En materia Cyrus hemos de confesar que nos hemos abandonado. Sí. Después del boom que su (por aquel entonces) renovada actitud tuvo en 2013 y 2014 (que si el twerking, que si el porro, que si todo) decidimos dejar de hacerle caso por un tiempo. Ya sabes, como los niños pequeños: «No te hago caso para que dejes de hacer lo que quiera que estés haciendo y que ha acabado con mi paciencia».

Total, que intentamos dejar pasar de largo sus últimos «logros»: primero, su fiesta de la espuma desnudo para V Magazine; después, hicimos oídos sordos a su última polémica en Instagram, una imagen de su cintura con la mano metida por dentro del pantalón que ilustraba “una masturbación al día mantiene a los haters alejados” (cosa que, por supuesto, en inglés suena mejor y tiene mucho más sentido: A masturbate a day keeps the haters away). Pero chica, después de la última… en fin, te has ganado nuestra atención a pulso.

© Instagram @MileyCyrus.
© Instagram @MileyCyrus.

Resulta que, según publica la edición británica de Grazia, Miley mantiene la llama de su relación con el hijo de Schwarzenegger grabándose, ehm, vídeos porno de ellos mismos, por y para ellos mismos. Eso sí, una vez vistos, se borran inmediatamente, ya que no quieren que haya ninguna filtración… al menos, de momento: “Miley ha mencionado alguna vez que su vida sexual consiste en grabarse y hacerse fotos que borran inmediatamente después de verlas. Además, le gusta usar chucherías, como chupa-chups”, comenta una fuente.

Vaya, que a mini Arnold y la ex-chica Disney les va el mambo a gran escala aunque, llegados a este punto, no sé de qué nos asombramos: ¿quién, si no Miley, iba a atreverse con los vídeos porno a sabiendas de las filtraciones que han sufrido a muchas de sus compañeras de farándula? Aunque conociendo a Cyrus, igual ella lo hace precisamente por ello. Teniamos que haberlo visto venir…

© Cordon Press
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