Extraño que una boda real sea temática. Y aunque el tema no fue llevado al pie de la letra por los invitados ni por los novios, la esencia de los años veinte se sentía. Quizá el primer guiño percibido fue la hermosa tiara que llevó la princesa Eugenia para embellecer la divina creación de Peter Pilotto. La Greville Emerald Kokoshnik tiara tiene un aire a los accesorios que empoderaban a las flappers, la razón, probablemente, es porque este artefacto fue hecho para Mrs. Greville en 1919 por Boucheron.

Pero esto no fue lo único que nos remitió a la aclamada novela, escrita por F. Scott Fitzgerald, El gran Gatsby. Uno de los extractos de la maravillosa historia fue leído por la hermana de la novia, la princesa Beatriz. Según fuentes, la novela la leyó Eugenia poco después de que conoció a su ahora esposo, Jack Brooksbank, y fue esa descripción la que asoció la princesa con la sonrisa de él.

También, y como lo notó Grazia UK, una de las referencia (sin ser completamente directa) fueron las gafas que Jack usó para ver perfectamente a su novia. “Después de todo, el libro de F. Scott Fitzgerald presenta dos ojos con gafas que se ciernen sobre la carretera y, de acuerdo a SparkNotes, ‘pueden representar los ojos de Dios mirando hacia abajo y juzgando la sociedad estadounidense como una tierra baldía moral’, agregando, ‘la novela nunca hace énfasis en este punto’. Tal vez solo eran las herramientas de un hombre que deseaba darle un buen vistazo a su futura esposa”.

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