La mayoría de nosotros hemos estado ahí. Te despides de los compañeros, del bar cercano que ha acogido vuestra amistad y firmas un papel –pasando por caja– que te garantiza que, en una galaxia no muy lejana, el título universitario llegará a tus manos. Has acabado la carrera y lo más probable es que busques un puesto como becario en alguna empresa.

No tendrás mucho problema en encontrarlo, las compañías adoran –no me preguntes por qué– a la gente que se ofrece para trabajar gratis. Claro, tú acabas de terminar y buscas experiencia real y, quién sabe, la oportunidad de que terminen apostando por ti a corto plazo. Pero esa supuesta experiencia profesional no termina de llegar. Después de las dos semanas transcurridas hasta que alguien descubrió que estabas ahí, tu responsabilidad se limita ahora a llevar cafés, hacer fotocopias y, si la suerte está de tu parte, llevar las redes sociales de la empresa. Por supuesto, todo lo que has soñado desde siempre.

Lena Dunham, que empezó como becaria, en el estreno de la última temporada de ‘Girls’ junto a sus compañeras. © Getty Images

Pero que no cunda el pánico, porque no sirve de nada desanimarse y llamar a tu madre para tantear una posible vuelta al pueblo. Nadie nace rico (bueno, Marta Ortega sí, pero casi nadie más) y la frustración que sientes la experimentaron antes algunas de las más grandes estrellas de nuestro siglo. Los cineastas, músicos, diseñadores y presentadores más influyentes también han sido becarios. Aquí te presentamos las historias de algunos de ellos… quién sabe si tú serás la siguiente.

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Steven Spielberg

El director más importante del cine contemporáneo también empezó desde bien abajo. A los 17 años un amigo de la familia que trabajaba en el estudio Universal le ofreció la posibilidad de acceder a los platós de la compañía, eso sí, sin remuneración ni garantía de tener un trabajo estable. Spielberg dejó los estudios académicos y aprovechó la oportunidad, colándose en todos los departamentos disponibles. A los pocos meses, rodó un corto titulado Amblin (nombre de su productora posterior) que impresionó tanto a los directivos de Universal que le ofrecieron un contrato al instante, convirtiéndose en el director más joven en conseguirlo. Hoy, las películas de aquel becario que no cobraba un centavo han recaudado más de 9.000 millones de dólares en todo el mundo.

Tom Hanks

De uno de los cineastas más prestigiosos a uno de los actores más queridos. El dos veces ganador de un Oscar compatibilizó sus estudios universitarios con una beca en el festival de teatro Great Lakes. Lo que comenzó como una colaboración esporádica se transformó en una contribución de tres años, tiempo durante el cual Hanks aprendió todo lo relacionado con la puesta en escena de una obra. El actor consiguió en la compañía su primera oportunidad para subirse al escenario, dando vida al villano Proteus en Los dos hidalgos de Verona, de William Shakespeare. La crítica cayó rendida a su actuación y el resto… es historia. Del cine concretamente.

Kanye West

Aunque el ego del rapero sin duda merecería un artículo sesudo y extenso, lo cierto es que West sabe lo que es ser el chico de los recados. Y no hace demasiado tiempo de eso. Siendo ya toda una estrella, Kanye West decidió retirarse un tiempo de la música después del bochornoso episodio con Taylor Swift en los premios de la MTV. El esposo de Kim Kardashian apostó por mejorar sus conocimientos de moda y entró como becario en la firma italiana Fendi. Según explicó en un programa de radio, una de sus principales ocupaciones era llevar capuchinos a sus superiores. ¿Cuánto pagaríais por ordenarle un ‘cafelito’ a toda una estrella de la música?

Voz en off: «Mr. West, dos capuchinos, por favor»

Malia Obama

Hasta la hija de un presidente de los Estados Unidos tiene que hacer fotocopias. Eso sí, trabajar como becaria en la cadena de televisión HBO tampoco parece la peor tarea del mundo. Sobre todo si tienes la oportunidad, como ella la tuvo, de poder asistir al rodaje de tu serie favorita, Girls. “Es un ángel. Obviamente no íbamos a hacer que nos trajera el café pero quería probar cualquier trabajo, que es lo guay. Era totalmente entusiasta”, dijo en una entrevista Lena Dunham, su jefa durante unos días. Después de tomarse un mediático año sabático, Malia Obama ya cuenta con otro puesto de prácticas. Esta vez, en la productora de Harvey Weinstein, uno de los nombres de oro en Hollywood y responsable de películas como Pulp Fiction y Gangs of New York (¿se animará a hacer una peli sobre el padre de su empleada?).

Malia Obama fue una becaria ejemplar (palabrita de su jefa, Lena Dunham). © Getty Images

Lena Dunham

Normal que Dunham tratara con tanto cariño a su becaria, ella sabe bien lo que significa pasar por ese puesto. Antes de convertirse en “la voz de una generación” gracias a la serie Girls, la actriz y guionista hizo prácticas veraniegas en la pequeña editorial independiente Soft Skull. Al contrario que su personaje en la ficción, Dunham no solo no fue despedida, sino que sus superiores guardan un gran recuerdo de ella, calificando de “genial” su paso por las oficinas.

Lena fue becaria en la vida real y en la ficción. Y sabe lo que se siente.

Steve Jobs y Bill Gates

¿Dónde adquirieron su conocimiento dos de los hombres que han cambiado la forma de vida de la sociedad contemporánea? Los eternos enemigos Jobs y Gates no siempre fueron dos portentosos visionarios. El más precoz fue el fundador de Apple, que con solo 13 años consiguió una beca de verano en la empresa Hewlett-Packard (HP). “Estaba en el cielo. Recuerdo que en mi primer día estaba contándole lo entusiasmado que estaba a mi superior, asegurándole que mi ocupación favorita en el mundo era la electrónica. Cuando le pregunté cuál era la suya, me miró y dijo: ‘Sexo’. Aprendí mucho ese verano”. Por su parte, Gates hizo prácticas como ayudante en el Congreso de Washington. Una experiencia que no debió ser muy grata ya que fue entonces cuando decidió renegar de todo lo relacionado con la política.

Tom Ford

En 1983, Ford pasó un año en Italia trabajando como becario del departamento de prensa de la firma Chloé. En declaraciones a Esquire, el diseñador aseguró que su trabajo consistía más bien en “envolver zapatos en papel de seda, etiquetarlos y colocarlos”. Es raro encontrar a alguna gran figura de la moda que no haya sido becario anteriormente. Desde el mismísimo Karl Lagerfeld (en Pierre Balmain) a Alexander Wang (en Marc Jacobs), Stella McCartney (en Christian Lacroix) y Nicolas Ghesquière, este último paseador oficial del perro de Jean Paul Gaultier durante aquellos meses.

El diseñador y director empezó como becario en el departamento de prensa de Chloé. © Getty Images

Oprah Winfrey

La gran reina de la televisión norteamericana, tan influyente como multimillonaria, empezó como becaria en una televisión local de Nashville (Tennessee), donde estudiaba un grado en Comunicación. Su carrera fue meteórica desde el principio ya que se convirtió en la presentadora de las noticias del canal, siendo la más joven y la primera mujer afroamericana en conseguirlo.

La todopoderosa Oprah empezó desde muy abajo. © Getty Images

Mindy Kaling, John Krasinski, Ellie Kemper.

Tres de los actores más de moda en Hollywood comenzaron su trayectoria televisiva como guionistas becarios del programa nocturno Late Night with Conan O´Brien. “Fui una becaria terrible. Dejé de hacer todas mis obligaciones para seguir a Conan por los pasillos porque era mi héroe”, confesó la protagonista de The Mindy Project. “Uno de los días más increíbles de mi vida fue cuando volví al plató ya como invitado mientras que todo el equipo, que solían ser mis jefes, me aplaudían y me daban la enhorabuena. Casi me desmayo”, dijo Krasinski. Tanto Kaling, como Krasinski y Kemper (Unbreakable Kimmy Schimdt) coincidieron después en el reparto de la exitosa serie The Office.

Míralo por el lado bueno: te emocionarás con cualquier cosilla…