Por Mario Suárez / Estilismo David García Miras y Sofía Stein

Decía el poeta griego Hesíodo que “la fama es peligrosa; su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez más pesado el soportarlo y difícil de descargar”. Y esa fama, a veces, hace incluso doblar la espalda y caminar encorvado. Sobre esto sabe mucho la actriz Blanca Suárez (Madrid, 1988), que lleva desde los 20 años siendo foco de la prensa, los flashes y la rumorología. Hoy, con una trayectoria profesional intachable y tras haber trabajado con directores de cine como Pedro Almodóvar o José Corbacho, la intérprete habla serena sobre la fama que le ha llegado impuesta, se resigna ante lo que dicen de ella y, ante todo, deja que las mentiras se escurran tras su espalda. De esto, pero con humor y sátira, habla también su última película, Mi gran noche, dirigida por Álex de la Iglesia, y donde la actriz comparte plano con compañeros como Hugo Silva, Pepón Nieto o el cantante Raphael.

Una sorna sobre lo macabro de la industria de la televisión y la bajeza del ser humano por conseguir ese minuto de fama del que, a veces, la propia Blanca también parece huir en la vida real.

Mirando al futuro, Blanca seduce a la cámara con un total look, de María Escoté; botines con flecos y hebillas, de Rebeca Sanver; pendientes en forma de aro, con baño de oro, de Uno de 50; anillo (mano derecha) en oro blanco y cuarzo rutilado, de Isidoro Hernández, y brazalete bañado en plata vieja, de Mava Haze. © Juan Manuel Macarro
Mirando al futuro, Blanca seduce a la cámara con un total look, de María Escoté; botines con flecos y hebillas, de Rebeca Sanver; pendientes en forma de aro, con baño de oro, de Uno de 50; anillo (mano derecha) en oro blanco y cuarzo rutilado, de Isidoro Hernández, y brazalete bañado en plata vieja, de Mava Haze. © Juan Manuel Macarro

En Mi gran noche se muestran con humor, y hasta el extremo, los codazos y ataques que existen en un campo como la televisión. ¿Tú los has sentido alguna vez de una forma tan directa?

Los codazos y los ataques se dan tanto en la televisión como en el cine. Quien trabaja en este medio sabe que la realidad supera a la ficción, te muevas por donde te muevas, ya sea teatro, cine o televisión. Pero en la película se cuenta con tono de humor.

 

Te vemos en un papel muy histriónico y diferente a lo que estamos acostumbrados. ¿Te apetecía ya cambiar de registro interpretativo?

Creo que es un curro más. Al final, los actores intentamos trabajar y estar en proyectos diferentes, no tendría gracia si hicieran todos los papeles a nuestra medida. Ese es nuestro trabajo como actores. Por suerte, me han ido llegando personajes muy diferentes a lo largo de mi carrera.

 

¿También eres de las que crees que es más difícil hacer reír que llorar al espectador?

Sí, es mucho más difícil. Esta es una película coral, y precisamente por eso trabajar aquí ha sido más fácil, pues todos los actores hemos jugado en la misma línea y no ha habido ninguno que hay ido por un lado distinto a los demás. Desde la primera lectura del guión que tuvimos, sabíamos que íbamos a pasarlo bien y que íbamos a jugar todos a la vez para hacerla divertida. En cierta manera, muchos de nosotros hemos traspasado una línea en esta película que muchos no habíamos cruzado, como es el humor.

“Intento no dar consejos a otras chicas porque no es mi labor: no soy nutricionista ni personal shopper, soy actriz”.

Blanca Suárez con pendiente de perla, de Majórica y pendiente septum para nariz, de Isidoro Hernández; anillo de Tous. © Juan Manuel Macarro
Blanca Suárez con pendiente de perla, de Majórica y pendiente septum para nariz, de Isidoro Hernández; anillo de Tous. © Juan Manuel Macarro

Como muchas de las películas de Álex de la Iglesia, Mi gran noche mantiene al espectador con el corazón acelerado todo el tiempo. ¿El rodaje fue así de estresante?

Sí, piensa que un rodaje no deja de ser un set de trabajo y que, por muy bien que te lo estés pasando, no puedes olvidar que estás trabajando. Tienes tus obligaciones. Aunque también es cierto que los actores no tenemos la responsabilidad que tiene Álex de la Iglesia. Él es el director y está claro que se la juega más que nosotros. Él es quien lo controla todo.

 

Tú interpretas a una figurante de televisión. ¿Has sido tú también extra alguna vez cuando estabas empezando?

Nunca, y no sé si me hubiera gustado. La relación que los actores tenemos con los figurantes es igual que con cualquier miembro del equipo, puramente profesional, aunque al final uno tiene más comunicación con la parte del equipo técnico o artístico que está más cerca de ti, que son con los que tienes más contacto directo. Todas las personas, sean figurantes o actores, cuando pisan el set de rodaje están trabajando, no estamos para hacer amigos. En esta película había una media de cincuenta figurantes cada día, es una burrada de gente, son equipos muy grandes y no tienes que tener relación con todos.

La protagonista de Mi gran noche luce vestido, de Asos; chaqueta de piel, de MM6 Maison Margiela; medias, de Woldford; botines, de Úrsula Mascaró; collares con aplicaciones de perlas  y pinchos, de Majórica; colgante  y cadena con piedra, de Mava Haze,  y pendiente de perla, de Majórica.  © Juan Manuel Macarro
La protagonista de Mi gran noche luce vestido, de Asos; chaqueta de piel, de MM6 Maison Margiela; medias, de Woldford; botines, de Úrsula Mascaró; collares con aplicaciones de perlas y pinchos, de Majórica; colgante y cadena con piedra, de Mava Haze, y pendiente de perla, de Majórica. © Juan Manuel Macarro

Te has sumado al boom de las series de televisión de época, con un papel en Carlos Rey Emperador. ¿En qué medida ayuda el estilismo y la ambientación con este tipo de personajes históricos?

Ayuda mucho, cuando interpretas algún papel de época es muy diferente para el actor. El estilismo es una de las piezas clave para nuestro trabajo: te cambia la expresividad corporal, la forma de andar… Un buen vestuario es una parte fundamental en este tipo de personajes.

 

Sin embargo, no te hemos visto con muchos cambios de look a lo largo de tu carrera, siempre sigues una línea uniforme…

No he tenido cambios radicales de imagen, es cierto. Tan solo una vez por una acción de ayuda a mujeres afectadas por el cáncer de mama me puse el pelo de color rosa, pero fue algo puntual y solidario. Cambiar de imagen a veces da miedo, independientemente de que seas actor o te dediques a otra cosa, aunque al final tienes que aceptar que tu imagen va en función del personaje que estés interpretando en ese momento. Hay que ver para qué proyectos cambias de look radicalmente. Es algo que yo siempre intento estudiar, no voy a cambiar así por que sí…

“Parezco relajada porque en realidad soy así. No estoy obsesionada con mi físico ni quiero estarlo. Quizá es una suerte tener una genética como la mía».

MENTE SANA, CUERPO SANO

La vida de Blanca Suárez cambió tanto en tan poco tiempo que no debió ser fácil asumir que, con 20 años, no solo tenía a parte de la industria cinematográfica detrás de sí, si no también a las firmas de moda y cosmética, y, por supuesto, al público masculino que la deseaba y al público femenino que quería ser como ella. 750.000 seguidores tiene su perfil oficial en la red social Instagram y cerca de 250.000 su cuenta de Twitter. Pero ella postea y cuida sus mensajes con parsimonia, con cautela, siendo consciente de que todo el mundo la observa, aunque a veces se pregunte por qué lo hacen.

¿Tu aspecto de chica tranquila y relajada, también lo trasladas al cuidado de tu físico?

Estoy siempre relajada, soy así… Me cuido según me sale,  no estoy obsesionada con mi físico y tampoco quiero estarlo. Practico poco deporte, siempre dependiendo del nivel de trabajo, de mis vacaciones… Quizá es una suerte tener una genética como la mía. Lo que sí cuido bastante es la alimentación, intento estar pendiente de ella. Pero no me quito cosas a la hora de comer, sino que vigilo que lo que coma sea bueno.

Blanca se atreve con todo,  en la interpretación y a la hora  de posar ante la cámara. Aquí lleva un vestido, de María Escoté  y anillos, ambos de Uno de 50.  © Juan Manuel Macarro
Blanca se atreve con todo, en la interpretación y a la hora de posar ante la cámara. Aquí lleva un vestido, de María Escoté y anillos, ambos de Uno de 50. © Juan Manuel Macarro

¿Practicas alguna disciplina alternativa, como el yoga o la meditación?

La verdad es que me gustan bastante, pero no las practico todos los días. Soy una persona relajada de fábrica, duermo y descanso bien.

 

¿Te dejas aconsejar por los expertos a la hora de vestir para una alfombra roja o para hacer una sesión de fotos? 

¡Siempre! Suelo dejar que me propongan las prendas que tengo que ponerme para una fiesta o un estreno. Me dejo aconsejar pues a veces hay mucha diferencia entre lo que ves en el perchero y cómo te queda cuando te lo pones. Siempre hay que probárselo y después decidir. Aunque soy atrevida, no tengo demasiados problemas con la ropa.

Total look de Versace, y pulseras con detalles de perlas y pinchos, de Majórica. © Juan Manuel Macarro
Total look de Versace, y pulseras con detalles de perlas y pinchos, de Majórica. © Juan Manuel Macarro

¿Cómo llevas esa responsabilidad de ser una actriz tan conocida a la que muchas chicas siguen y quieren parecerse? 

Intento no dar consejos porque no es mi labor, no me dedico a eso, no soy nadie para dar opiniones sobre ciertos temas de salud o vida sana. Ni soy nutricionista, ni entrenadora personal, ni personal shopper… Soy actriz. Hago lo que me a mí me parece, y está en mano de la gente seguirte o no. Yo también me fijo en otras personas a la hora de hacer o seguir ciertas costumbres o hábitos, pero lo hago con medida. Esta responsabilidad se nos pone a las actrices de manera injusta, es algo que no controlas y que te cae encima. El que yo haga algo concreto que me venga bien a mí, no quiere decir que las chicas que me ven o me siguen también lo hagan. No nos puede caer esa responsabilidad. Es mi vida, mi cuerpo, y no soy nadie para dar consejos a los demás.

 

Y también a los personajes conocidos se os adjudica la “obligación” o “responsabilidad” de llevar a cabo acciones solidarias. ¿Colaboras con algunas en concreto?

Sí, colaboro en varias acciones benéficas, pero intento no hacerlo público. Que yo sea actriz no significa que tenga que contar a quién ayudo o a quién no. Lo hago porque lo siento así. Hay temas en los que decides participar porque sabes que tu presencia ayuda a una mayor visibilidad del problema, pero es algo que tenemos que hacer voluntariamente, no se nos tiene que obligar a hacerlo público. Si lo haces público o te manifiestas en un sentido u otro, siempre al final se te va a juzgar, así que es mejor estar callados y hacer lo que tengamos que hacer, pero en el ámbito privado.

Sofisticada y sexy, Blanca lleva un vestido en tweed con aplicaciones, de Alfredo Villalba; braguitas metalizadas con diseño holográfico, de Asos; pendiente en perlas y oro amarillo (izda. de la imagen) y ear cuff con motivos florales en oro y diamantes negros (dcha. de la imagen), ambos  de Isidoro Hernández,  y anillo en plata envejecida y perla, de Mava Haze. © Juan Manuel Macarro
Sofisticada y sexy, Blanca lleva un vestido en tweed con aplicaciones, de Alfredo Villalba; braguitas metalizadas con diseño holográfico, de Asos; pendiente en perlas y oro amarillo (izda. de la imagen) y ear cuff con motivos florales en oro y diamantes negros (dcha. de la imagen), ambos de Isidoro Hernández, y anillo en plata envejecida y perla, de Mava Haze. © Juan Manuel Macarro

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Artículo publicado originalmente en el número noviembre 2015 de Shopping&Style, suplemento de El País.