En el segundo programa de Bailando con las Estrellas, David Bustamante y su pareja (de baile, porque en lo sentimental nadie ha confirmado nada aún), Yana Olina, se movieron a ritmo de Feliz, un tema del propio cantante. Todo iba bien en la coreografía; vuelta por aquí, interacción con el público por allá, pero todo se truncó cuando la bailarina se enredó en unos globos que había en el escenario. ¿Qué pasó entonces? El cántabro, lejos de perder la concentración, desenredó a su compañera y juntos retomaron la pieza como si nada.

¿Un reflejo de la química que existe entre ellos o el resultado de sus arduas jornadas de entrenamiento? Respecto a lo primero, si bien unas fotos algo comprometedoras desataron un sinfín de rumores sobre una posible relación sentimental, lo cierto es que (hasta ahora) nadie se ha pronunciado al respecto. Y cuando se les preguntó a los implicados, ambos fueron tan tajantes como ambiguos en sus respuestas: “Es mi bailarina, es mi compañera”, contestaba David. “Estamos centrados en el trabajo de preparar las primeras coreografías”, toreaba ella.

En cuanto al tema laboral, nos queda claro que la pareja ensaya duramente y que el extriunfito está encantado de tener a Yana como entrenadora, a quien él llama «mi rusa» en redes sociales. ¿Qué nos estás queriendo decir David?

Sea como sea, Bustamante ha dejado claro que el tropiezo ha sido solo una motivación para seguir ensayando… ¿seguirá invirtiendo el mismo tiempo y esfuerzo en esa posible relación?

¿Qué opináis vosotros? ¿Hay algo más que baile entre el cántabro y la rusa? ¿Veis a esta pareja como ganadora del concurso?

Foto: Grosby Group