Mientras habla, Chris Hemsworth (Melbourne, 1983) juguetea con sus anillos. Son gruesos y plateados, tres en total, y se entretiene cambiándolos de un dedo a otro. “Perdí mi anillo de bodas, así que ahora tengo otro…”, comenta casi avergonzado y, entre risas, recuerda que fue mientras surfeaba, un infortunio que le valió un «¡Qué tonto!» por parte de Elsa Pataky, su mujer desde 2010. Estamos en uno de los salones del Hotel Hyatt en Hamburgo y poco tarda en caérsele uno de los anillos al suelo. “¡Oops!”, exclama apresurándose para recogerlo,  “por suerte, no es el nuevo de bodas”, dice atropellándose con una risa contagiosa, señalando el dedo donde se encuentra la preciada joya, “¡ese no se me va a caer nunca más!”.

Voy a ser realista: es altísimo, de impresionante y tonificada figura; tiene los ojos increíblemente azules. Pero cualquier descripción, por minuciosa que fuera, no le haría justicia a quien hoy se cotiza por todo lo alto en Hollywood. Y, aún así, más que guapo (que, como acabo de demostrar, también), Chris es un tipo afable, cercano y cálido, y que al parecer no tiene ningún problema en ponerse -lo que se sospecha que es su jersey favorito, a pesar de sendos agujeros en las axilas.

© Cordon Press
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Considerado a día de hoy como uno de los hombres más sexys del mundo, Hemsworth se presenta como un tío normal que disfruta de su paternidad (India Rose, de tres años, y los gemelos Sasha y Tristan, de dos), de su vida familiar, de compartir experiencias con los amigos, así como de hacerle bromas a sus hermanos (Liam y Luke). A través de Instagram y Twitter, el mismo Chris se encarga de reforzar esa imagen que tanto hechiza; y, permitidme que os diga, teniéndolo frente a frente ese encanto se multiplica, más aún cuando habla casi sin reservas de su vida personal.

¿Por qué has querido volver a vivir en Australia con tu familia?
Quiero que mis hijos crezcan como yo. En relación a mi trabajo, están sucediendo muchas cosas fantásticas en Los Ángeles, pero también estoy muy a menudo en Londres rodando, así que Elsa y yo nos preguntamos por qué seguir viviendo allí [en Santa Mónica, concretamente], y decidimos mudarnos a Australia [a Byron Bay]. Allí estamos cerca del mar y del campo. Por otra parte, me permite estar alejado de ese mundo en el que se confunde lo que es real y lo que no. Es bueno estar un poco distanciado del centro de los negocios para recordar cada segundo dónde estás… No quiero hablar mal de Hollywood porque es un sitio donde he encontrado muchas oportunidades pero, teniendo niños, para nosotros es mejor vivir en Australia, un sitio que a mi mujer también le encanta.

Además de conducir por la derecha, ¿qué otras cosas se le harán difíciles a Elsa en Australia?
Conduce muy bien allí, ¿eh? Obviamente echa mucho de menos España, a su familia, a sus amigos. Está preocupada de que los niños no hablen todavía español. Aún son muy pequeños, pero cuando le habla a India en español, ella le responde en inglés. Por eso vamos a procurar pasar más tiempo en España. Me gustaría hablar tres o cuatro idiomas más, como ella, que habla cinco lenguas, pero si no aprendes cuando eres joven, es mucho más difícil…

© Instagram @elsapatakyconfidential
© Instagram @elsapatakyconfidential

¿Qué dice tu esposa de las escenas de amor que tienes en las películas y, en particular, en Las Crónicas de Blancanieves – El Cazador y la Reina del Hielo con Jessica Chastain?
No le molesta. Ninguno de los dos queremos que eso nos incomode. Sabemos que, como actores, podemos estar en situaciones raras, y que no las afrontamos de forma natural, pero somos conscientes que es parte del trabajo. Elsa entiende todo eso porque es también actriz. La escena con Jessica en el agua ahora parece pasional, pero no fue nada romántico hacerla con más de 40 personas alrededor, en un estudio en Londres y metidos en un agua gélida [ríe]. Tampoco es pura pasión lo de besar, ya que es una cosa bastante técnica, hasta nos tenemos que poner de acuerdo de qué lado queda mi nariz o la de ella… Honestamente, ¡de romántico no tiene nada!

¿Cómo te tomaste lo de ser considerado el hombre más sexy del mundo? ¿Tus amigos se burlaron de ti?
Es gracioso, y claro que mis amigos se han burlado bastante… Pero es que es algo que no te puedes tomar tan en serio.

Tu esposa debe estar muy orgullosa…
¡Ah, ella sí que lo está! Pero también se ríe mucho de ello.

Chris y Jessica Chastain en plena promoción de su nueva película. © Cordon Press
Chris y Jessica Chastain en plena promoción de su nueva película. © Cordon Press

Afrontando riesgos
“Hola, Cazador. Te he echado de menos”, le dice la malévola Ravenna (Charlize Theron) a Eric (Hemsworth), en Las Crónicas de Blancanieves – El Cazador y la Reina del Hielo. La cinta, también protagonizada por Jessica Chastain y Emily Blunt, viene a ser la precuela de aquella Blancanieves encarnada por Kristen Stweart que tanto dio de qué hablar en 2012…

Hace cuatro años asumiste por primera vez el rol de El Cazador, ¿cómo ha sido este reencuentro?
El trabajo con el mismo personaje ha sido diferente porque queríamos que fuera más humano y que tuviese más sentido del humor. En la primera parte era muy oscuro y pesado y, a pesar de que quedé satisfecho, quería que esta vez fuese más divertido, con más aventuras, y darle más ángulos.

Estás rodeado de mujeres fuertes en esta película, y te has mostrado encantado con el empoderamiento de los personajes femeninos pero, en tu vida, ¿cómo ves el papel de las mujeres en la sociedad?
Fue muy emocionante tener esos tres fuertes roles femeninos en esta película, eso es excepcional. Mi madre me crió con la conciencia de la igualdad en relación a las mujeres. Por fin estamos teniendo una discusión pública sobre la igualdad, los derechos de las mujeres, sobre la libertad sexual, etc., y eso me parece fantástico.

Charlize Theron y Chris Hemsworth en las presentaciones de Blancanieves en Europa. © Cordon Press
Charlize Theron, Emily Blunt y Chris Hemsworth en las presentaciones de El Cazador y la Reina del Hielo en Europa. © Cordon Press

Tanto en la primera parte como en esta, Eric deja ver sus lágrimas. ¿Los hombres lloran o no?
Claro; en mi caso, especialmente cuando el asunto tiene que ver con mis hijos. Con los niños siempre vives momentos de susto y, cuando pasan, lo que piensas es que pudo haber pasado algo peor.

El amor es el motor de muchas acciones en Las Crónicas de Blancanieves – El Cazador y La Reina del Hielo, pero ¿hasta dónde llegarías tú por este sentimiento?
Desde que tengo hijos, sé lo que significa el amor incondicional. Ese amor es único. Un padre siempre daría todo por sus hijos.

«Por fin estamos teniendo una discusión pública sobre la igualdad, los derechos de las mujeres, sobre la libertad sexual, etc., y eso me parece fantástico».

En la película hay muchas escenas de acción, ¿tuviste que recurrir a dobles?
Sí, pero intenté hacer todo lo que pude; además, es parte de toda la diversión, porque me encantan las secuencias de lucha, por eso me la juego y siempre trato de hacerlas.

© Universal Pictures
© Universal Pictures

Tienes dos personajes emblemáticos, Eric y Thor, que se enfrentan al mal pero, ¿es difícil distinguir entre lo bueno y lo malo en la vida real?
Creo que sé diferenciar lo que está bien de lo que está mal, o más bien es mi interpretación de todo eso, pero siempre vas a estar expuesto a cosas con segundas intenciones ocultas, y te tienes que entrenar, a lo largo de los años, para detectar las verdaderas motivaciones y propósitos de las personas.

Con esta película estás haciendo una campaña para la Australian Childhood Foundation. ¿Qué peso tiene para ti el relacionar tu trabajo con actos solidarios como este?
De alguna manera quieres devolver algo. Mis padres trabajan para esa fundación y, desde hace años, mi padre ayuda en la protección de niños, así que de su influencia viene mi dedicación a esa organización que hace un trabajo extraordinario, en especial en la terapia para los niños que han sufrido abusos. Lamentablemente, no todos los niños tienen la suerte de tener un buen ambiente familiar.

Has estado trabajando muchísimo últimamente, ¿no temes convertirte en uno de esos actores adictos al trabajo sin tiempo para vivir de verdad?
Siempre procuro tener ese tiempo. Después de terminar esta película, rodé Ghostbusters durante unas cuatro semanas, eso fue hasta noviembre del año pasado y, desde entonces, no he pisado ningún set de rodaje, aunque sí he estado haciendo algunas promociones. Creo que soy muy afortunado porque tengo la oportunidad de llevarme a mi familia conmigo durante dos o tres meses de trabajo. Por otra parte, tampoco te puedes sentar tan pronto, he visto que mucha gente llega al punto de desaparecer… Y yo quiero seguir trabajando porque adoro lo que hago.