Bueno, Harry Harry no, pero Daniel Radcliffe, su ‘yo’ en la vida real resulta ser un genio de las bases rítmicas y los trabalenguas. Vaya, que rapea, que entre sus pasatiempos favoritos desde que era un chavalín (o sea, desde que empezó Harry Potter) está el aprenderse letras complicadas. En plan reto, a lo loco. Así lo ha confesado en su última entrevista para el lateshow americano de Jimmy Fallon, especialista en sacar a la luz los mayores guilty pleasures de sus invitados y demostrarlos en vivo y en directo delante de una cámara.

Así, el británico se atrevió con el Alphabet Aerobics de Blackalicious, un enredado de palabras a cien por hora que repasa de pe a pa todo el abecedario. Pero claro, es normal, cuando uno aprende a conjurar (que no conjugar) frases imposibles tipo Wingardium Leviosa o Expectro Patronum, la cosa es mucho más fácil. Alumno aventajado…