Ya sabemos que el tabaco es malo. Desde el paquete te lo aclaran: MATA. Lo que no sabemos es hasta qué punto es absolutamente verdad verdadera. Cuenta el Dr. Javier Galiana, especialista en tabaquismo y miembro de la plataforma TopDoctors.es®, empresa líder en la identificación de doctores de primer nivel que es así de grave. O más.

“Fumar mata a más personas que el consumo de alcohol, otras drogas, homicidios, suicidios, accidentes de tráfico y el SIDA. La OMS prevé que para el año 2030 la cifra de víctimas mortales anuales a consecuencia del tabaco puede ascender a 10 millones de personas, es decir 1⁄4 parte de la población de nuestro país”, alerta.

Si dejar de fumar es uno de tus propósitos de Año Nuevo y todavía te falta un empujoncito, algo que te preocupe más que la propia muerte, atenta a lo que verías frente al espejo si apartaras de tu vida el tabaco forever and ever.

Fotograma de la película 'The Edge of Love'.
Fotograma de la película ‘The Edge of Love’.

PARA EMPEZAR, RECUPERARÁS TU PELAZO

Las sustancias nocivas del tabaco alteran los mecanismos implicados en la producción de estrógenos y propician el envejecimiento prematuro de la piel. Pero no solo eso. “El tabaco afecta también al cabello. Se trata de un hecho científico y no una creencia popular”, asegura el Dr. Germán Delgado de Svenson. Este daño se manifiesta con pérdida de vitalidad del cabello, mayor sequedad de la cutícula y, en general, mayor fragilidad de la fibra capilar.

El tabaco contiene nicotina, una sustancia con efecto vasoconstrictor, así como radicales libres y sustancias tóxicas, como benzopirena o hidrocarburo aromático policíclico, que se forman en el proceso de combustión del tabaco. “Todas estas sustancias”, comenta el Dr. Delgado, “afectan fundamentalmente a la circulación más fina, lo que puede producir un efecto indirecto sobre el crecimiento capilar por disminución del aporte sanguíneo folicular”. Todo junto puede favorecer o aumentar la calvicie en aquellas personas con tendencia”, asegura.

Dejar de fumar y de repente esta melena.
Dejar de fumar y de repente esta melena.

Fumar disminuye el aporte de oxígeno a los tejidos al desplazarlo de los glóbulos rojos por otro compuesto: la carboxihemoglobina. “Por lo tanto, el tabaco produce una disminución de los niveles de vitamina A, favoreciendo la atrofia dérmica, el acortamiento del lecho capilar, y alterando la cantidad y calidad de colágeno y elastina», puntualiza el Dr. Delgado.

A nivel externo, también afecta. «El humo del tabaco amarillea la hebra capilar», añade el Dr. Delgado.

© Mondadori Photo
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ADEMÁS, TU SONRISA SERÁ MÁS BONITA

Al menos, con menos arrugas y los dientes más blancos. «La nicotina y el alquitrán, que se disuelven en la saliva, penetran en el interior del diente hasta llegar incluso a la dentina. Así, las piezas dentales adquieren un color pardo amarronado, que puede llegar a ser negro, y son más propensas a la aparición de sarro, aumentando el riesgo de gingivitis, periodontitis o piorrea, en los casos más severos», aseguran los expertos de Vitaldent.

Recupera tu sonrisa.
Recupera tu sonrisa.

Por otra parte, la nicotina tiene un efecto vasoconstrictor de la microcirculación gingival y reduce el aporte de oxígeno y nutrientes a la encía, por lo que el tejido de sujeción del diente disminuye.

¿Todo esto no te convence? Ahí va la bomba: el tabaco afecta al torrente sanguíneo que llega a tu piel, favoreciendo la visibilidad de la celulitis. ¡Toma!

© Gettyimages
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POR ÚLTIMO, TU PIEL SE VERÁ MÁS LISA Y LUMINOSA

«Durante la combustión del tabaco, o sea, al encender el cigarro, se produce monóxido de carbono (1-3% en el cigarrillo) que, al unirse a la hemoglobina, desplaza al oxígeno formando carboxihemoglobina, disminuyendo el aporte de oxígeno a los tejidos. Por su parte, la nicotina produce vasoconstricción de los vasos sanguíneos de la dermis, como resultado disminuye la oxigenación celular y con ello el envejecimiento de la piel se acelera», explica la experta en tratamientos estéticos Felicidad Carrera.

Fumar un solo cigarro produce vasoconstricción de los vasos sanguíneos cutáneos durante 90 min. De este modo, una persona que fuma un paquete diario mantiene su piel hipóxica (con falta de oxígeno) durante casi todo el día, sus células no reciben el oxígeno necesario para el metabolismo y se deterioran.

El tabaco también disminuye los niveles de vitamina A, produce cambios en la cantidad y calidad del colágeno y elastina, atrofia dérmica y disminución de fibroblastos. Esta elastosis de los fumadores se inicia en la dermis media o profunda por los radicales libres que llegan a la piel por vía sanguínea.

Las personas fumadoras que tienen la piel normal o seca suelen presentar falta de luminosidad, piel grisácea, fina con falta de densidad, mate y con arrugas prematuras. En personas fumadoras que tienen la piel grasa/ mixta, suelen aparecer poros dilatados y obstruidos, porque las partículas de alquitrán que lleva el humo del tabaco se depositan en los poros, suelen tener puntos negros porque, el contacto de la grasa de la piel con los agentes oxidantes del humo, da lugar a la oxidación de los lípidos y formación de comedones. También sufren falta de elasticidad y descolgamiento prematuro.

Por otro lado, las arrugas faciales son más frecuentes en fumadores y se incrementan en relación con el número de paquetes fumados. La piel del contorno de ojos presentará también arrugas prematuras, pues es más fina y acusa más los efectos perjudiciales de los radicales libres. El contorno de labios presentará, con el tiempo, líneas verticales -conocidas como código de barras- debido a la contracción del músculo orbicular de la boca que tiene forma de elipse.

¿Qué, te hemos convencido?
¿Qué?, ¿te hemos convencido?

A los tres meses de dejarlo se empieza a recuperar el color de la piel, lo hace de forma progresiva, primero desaparece el tono gris o cetrino hasta que aparece una piel sana, rosada y luminosa. Los poros se liberan porque ya no están en contacto con la suciedad del humo ni con su acción oxidante de la grasa. La piel aparece cada día más limpia y los poros más cerrados.