Keira Knightley se ha metido con la monarquía, o bueno, al menos eso es lo que dicen. En un ensayo que la actriz escribió para el nuevo libro, Feminists Don’t Wear Pink (and other lies), sus palabras fueron sacadas de contexto. El escándalo que ahora resulta ser una ofensa para la duquesa de Cambridge, en realidad habla sobre lo poco tolerantes que somos entre las mujeres.

Las palabras de Knightley describen su experiencia durante el parto que, coincidentemente, fue un día antes de que Kate Middleton diera la bienvenida a la princesa Charlotte. En el ensayo, la protagonista de Colette usa frases como “Recuerdo la mierda, el vomito, la sangre, las puntadas. Recuerdo mi campo de batalla. Tu campo de batalla y la vida palpitando. Sobreviviendo. ¿Y yo soy el sexo débil? ¿Tú eres?”.

Sin embargo, la actriz hace una ligera comparación sobre su situación y la de la duquesa: “Nos paramos y vemos la televisión. Ella [Kate Middleton] salió del hospital siete horas después [de su parto] con cara maquillada y tacones. La cara que el mundo quiere ver. Esconde. Esconde nuestro sufrimiento, nuestros cuerpos divididos, tus senos goteando, nuestra hormonas furiosas. Luce hermosa. Luce con estilo, no muestres tu campo de batalla, Kate. Siete hora después de que peleaste entre la vida y la muerte, siete horas después de que tu cuerpo se abre y la vida sale gritando. No muestres. No digas. Párate ahí con tu hija y deja que te fotografíen un grupo de fotógrafos hombres”.

Aunque la serie de palabras quizá contraste ambos papeles, Keira no es fanática de ventilar su vida privada ante el mundo mediático, la realidad es que la crítica va dirigida hacia la expectativa de la monarquía. ¿Por qué una mujer debe mostrarse ante el mundo, como si nada hubiera pasado, después de un parto? Knightley no solo defiende la feminidad de Kate Middleton, sino que cuestiona las expectativas de un papel que cada vez se vuelve más efímero. Sí, la monarquía sigue siendo motor para muchos, pero en el siglo XXI modernizar las tradiciones y dejar de pensar en la mujer como objeto es mucho más relevante que presentar a tu hijo o hija antes “sociedad”.

Fotos: Getty Images