Moda
Dos fines de semana de celebraciones y cinco vestidos de novia es el saldo del enlace del verano (y quizá del año). Y es que siete días después de su enlace civil en Mónaco, Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo volvieron a la carga con una segunda tanda de celebraciones, esta vez en Italia, en las islas Borromeas propiedad de la familia de la novia.
Para su enlace religioso, Beatrice apostó por un vestido de Armani Privé, firma de la que es embajadora, realizado en exclusiva para ella. Con cuerpo de encaje, cola y velo que nacía de un recogido bajo, el vestido no defraudó y sumó un punto más al armario de sobresaliente que la novia ha preparado con sumo cuidado para sus semanas de bodas.
El ‘sí quiero’ propiamente dicho se lo dieron ante unos pocos invitados, familiares y amigos más allegados, en la isla de San Giovanni. Después, la fiesta continuó por todo lo alto y ante más de 600 personas entre las que se encontraban personaes como Poppy Delevingne, Jessica Hart, Bianca Brandolini, los herederos de Noruega Haakon y Mette-Marit (con su hijo Marius), Lana del Rey (acompañando a su novio e hijo de Franca Sozzani)… La hermana del novio, Carlota Casiraghi, llegó acompañada por su pareja Gad Elameh y se decantó por un vestido de flores de Gucci, firma de la que es imagen. Por su parte la madriana, Carolina de Mónaco, fue la única que lució pamela.
Tras la ceramonia, fiesta y nuevo guardarropa para los novios: un flamante Armani para ella y traje oscuro con pajarita para él:
¿Y el resto de invitados? Hubo de todo, pero la gran mayoría se decantó por no salirse del amplio abanico del hippy chic: Bianca Brandolini, por ejemplo, se atrevió con el blanco y negro con un vestido de cuadros firmado por Dolce&Gabbana, una de sus firmas de cabecera.
El hermano mayor del novio, Andrea Casiraghi, salía hacia la iglesia con su hijo Sasha en brazos. Unos pasos por detrás, con vestido rojo estampado, su mujer Tatiana Santo Domingo:
Lana del Rey, con minivestido estampado, junto a su chico, Francesco Carrozzini y Franca Sozzani (madre de él).
Margherita y Teresa Missoni o Eugenie Niarchos fueron solo algunas de las amigas de ambos lados de la familia que tampoco faltaron al evento:
La noche previa ya habían calentado motores con otra fiesta en Isla Madre. Para esta ocasión Beatrice escogió un vestido de seda bordado de Alberta Ferretti que hasta hace poco estaba a la venta en Net-a-porter por 4.445 euros. Ahora, por supuesto, está agotado. Lo combinó con sandalia plana y un semirecogido rematado con un ramillete de flores.
En el lado opuesto de la balanza, su cuñada Carlota prefirió un vestido de la nueva colección de Zara. Semitransparente y con cuello de pico, estaba a la venta por 39,95 euros pero, por supuesto también, está ya agotado.
Bocetos de tres de los cinco vestidos que ha lucido Beatrice Borromeo durante los dos fines de semana de boda entre Italia y Mónaco:
