Ezra Miller empezó a inundar tus redes sociales desde la premiere de la segunda entrega de Fantastic Beasts: Crimes of Grindelwald. El 8 de noviembre hizo su aparición en la alfombra roja en un vestido negro de la colección de Moncler por Pierpaolo Piccioli. Demostrando que el neutral clothing es real o que le parecen fascinantes los dementores. Fans en Twitter empezaron a volverse locos: “¿Nos merecemos a Ezra Miller?”.

Después vino la premiere en Londres y Miller decidió ponerse un traje blanco Givenchy Couture para hacer un homenaje a Hedwig, la lechuza que siempre acompañó a Harry Potter. Mientras que en la mano, se le podía leer la maldición “Avada Kedavra”. Confirmando que es un verdadero Potterhead. De nuevo Twitter explotaba con Hedwig chic!

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Por si esto fuera poco, el viernes pasado la edición americana de la revista Playboy desveló su portada. Ezra Miller con las clásicas orejas de conejito, medias de red y tacones. Con esto nos volvemos a hacer la pregunta: ¿nos merecemos a Ezra Miller? Y la pregunta no es solo por sus outfits sino por lo que dijo en su entrevista.

 

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Playboy 2018

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Desde su aparición en We Need to Talk About Kevin en 2011, sabíamos que nos encontrábamos ante un personaje especial. El actor de 26 años es parte del grupo de actores de la Generación Z que están cambiando la industria del cine y de paso rompiendo el internet con cualquier cosa que hagan. Piensa en Harry Styles o Timothée Chalamet.

La identificación de Miller como parte de la comunidad gay lo ha convertido en el favorito de miles. Sobre todo porque está reinterpretando el modelo de masculinidad de Hollywood que ha permeado por años. Dejando claro que en este mundo hay lugar para todos, sin importar la preferencia sexual. En su entrevista para Playboy dijo: “Trato de identificar personas queer que me entiendan como una persona queer”. A lo que podemos decir que nosotros también.

Es claro que Ezra tiene una misión para la comunidad queer y solo sabemos que con esos pómulos, la mirada melancólica y esos outfits, sería difícil no escucharlo.

Fotos: Getty Images