Llamadme aguafiestas, pero no he podido más que resoplar cuando, un año más, he comprobado que la revista People ha lanzado su número especial dedicado al hombre vivo solo faltaría que eligiesen a uno muerto más sexy del planeta. ¡Alegría! Un ¿reconocimiento? que ha recaído en el cantante country Blake Shelton (al que seguramente tú conozcas más por ser el novio de Gwen Stefani y uno de los jueces de The Voice).

He aquí el hombre más sexy vivo del planeta según People. © Getty Images.

Un ¿premio? que dicha revista lleva otorgando desde hace años junto al de mujer más bella del mundo aunque en este caso no especifican si tiene que tener pulso o no. Pero independientemente de que el muchacho sea más o menos agraciado físicamente, la cuestión es si este tipo de rankings deberían seguir existiendo. Y no culpo de ello a la revista People líbreme el señor. Más que nada porque no son pocas las publicaciones que se empeñan en aglutinar a las celebrities en pequeños moldes a medida del consumidor.

Y he aquí su portada por ser el más guapo entre los guapos.

Hay listas que miden su éxito por su fortuna, por los premios profesionales que han recibido, por su implicación en causas solidarias… Sin embargo y aunque tampoco estoy de acuerdo con el resto de medidores, me niego a creer que en pleno siglo XXI sigamos etiquetando a la gente por su físico. ¿Acaso nuestro rostro y nuestro cuerpo lo es todo? ¿De qué sirve luego llenarnos la boca diciendo que la belleza está en el interior?

La tetera de La Bella y La Bestia estaría muy enfadada

Podría parecer que mi reacción es algo exagerada, pero dejadme deciros que he tenido que lidiar muchos años con la etiqueta de ‘no eres especialmente guapa, pero eres simpática’ y sé de lo que hablo. No me importa no ser un ángel de Victoria’s Secret, pero si tanto le gusta a la gente hacer rankings, ¿por qué no hacer uno de los hombres y las mujeres más feos del planeta?

Tranquilo Jack que era solo una sugerencia.

Equilibremos la balanza de una vez por todas. Me gustaría ver listas de gordos, bajos, poco estilosos, simpáticos aunque feos, aquellos que quisieron ser algo pero nunca llegaron a triunfar… Sin embargo, solo nos quedamos con la cara A de la vida. ¿Qué pasa con la cara B? Aunque otro tema sería saber quién ha dicho que A es mejor que B. Y este ejemplo me viene al pelo porque en las antiguas cintas de cassette todos los temazos de un cantante estaban en la primera y no en la segunda. ¿Casualidad? No lo creo. El problema es que nos da pereza darle la vuelta a la tortilla y nos instalamos siempre en la misma ventana con vistas al mar.

Algo tiene que cambiar (pero ya)

No exagero. Estos rankings son la punta de un iceberg que cosifica tanto a hombres como a mujeres (aunque el resultado no es el mismo). Eso sí, a ellos no les obligan a lucir escotes de infarto o a posar en camiseta mojada en la portada de las revistas para celebrar que son guapos a rabiar. ¿Os imagináis a Blake Shelton en bañador, marcando six-pack y poniendo morritos? Exacto. De nuevo, en el juego de los rankings las mujeres salimos peor paradas. Qué novedad…