Afortunado quien, a pesar de tenerla hasta en la sopa, no sepa muy bien quién es esa jovencita de melena negra y lacia y gesto inamovible; esa cuya multimillonaria familia copa titulares, sesiones de fotos y hasta aplicaciones móviles con la única intención de conquistar y gobernar el mundo a golpe de likes en Instagram.

Afortunado usted, señor Calvin Klein, por no tener muy claro qué hace esa chica poniendo cara a las campañas de su firma homónima. Y es que, al parecer, el diseñador ha comentado a los alumnos del Savannah College de Artes y Diseño que no entiende del todo quién es Kendall Jenner ni por qué el equipo que lleva las riendas de las firma que él fundó en 1968 (del que ayer salieron Francisco Costa e Italo Zucchelli) la ha elegido como embajadora global.

Kendall Jenner en la campaña de... ¡anda! ¡De Calvin Klein! © Calvin Klein Jeans
Kendall Jenner en la campaña de… ¡anda! ¡De Calvin Klein! © Calvin Klein Jeans

“La verdad es que no estoy muy familiarizado con ella. Sinceramente. Estoy seguro de que es una joven encantadora, pero no es algo que yo hubiese hecho, ni siquiera a día de hoy. Cuando digo que me gusta Justin Bieber en la campaña de Calvin Klein Underwear, lo digo porque realmente me gusta, no porque tenga millones de seguidores”, comentó Klein haciendo alusión a la obsesión de la moda actual por fichar (y empoderar) solo a los rostros que más tirón tengan en redes sociales. “Ahora, las modelos son pagadas en función del número de seguidores que tengan. Se contratan no porque representen la esencia del diseñador, que es lo que yo he intentado hacer siempre; si no por la cantidad de seguidores que tienen en Internet”.

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«¿Que no sabe quién soy? ¿Cómo que no sabe quién soy? ¡¿QUIÉN NO SABE QUIÉN SOY?!».

Ay, señor Klein, no se preocupe: le entendemos. Entendemos lo que quiere decir y entendemos que, igual que nuestra señora madre, no tenga muy claro por qué narices Kendall Jenner aparece allá donde uno mire. Pero así son y así están los caprichos de la jungla la industria en 2016… y, de momento, parecen imparables.