Empezamos con una negación, aunque no queremos ser negativos. No vamos a hablar de las pasarelas de moda que están por llegar. Ni de los modelos que se avecinan en las alfombras rojas de los Goya y los Oscar. Vamos a hablar de una prenda que ha desatado pasiones en las redes sociales y en algunos programas y tertulias televisivas.

Pongan ustedes sonidos de fanfarrias, ¡tarán, tarán!, porque les vamos a presentar al protagonista: un pijama. Pero no es un pijama cualquiera, no. Es el pijama de Belén Esteban. El que pasea como un felino enjaulado por los salones, dormitorios y confesionario de Gran Hermano Vip, el programa que arrasa en audiencia a base de llantos, mocos, basteces, tacos, oscuras tramas de cotilleo, xenofobia, insultos, machismos, chonismos… y todos los ismos que quiera, y que muestra, en muchas ocasiones, el comportamiento más despiadado de una variada fauna humana encantada de conocerse.

Belén Esteban con el pijama que ya ha pasado por las manos de Ana Rosa. De aquí al estrellato.
Belén Esteban con el pijama que ya ha pasado por las manos de Ana Rosa. De aquí al estrellato.

Pero no nos despistemos y centrémonos en lo que estábamos. La llamada Princesa del Pueblo (¡cómo está el linaje!) viste un pijama de estampado animal (dice la ficha en la web donde se vende), lo que se conoce como animal print de toda la vida. El print es violeta y el animal es el siempre elegante leopardo. Vamos, lo más alejado del porte de quien lo porta.

Dice la citada web que se compone de camiseta de manga larga y cuello redondo, con cierre delantero mediante botones. Todo bien cerradito, para que no se vea nada, sin resquicios para la morbosidad y casi antipasiones, toda una declaración de intenciones para dormir sola…  Rematado con un pantalón largo a juego. Claro, no podía ser de otra forma, porque ni Frank de la Jungla, que se sepa, ha visto un leopardo ‘bitono’.

2

El pijama es cien por cien de algodón, como tiene que ser, ya que en la casa de Guadalix de la Sierra hace un frío del carajo. Tanto que en muchas ocasiones a los participantes se les ve con pijamas (hay otros  modelos, pero no tan llamativos como el de la estrella mediática), sudaderas, jerséis, vestidos de noche, en pantuflas, chanclas, con botas o deportivas, y por encima abrigos, plumas, chaquetones… Como se aprecia, un fashionismo demoledor. ¡Cuánto echo de menos a la Brigada Fashion, porque no iba a dejar títere con cabeza!

La llamada Princesa del Pueblo (¡cómo está el linaje!). ©Cordon Press
La llamada Princesa del Pueblo (¡cómo está el linaje!). ©Cordon Press

Pero sigamos elucubrando sobre esta prenda que en rebajas cuesta el módico precio de 18,99 euros (tras el 36 por ciento de descuento) y que en 48 horas lo tiene en su casa y debajo de la almohada, listo para dormir.

¿Se imaginan que trasciende fronteras, que salta el océano y cae en las manos de… por ejemplo, Kim Kardasian? No podía ser otra. Ya lo estoy imaginando en ese cuerpo (o cuerpazo), posando para aquí, para allá; con mirada felina; en la playa, en la nieve o al borde de una piscina marcando culo, le daría igual. Y como se lo ponga KK, acaba siendo prenda trendy, pero trendy de verdad. Enteradas las it girls y supermodelos que pueblan el planeta, irían todas como locas a por el selvático modelo animal print violet: Olivia, Rita, Cara, Paula… ¡todas tigresas moradas! ¡Guaaau!

¿Se imaginan? Porque cosas más raras se han visto…