La sutileza de la realeza no tiene parangón. Si bien el pasado mes de abril, la imagen impoluta del saber estar que caracteriza a la casa real española se vio mermada por un vídeo en el que la Reina Letizia y doña Sofía parecían tener una clara diferencia de opiniones en cuanto al posado oficial, tras la tradicional misa de Pascua en la catedral de Palma de Mallorca, la sucesión de apariciones publicas consecutivas que siguieron a dicho suceso, parecen limar las asperezas de aquella imagen (errónea o no) con la que se quedó el público: ¿Había una mala relación entre la reina de España y su suegra?

La primera de esas perspicaces apariciones públicas demostrando que Doña Sofía y su nuera se llevan de maravilla se sucedió poco después del incidente eclesiástico. El rey Felipe VI, acompañado por su madre y su mujer, acudía a ver al hospital a visitar al rey Juan Carlos I tras ser operado. La asturiana, muy sonriente, se bajaba del asiento del copiloto para después abrirle la puerta a su suegra, quien iba en el asiento trasero. Tras el gesto, muy comentado por la opinión pública, los tres posaron muy felices ante las cámaras.

Sin embargo, aún quedaba una duda en el aire: ¿Cómo era la relación de la reina emérita con sus nietas? En una segunda visita a Don Juan Carlos, la infanta Sofía y la princesa Leonor acompañaron a sus padres y a su abuela al hospital. ¿Cuál fue el posado oficial? Los reyes en un segundo plano mientras Doña Sofía se mostraba sonriente cogiendo de la mano a sus nietas.

Unos días después, el 17 de abril, la reina Letizia tenía un guiño, igual de agudo que los anteriores, con su suegra. Aprovechando la cena de gala ofrecida en el Palacio Real en honor del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, Doña Letizia usó por primera vez la tiara Cartier, una de las favoritas de Doña Sofía.

Pero la verdadera prueba de fuego se celebró este sábado. Mientras en Londres el furor de la boda real acaparaba todas las miradas, los royals del resto de Europa ocupaban su día en otros entretenimientos. Ese fue el caso de la familia real española quienes, en vistas de que no fueron requeridos en esta ocasión a la cita con la realeza, organizaron una tarde de teatro (solo para chicas), para ver el musical de Billy Elliot.

Y, aunque Victoria Federica, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar; Paloma Rocasolano, madre de la Reina; e Irene Urdangarín, hija de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín estaban incluidos en el paquete, quedaron en un segundo plano.

La foto oficial de la cita en el Teatro Alcalá la presiden la reina Letizia, su suegra, la infanta Sofía y la princesa Leonor en un duelo de sonrisas que despertaba, una vez más la duda: ¿Real o simulado?

¿Qué opináis vosotros?

Fotos: Grosby Group / Getty Images