Solo hay una persona en el mundo capaz de decir que no a Bob Geldof cuando este le pidió que participara en la grabación de última canción benéfica del Band Aid: Lily Allen. «Eso solo es un club de presumidos, si tengo que ayudar, prefiero donar directamente el dinero», ha dicho. Y se queda tan ancha. Una actitud que sigue la estela de la que mantuvo cuando tuvimos la oportunidad de entrevistarla en Londres poco antes de que sacara a la venta Sheezus, su nuevo disco, que presentó en España en el festival de Benicassim.

El encuentro tuvo lugar a la hora del té en el salón del exclusivo Claridge’s Hotel de Londres. Un espacio repleto de señoras que, demasiado arregladas para un miércoles, se entregan al ritual. La escena se antojaba digna de cualquier episodio de Downton Abbey hasta que el constante murmullo de conversaciones se apaga de golpe cuando Lily Allen aparece caminando entre las mesas, ignorando las típicas miradas reprobatorias con las que esas señoras se dicen todo sin abrir la boca.

Recién cumplidos los 28 años, vestida de negro y con un collar dorado de Chanel, la cantante pasea por el vestíbulo para, después, volver a sentarse en un rincón escondido al fondo. Es allí donde nos recibe para hablar de su disco. Algo que hace cinco años parecía imposible, ya que después de vender millones con sus dos primeros álbumes, y agobiada por el acoso mediático, Allen anunció que se retiraba para ser madre y dedicarse a su familia. Pero la cabra (siempre) tira al monte…

© Warner Music.
© Warner Music.

Voy a confesarte algo: estos cinco años de silencio se me han hecho interminables.

Han pasado cinco años desde que publiqué el anterior disco, pero solo tres desde que terminé la gira, así que tampoco ha sido tanto, ¿no? Aunque si hago balance de todo lo que he hecho este tiempo, como casarme y tener hijos, entiendo que te lo parezca.

 

En el disco hablas varias veces del miedo que tienes de volver a la vida pública. Pero a la vez es como si tus ganas de crear fueran superiores a todo ese pánico…

¿Tú crees? No suelo pensar demasiado por qué hago las cosas… Me encanta ser madre y me encanta estar en casa con mis hijos, pero ese es un papel que no puedo ejercer 24 horas al día los siete días de la semana. Supongo que nada en esta vida es lo suficientemente bueno como para dedicarte en exclusiva a ello.

 

¿Esta infelicidad es algo habitual en ti?

Que no me guste todo lo que veo a mi alrededor cuando me levanto no me convierte en una persona infeliz. Sí que soy más aprensiva y más cauta que en el pasado, pero eso es porque siento la responsabilidad de haber sido madre. Ya no puedo ser egoísta, y cuando hago algo, tengo que pensar en las consecuencias que eso puede tener para mi familia.

 

Igual no debería haber dicho infelicidad, sino más bien insatisfacción, porque lo cierto es que en Sheezus suenas bastante feliz.

Quieres decir por fin feliz, ¿verdad (risas)?

 

Menos enfadada que de costumbre desde luego…

Eso es porque antes, cuando algo me cabreaba, mis canciones lanzaban todo el odio hacia una persona en concreto. Ahora soy menos específica.

A falta de otra cosa, bienvenido sea un mensaje en una camiseta. @ Cordon Press.
A falta de otra cosa, bienvenido sea un mensaje en una camiseta. @ Cordon Press.

Pero en la canción Sheezus le dices a Rihanna, Lorde, Beyoncé y Lady Gaga que te den la corona de reina del pop. ¿Tan dura es la competencia?

Mi intención no es enfrentarme a ellas, sino denunciar una industria empeñada en poner a las mujeres en contra de las mujeres todo el tiempo. Te lo explico con un ejemplo. Si mi disco se publicara a la vez que el nuevo de Rita Ora, mi compañía me habría pedido que retrasara el lanzamiento, porque si ella vende más, yo sería la perdedora. En cambio, si es Bruno Mars el que me supera, no pasaría nada. Un hombre no es competencia, pero una mujer sí. ¿Por qué?

 

Quizá porque a pesar de que en las listas de ventas las mujeres dominan los primeros puestos, el negocio sigue manejado por hombres…

¡Exacto! Los hombres controlan la industria de la música con un pensamiento paternalista y patriarcal bastante arcaico. Es una locura.

 

Precisamente, en otro de tus temas, Hard Out Here, denuncias la hipersexualización y la cosificación de la mujer en el pop.

Yo no quiero que ningún tío me diga que vendo menos por el tamaño de mis tetas o de mi culo. Todo lo que llevo en el escenario o en mis videoclips es por decisión propia, y porque me siento cómoda con ello.

 

¿Y cómo de cómoda te sientes cantando sobre tener la regla? Igual me equivoco, pero creo que eres la primera estrella del pop que incluye la palabra ‘period’ en sus letras…

(Risas) Las mujeres nos comparamos unas con otras todo el tiempo, pero esto es lo único que nos une, algo que todas tenemos.

Lily Allen es muy fan de las prendas divertidas, además nunca se separa de su Chanel.   © Getty Images
Lily Allen es muy fan de las prendas divertidas, además nunca se separa de su Chanel. © Getty Images

Tengo entendido que ese querías que fuese el single de lanzamiento del disco, pero te pidieron que publicaras otro, en la que la palabra ‘bitch’ aparece un centenar de veces. ¿Es más políticamente correcto decir perra que regla?

Eso fue lo que me dijeron. Y lo más fuerte es que fue una mujer la que me soltó que le parecía ofensivo. «Qué quieres decir?», le dije. «Bueno, ya sabes…», me respondió. ¿Ya sabes qué? ¡La mitad de la población mundial lidia con esto una vez al mes! No sé, si mi canción dijera algo rollo «me dejé el támpax tres días puesto y olía mal», pues mira, sí, te doy la razón, es asqueroso. Pero decir en una canción que todas las mujeres tenemos la regla… ¡Es absurdo!

¿Echas de menos salir tanto como antes?

Mis amigos de verdad siguen a mi lado y nos vemos muy a menudo. Pero es cierto que cuando me quedé embarazada mucha gente dejó de llamarme porque ya no podía irme de fiesta con ellos. Desaparecieron. Aunque debo decirte que ahora que he sacado discoy vuelvo a ser famosa están volviendo a llamar todo el rato. Mi venganza es no cogerles el teléfono.

 

Que Lagerfeld te pida ser imagen de Chanel, habiendo sufrido acoso en el colegio, también debe ser una buena venganza.

Sí, pero no contra nadie específico. El acoso era un sentimiento general que tenía. Y no eran solo los niños, sino también los profesores. Tenía una directora horrible en el colegio que hizo todo lo que estuvo en su mano para que no persiguiera mis sueños y no me convirtiera en cantante, así que cuando publiqué mi primer disco no tuve más remedio que incluirla enla lista de agradecimientos. Conseguir determinadas cosas es la mejor manera de decir «que os jodan».

Lily Allen es muy amiga de Karl, no hay más que ver algunas de sus fotos en Instagram.  © Instagram
Lily Allen es muy amiga de Karl, no hay más que ver algunas de sus fotos en Instagram. © Instagram

Antes de que saliera el disco declaraste que estabas escribiendo una canción sobre cambiar pañales.

¡Era una broma!

 

Pues habría sido divertido escucharte cantar sobre ello…

Bueno, sí que hay una canción llamada Life For Me que en cierto modo habla de ello, aunque no tanto de cambiar pañales como cómo cambian tus rutinas cuando tienes hijos.  Es un ritual que te obliga a pensar en positivo, tienes que hacerlo para no volverte loca. Eso sí que es un cambio y no estar manchada de caca de bebé de los pies a la cabeza. Por no hablar del sexo…

 

Hablemos. Es imposible no imaginarte haciendo un baile sensual para tu marido cuando escuchas la letra de Close Your Eyes

Pero más que un tema sexual, que no voy a negar que lo es, yo la veo como una canción que trata sobre cómo sentirte cómoda con el sexo después de haber tenido hijos. Porque no sé si lo sabes, pero cuando das a luz tu vagina se convierte en algo completamente distinto. (Hace un gesto con las dos manos para marcar el tamaño y se ríe) Digamos que es complicado intentar sentirte sexy otra vez, ¿vale?

Lily Allen con Derek Blasberg en la gala del MET vestida de Chanel.  © Getty Images
Lily Allen con Derek Blasberg en la gala del MET vestida de Chanel. © Getty Images

En Insicerously Yours tampoco dejas títere con cabeza, especialmente a Cara Delevingne…

De nuevo no es ella contra quien voy, sino contra todos esos fans que se pasan el día perdiendo el tiempo en redes como Twitter pidiendo a las famosas que les sigan o que les retiuteen. No me siento cómoda con esta cultura del culto a la celebrity. E Instagram es todavía mucho más manipulador que Twitter. Todo es vanidad. ¿Sabes qué? Si tan divertida es tu vida, ¿para que te molestas en dejar de vivirla para hacer una foto? Eso no es pasárselo bien, eso es pretenderlo. Hoy ya nadie dice nada real, todo es constante autopromoción.

 

¿Por eso sí sueles subir fotos poco favorecedoras tuyas a Instagram?

Estoy preocupada por mis niños y por lo que les pueda pasar. En Inglaterra se ha hecho un estudio sobre redes sociales y se ha llegado a la conclusión de que los críos suben 27 fotos de media al día. ¡Eso son casi dos fotos por cada hora que pasan despiertos! No quiero que mis hijos crezcan creyendo que siempre tienen que estar perfectos para salir en la foto. No es sano. Además, es que si hace cinco años la gente hubiera publicado selfies sin parar en sus cuentas de Twitter o MySpace nos habría parecido estúpido. ¿O no?

Es muy activa en las redes sociales, sobre todo en Instaram. En @lilyallen hay fotos de lo más divertidas.  © Instagram
Es muy activa en las redes sociales, sobre todo en Instaram. En @lilyallen hay fotos de lo más divertidas. © Instagram