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David Bustamante acariciaba la mano de Yana Olina mientras Roberto Leal agotaba los segundos de angustia antes de anunciar al ganador de la primera edición de Bailando con las estrellas. Tras escuchar su nombre, y vencer así a Patry Jordán y Manu Sánchez, el cantante y la bailarina se fundieron en un emocionante abrazo seguido de las lágrimas del cántabro; una imagen (propia de cualquier tragicomedia de Hollywood) que remontó a los espectadores 16 años atrás, cuando Bustamante era proclamado tercer finalista de Operación Triunfo.
«Muchísimas gracias a todas las personas que habéis estado ahí siempre durante 17 años, a los que os habéis unido. Gracias a los que habéis hecho posible que un programa blanco, que enseña el arte de bailar llegue hasta el final porque la televisión está pasando por horas muy malas. Gracias por estar ahí siempre y ayudarnos y permitirnos que hagamos un espectáculo en televisión. ¡Gracias!», comentaba el ex de Paula Echevarría tras varios intentos del presentador por captar su atención.
Que sí David, que la pullita a Tele5 está muy bien pero, ¿realmente era necesario agitar el trofeo como si fueses a bautizar a alguien?
«Quiero agradecer al equipo, sobre todo a mi compañero. He podido llegar hasta aquí, junto a él y he disfrutado mucho esta experiencia. Gracias a todos vosotros», añadía Yana, seguido de un «¡Eres la mejor, eres la mejor!» de David Bustamante, rodilla en el suelo, en un gesto que casi le para el corazón a los telespectadores al pensar que se iba a declarar en directo. David, por favor, que no estamos para estos sustos…
El agradecimiento, por otra parte, no era solo hacia el público, sino también al jurado del programa quienes a lo largo de estos meses estuvieron presionando y exprimiendo a los concursantes para lograr que estuviesen a la altura en la final y no dudaron en expresarles su orgullo.
Tras la propuesta freestyle de Yana, Joaquín Cortés les regalaba un conmovedor veredicto (eso sí, esta vez sin indirectas sobre si hay rollito o no entre el cantante y la bailarina): “Yo creo que esta coreografía es el broche de oro ideal. Explicar una historia entre lo bueno y lo malo y acabar en positivo es maravillosa. Lo que me ha gustado es que estamos viendo un espectáculo. Hemos llegado al nivel de espectáculo”.
Desde la redacción de Grazia aprovechamos para felicitar a los ganadores y mostrar nuestra más profunda admiración por ese spagat al cuadrado que se marcó Patry Jordán en la final. Tanto ella como Rubén hicieron un trabajo impecable y emocionaron a Joaquín Cortés (y a todos nosotros, para qué negarlo) con sus actuaciones: “Gran trabajo el que habéis hecho durante estas semanas. Da igual quién gane, lo importante es lo bien que los estáis sintiendo”, comentó el bailaor.
Fotos: Getty Images
