Ya es oficial: Miley Cyrus y Elsa Pataky van a ser cuñadas (de verdad, con un bodorrio de por medio y esas cosas que se hacen para formalizar una relación). Ha sido la propia cantante de Wrecking Ball la que se ha encargado de confirmar su compromiso con el guapérrimo Liam Hemsworth a su paso por el programa de Ellen Degeneres que se emitirá esta misma noche (aquí tienes el avance).

Como dice la sabiduría popular, «cuando el río suena, agua lleva», y en el caso de los tortolitos el cauce llevaba haciendo ruido varios meses. Concretamente desde el pasado mes de enero, cuando hicieron honor a lo de «donde hubo fuego, quedan cenizas» sí, son fans del refranero español y retomaron su romance. Tras haberse separado en 2013, Miley aparecía por su cuenta de Instagram presumiendo del pedrusco anillo que le había regalado el actor de Los juegos del hambre antes de romper su compromiso. 

anillos-miley1
Que es este: el pedrusco, no el de caramelo. © Instagram @mileycyrus

Pero a lo que vamos y para lo que (seamos sinceros), habéis abierto esta noticia: ¿qué ha hecho Miley esta vez? Pues, como ya decíamos, dar por confirmadas sus intenciones de pasar por el altar a la manera Cyrus. Con toda la naturalidad de la que es capaz de presumir enseña su anillo, pero también confiesa ante los millones de telespectadores los problemitas que tiene con el diamante: no le pega con su vestuario que con mucho amor podríamos definir como ¿vómito de unicornio?

«Evidentemente es una joya de calidad y yo llevo generalmente bisutería barata hecha de ositos de gominola o algodón de azúcar, y la verdad es que no combinan. Así que a veces me lo quito y lo sustituyo por un anillo de un unicornio o de un Looney Tune», explica en el programa. «A él [Liam] siempre le extraña mucho, y le tengo que explicar que no es mi estilo, pero que voy a seguir poniéndomelo por él, porque me quiere», añade la cantante que seguramente hubiera preferido una forma menos convencional de comunicar su compromiso que mediante un diamante del tamaño de una fabe asturiana.

A Miley no le gustan los estereotipos: «No quiero ser un chico. Creo que elegiría ser nada. No me identifico con lo que la gente diría que define a un chico o a una chica y eso es lo que tenía que entender: no odio ser una chica, lo que odio es la caja en la que me meten cuando lo soy», confesaba hace un año a Nylon pero Liam no lo escuchó, porque si no se hubiera ahorrado unos cuantos cientos de miles de dólares.

anillos-miley2
Viendo estas imágenes, cualquiera diría que no están hechos el uno para el otro. © Cordon Press

De cualquier manera, como en Grazia somos así de majas, hemos pensado ofrecerle otros con los que seguro se siente mucho más cómoda: Miley, hermosa, te cambiamos el pedrusco por esta bonita selección que hemos preparado especialmente para ti. Y, si por lo que sea ves que también tienes problemas con Liam, contáctanos, que te lo intercambiamos por algo que tengamos en el cajón (con todo el amor del mundo).

anillos-miley
Anillo piña, de Asos Curve (5,99€); anillo margarita, de Claire’s (2,99€); anillo pompón rosa, de Asos (4,99€); pack de anillos gato, de Claire’s (5,99€).