«Me insistieron en que ninguna otra actriz había salido del armario. ¡Pero yo no lo había hecho! La cuestión es que nunca estuve dentro», confiesa Amber Heard, dejando patente una vez más que nunca se ha escondido, pese a lo que siempre le han recomendado sus publicistas. En ocasiones ha mantenido relaciones con hombres, en ocasiones con mujeres, pero la intérprete no quiere que nadie le venga a poner una etiqueta.

«No me identifico como nada. Soy una persona, me gusta quien me gusta», responde en una entrevista con la revista Allure, antes de explicarse con un ejemplo: «Hace tiempo estaba con una mujer y un día nos empezaron a hacer fotos saliendo de una cena. Íbamos de la mano y me di cuenta que tenía dos opciones: soltarle la mano y, cuando me preguntaran, responder que mi vida privada era privada; o, podía no soltarle la mano y sentirme orgullosa de quien soy». ¿Adivináis qué escogió?

Y punto. © Getty Images

Lo malo con la industria del cine es que (como cualquier otra, por otra parte) está un pelín obsesionada con conocer los compañeros de cama de las estrellas y la decisión de la actriz de no etiquetarse como heterosexual, bisexual, u homosexual descolocó a muchos y no gustó a otros tantos. Porque el caso es opinar sobre la sexualidad de los demás y todavía hay quien se cree con derecho a pedirle explicaciones sobre su orientación, bajo el pretexto de que ayudaría a normalizar otras opciones más allá de la normativa.

Pero para ellos, Heard (que lo está petando y este fin de semana estrena Liga de la Justicia) también tiene un mensajito: «Todo eso de ser LGTBQ… nos limita demasiado. Antes tenía sentido, servía como paraguas para toda la gente marginada a la que se le negaba sus derechos; pero lo cierto es que hoy está perdiendo eficacia debido a la sutileza de la naturaleza humana. A medida que seguimos educándonos a nosotros mismos y ampliando nuestra visión del mundo, vamos añadiendo letras. En el pasado fue un escudo, pero ahora estamos atrapados en él. Creo que es importante que nos resistamos a las etiquetas, me da igual en cuántas letras añadas a ese término. Al final necesita convertirse en: ‘Todos somos humanos'».

¿Algo más que añadir a las palabras de Amber?

Pues eso.