Moda
¡Boom! Irina Shayk sí que sabe atestar un buen golpe de efecto.
Aunque en nuestra mente estaba hecha para ello, en la vida real no se había estrenado sobre la pasarela de Victoria’s Secret. No hasta esta tarde en París. Y, claro, lo ha hecho por todo lo alto: aprovechando la reunioncita para confirmar su embarazo.
Los rumores sobre si sí lo estaba o no le venían persiguiendo varias semanas, casi las mismas en las que los medios de todo el mundo han estado especulando con la posibilidad de que desfilara, o no, para la firma de lencería.
Finalmente desfiló. Vaya si desfiló. E hizo todas esas cosas que los ángeles de este particular firmamento en el que nadie lleva túnica ni aureola hacen tan bien: lanzó besitos a diestro y siniestro, posó de espaldas, sonrió, posó, volvió a posar… pero también hizo algo que hasta ahora solo había conseguido Alessandra Ambrosio (en 2011): desfilar embarazada.
¿Qué era ese poncho improvisado? ¿Por qué la rusa estaba desfilando escondida bajo un manto de lentejuelas? ¿Se habían vuelto locos los diseñadores del show que más chicha enseña por metro cuadrado? No, simplemente los organizadores estaban intentando esconder lo evidente: el embarazo de la modelo que, según fuentes cercanas está “muy emocionada” y ya en el segundo trimestre de gestación.
La modelo, que lleva que saliendo con Bradley Cooper desde mayo del 2015, no ha dicho esta boca es mía, pero tampoco ha hecho falta. Ya se ha encargado su representante que, al ser preguntado, se ha limitado a responder “sin comentarios”, que en la jerga celebrity quiere decir: “Está más embarazada que Natalie Portaman recogiendo su Oscar”.
Por si no fuera suficiente, han ratificado la noticia desde Gossip Coop, la policía del star system para confirmar o desmentir rumores, E! News y hasta Vogue.
Así que solo queda añadir… ¡felicidades!