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Kanye sonríe mientras sube las escaleras. Kanye sonríe mientras abraza a Caitlyn Jenner. Kanye sonríe mientras habla. ¿Qué le pasa al rapero Kanye West?, ese ser humano que solo parece pasarlo bien cuando rueda videoclips con su compadre Jay Z o coincide con él en cualquier entrega de premios.
Pero al que le encanta ponerse tremendamente serio cada vez que una cámara se le acerca o cada vez que posa la suela de sus zapatillas en una alfombra roja…
Entonces, ¿qué le pasa a West para que ahora sea todo un dechado de buenas caras? El milagro muscular ha sucedido durante el primer episodio de I am Cait, el reality de Caitlyn Jenner (ex de la madre de Kim Kardashian, Kris Jenner y, ya, transexual más famosa de la historia) que se emitió el pasado domingo en el canal E! Entertainment. En este premier capítulo el matrimonio Kimye visita la casa de Jenner para darle apoyo tras su cambio de sexo y en ella se reúnen con la madre y la hermana mayor de Caitlyn. Casi todos los allí presentes son duchos en el medio televisivo, por lo que la naturalidad con la que se desenvolvieron fue despampanante.
Caitlyn, encantada con la visita, confiesa: “Kanye y yo nunca hemos sido muy cercanos. Pero me encanta su actitud abierta y la manera en la que se ha integrado en la familia”. Por su parte, Kim Kardashian se encarga de alabar la recién estrenada figura de lady Jenner: “Estás preciosa. ¡Me impresiona lo delgada que estás!”.
Y llegó el turno de West que, tan metafísico como siempre, explica: «Creo que esta es una de las cosas más fuertes que han sucedido en nuestra existencia como seres humanos que están tan controlados por la percepción«.
La escena completa, en el siguiente vídeo:
Caitlyn, anteriormente Bruce, se ha convertido en todo un ejemplo de valentía al hacer público su deseo de cambiar de sexo y no querer esconderlo. De hecho, monitorizar este momento vital en forma de reality está siendo aplaudido por muchos colectivos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de todo el mundo. Y es que, ya se sabe, cuando un personaje del ámbito público expone sin tapujos debilidades, éstas se convierten -automáticamente- en fortalezas.