No sabemos por qué pero parece que Doña Letizia ha decidido alejarse de los clásicos de su guardarropa y ha puesto en stand by a Felipe Varela, uno de sus diseñadores de cabecera. Especulaciones a parte sobre posibles discrepancias personales entre la monarca y el modisto y, aunque sí recurrió a él para el Día de la Hispanidad, lo cierto es que la Reina sorprendió en esta XXXVII edición de entrega de los Premios Princesa de Asturias.

En primer lugar, y teniendo en cuenta que le ha sido fiel a Felipe Varela desde la primera vez que acudió a los, por aquel entonces aún, premios Príncipe de Asturias, en 2004, al menos en lo que al concierto previo a la entrega de los galardones se refiere, en esta ocasión, sin embargo, decidió lucir un vestido de corte midi y manga francesa de Emporio Armani. Zapatos de Carolina Herrera y un clutch de Magrit completaban el outfit.


Esta mañana, cuando todos esperábamos ver por fin el regreso de Varela, Doña Letizia optó por un vestido lady en tono rojo con encaje, firmado por la venezolana Carolina Herrera y aderezado con unos salones de Prada, para recibir a los galardonados con las Medallas de Asturias 2018 y los ganadores de los premios Fin de Carrera 2017.

Finalmente, para todos los que ya estábamos preocupados por esta relación entre modisto y monarca, nuestra redención llegó a las puertas del Teatro Campoamor de Oviedo, hace tan solo unos minutos, con un vestido, finalmente de Felipe Varela, midi de patchwork brocado y bordado a mano en hilo, cristal y metal azul Noche, Cerúleo, Pizarra y Nude; una verdadera obra de arte.

¿Qué os parece el look de la reconciliación?

Fotos: Getty Images