Moda
Corría 1996 cuando un grupo de cinco chicas escupía al mundo su primer single. Una canción muy pegadiza que titularon Wannabe y que llegaría a ser uno de los himnos de los noventa. Ellas, sí, las Spice Girls, se convirtieron casi inmediatamente en iconos de estilo y referentes de una época en la que todo lo que molaba pasaba por el forro de la carpeta. Sus marcados looks, sus contoneos y sus elecciones de belleza pasaron a ser tendencia universal al ritmo al que cantaban “If you wanna be my lover”.
Los labios marrones, las cejas extra contorneadas y delgadas en extremo, las mechas, el pelo frito… No inventaron nada, pero se limitaron a adoptar y expandir las corrientes en belleza de una época que ahora vuelve a estar en pleno apogeo.
Por suerte para nuestras pobres cejas, a la depilación extrema no se la espera de vuelta (al menos no de momento), pero el labial marrón ya se está instalando de nuevo en el tocador.
Y entonces nos llevamos las manos a la cabeza porque sabemos lo mal que han envejecido aquellas fotos de nuestra tierna adolescencia ¡suerte que Zuckerberg no inventara Facebook hasta unos años más tarde! en las que abusábamos del marrón, en muchos casos el primer pintalabios que entraba en nuestro neceser.
Por suerte ahora somos más sabias y hemos aprendido que el tono chocolate puede ser uno de los colores más favorecedores, que es imprescindible una buena exfoliación previa del labio y que sienta bien a cualquier matiz de piel… Siempre que se de con la tonalidad adecuada.
Como norma general, piensa que los labiales con bases amarillas sentarán mejor a las pieles cálidas mientras que los tonos construidos sobre azulados, compenetrarán bien las pieles más frías. ¿Que a qué nos referimos? Exactamente a esto, ¿aprecias la diferencia?
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