sus rasgos. Se acabó la nariz pequeña y recta, la piel sin mácula, los dientes alineados, las cejas depiladas y femeninas, las orejas pegaditas a la cabeza.

Molly Bair, una belleza con orejas de soplillo.
Molly Bair, una belleza con orejas de soplillo. © Mondadori Photo

La modelo muñequita está demodé. Siguen existiendo bellezas de desmayo, tanto en lo alto de la pasarela como en los editoriales de las revistas y en publicidad. Sin embargo, parecen despuntar algunas maniquíes a las que más de un booker avispado hubiera dicho aquello que en su día escuchó Cindy Crawford de «con ese lunar ahí no llegarás lejos».

La diastema de Lindsey Wixon inauguró una moda estética.
La diastema de Lindsey Wixon inauguró una moda estética. © Mondadori Photo

Son caras con personalidad. En ocasiones, con un punto alien, reminiscencias de elfo, carillas de pez o rasgos caballunos… y, sin embargo, guapas. Vienen a romper los estereotipos de la belleza clásica, la tiranía del atractivo Barbie.

A veces, la rara es la sexy... como Kelly Mittendorf.
A veces, la rara es la sexy… como Kelly Mittendorf. © Mondadori Photo

Porque tampoco son tías buenas. Quizá no les convenga. Muchos desfiles exigen un acting con gesto asustado, cara un poco de desprecio… De ese modo, algunas de estas nuevas modelos pueden presumir de sus rasgos menos ortodoxos.

Julia Nobis, su nariz es su punto fuerte.
Julia Nobis, su nariz es su punto fuerte. © Mondadori Photo

De todas las modelos que hoy están de moda y en otra época hubieran sido rechazadas salvo paso previo por el cirujano, el oculista o el ortodoncista tenemos algunas favoritas:

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