Se había hablado de un divorcio familiar, o sea de separar completamente las oficinas de los duques de Cambridge y Sussex, incluyendo su residencia oficial. Pero todo parece indicar que Meghan Markle y el príncipe Harry solo se mudarán a Frogmore Cottage en Windsor y dejarán a su gabinete en Kensington Palace.

El comunicado explica que la pareja ha tomado la decisión de cambiarse a principios del próximo año como preparativo para recibir a su primogénito. Sin embargo, de acuerdo a The Sun, Harry y Meghan ya no quieren vivir junto a Kate Middleton y el príncipe Guillermo. Una fuente aseguró a Vanity Fair que ambas duquesas han hecho un gran esfuerzo por llevarse bien, pero la tensión en realidad está entre los hermanos.

Harry y Meghan quieren que su hijo crezca lejos del ojo público. Y aunque esta es una buena razón para alejarse de la capital, no es ningún secreto que el duque de Sussex está dispuesto a alejar a su esposa de las cámaras y tensión mediática.

El nuevo hogar de los Sussex cuenta con diez habitaciones y se encuentra en remodelación. Time reporta que la mansión fue comprada por la reina Charlotte en 1790 y ha sido casa de algunos empleados reales.

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