Ay, querida. Si es que esto lo tenías que haber aprendido hace unos años, con 17, cuando aún estabas muy ocupada siendo actriz casi de verdad… uno sabe perfectamente que con el ‘Licuar’ del programa de Adobe hay que tener mucho-mucho cuidado. Que lo carga el diablo, hombre, que no es un juguete. Y sí, puedes conseguir rebajar un poquito el muslito por aquí, la papada por allá… pero con mucha atención y contención, amiga, y conociendo la regla básica de primero de Photoshop para dummies: no jugársela si el fondo no es liso.

Pues bien, Lindsay, aventurera ella, se ha lanzado a la piscina y ha subido a su perfil de Instagram una foto posando enfundada en un body negro, como una niña pequeña antes del show de fin de curso de gimnasia rítmica. Todo bien (allá cada uno con las poses en sus fotos) excepto porque, oopsy oopsy, la puerta blanca del fondo se deforma siguiendo la línea de su pierna. ¿Qué curioso, NOOO?

© Instagram
© Instagram

Pues no, de curioso nada, esto son trampas como una casa, y nosotros así no jugamos. Ni corta ni perezosa, Lohan ha cogido la licuadora de su programa de edición y se ha quitado muslo dando forma al culete y dejándolo mejor puesto que el de Gisele Bündchen, sin darse cuenta de que, junto a él, ha arrastrado el fondo de la imagen, una pobre puerta que no tiene culpa de nada pero que delata irremediablemente a la actriz.

Lindsay Lohan photoshop
¿Lo mejor? Lo que escribe junto a la imagen: “Mis pies parecen rojos, JAJAJA, pero tenía que sacarla. Lo único rojo de verdad es mi pelo (besis)”. Pero ¡a ver! mejor no hablemos de cosas reales en la foto, querida, porque entonces vamos a salir ganando por goleada y no queremos hacerte el feo. Pero te vamos a ayudar, mira:

¡¿Algún experto en la sala dispuesto a dar unas lecciones básicas de Photoshop aquí a la amiga?!

© Cordon Press
© Cordon Press