Solo tiene tres años (recién cumplidos, por cierto) y ya es uno de los retoños con más estilo del panorama. Pero esto no es nada nuevo: desde su primera aparición ante los flashes de los paparazzi, los looks de North West decían a gritos que ella iba a ser quien partiera el bacalao en la próxima generación celeb. Tampoco nos sorprende, porque no es la única: Harper Beckham le hace la competencia desde el bando más posh y Blue Ivy se pasea a sus anchas con el añadido de que, ¡EH!, su madre es Beyoncé.

Jamás habrá en el mundo Kardashian más molona que ella.
Jamás habrá en el mundo Kardashian más molona que ella.

La cosa es que, desde que nació, los diseñadores se han puesto a los pies de North West. La exposición estaba asegurada y, además, ¿quién no querría vestir a la muchimillonaria criatura, con el desparpajo que tiene? Riccardo Tisci, Alexander Wang, Charlotte Olympia… todos, en su versión mini, llenan el armario de la niña. ¡Y aún hay más! Porque esas prendas, con tres años, no se combinan solas: según publica el portal Daily Mail, Kim Kardashian ha contratado para su hija un equipo que cuenta con estilista, peluquera y manicurista. No vaya a ser que se le rompa una uña jugando al pilla-pilla. ¿El precio? 5.000 dólares a la semana. Así, ya puede vestir mejor que todas nosotras juntas…

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