Que Quim Gutiérrez nos gusta más que el chocolate con churros es una realidad. De hecho, ya te contamos los motivos hace un tiempo. Pero si además nos deja frases como esta: «Creo que cualquier beso es digno de ser de película», todavía nos gusta un poquito más. Y eso que lo tenía difícil.

No nos sonrías así porque no nos responsabilizamos de nuestros actos. © Getty Images

Lo consiguió hace unos días, cuando nos encontramos con él durante la presentación del corto Un beso de película, la nueva campaña de Oikos que ha dirigido su amigo, el director y guionista Daniel Sánchez Arévalo, y en la que comparte protagonismo con su amiga y compañera, Inma Cuesta. Una producción en la que se meten en la piel de una pareja que se da cuenta que ya no se besan como lo hacen en las películas y deciden emprender un plan de reconquista para encender la llama de nuevo. Algo en lo que ya tienen bastante experiencia y que se les da ‘de cine’: de hecho ya fueron novios en Primos y en Tres bodas de más y les veremos haciéndolo de nuevo en El accidente, la nueva serie de Telecinco que están rodando.

El feeling entre ambos es evidente, aunque Quim prefiere describirlo así: «Inma [Cuesta] y yo nos besamos muy bien». Y es que funcionan (y mucho) como pareja delante de la cámara. Algo que también deben haber pensado los de Danone al elegirlos para este proyecto, que pasará a la historia de la marca por ser la primera vez que promocionan sus productos asociándose con la industria cinematográfica.

Cartel el corto ‘Un beso de película’.

1. Vuelves a trabajar con Inma Cuesta una vez más y esta vez para buscar un beso de película… ¿cómo tiene que ser un beso para que digas ‘es de película’?

Este tipo de preguntas son las que más me cuestan a mí. Creo que cualquier beso es digno de ser de película, porque hasta los besos más tristes pueden ser de película. Creo que hay que distinguir entre cuando se dice de película, de cine, que se refiere como elemento enfático y también dependiendo de qué película. Hay películas con besos de despedida que me parecen apabullantes. El último beso que se da una pareja que no se va a volver a ver… Hay una película de Guillaume Canet, Keira Knightley, Eva Mendes y Sam Worthington [Solo una noche] en la que una pareja se separa durante un fin de semana, él se va con su compañera de trabajo y ella se reencuentra con un amor del pasado. Básicamente va de cómo los dos viven no una aventura, bueno uno sí la realiza y el otro no. Te lo estoy explicando muy mal [interrumpe]. Básicamente, Keira Knightley se reencuentra con un amor de hace mucho tiempo, interpretado por Guillaume Canet, y se dan solo un beso, no se enrollan ni nada, pero ese beso es sin duda un beso de película. Creo que cualquier beso es digno de ser de película en función de la emoción que lo rodee.

 

2. Entonces, ¿dirías que es lo mismo un beso de película que un buen beso?

Ahí difiero, porque por ejemplo hay besos que pueden ser de película por la importancia que tienen dentro de la historia y los personajes, personajes reales o de ficción, pero que pueden ser feos y no pueden ser buenos besos. Como un beso mal hecho, con los labios cerrados. De hecho, en el corto hay un momento en el que intentábamos hacer eso y es verdad que Inma y yo nos besamos muy bien, entonces tuvimos que forzarlo. Hicimos una cosa como con los labios hacia dentro [hace el gesto] para intentar hacer un beso mal dado por lo que sí hay una distinción entre besos malos y buenos.

Cualquier beso es digno de ser de película en función de la emoción que lo rodee.

3. Inma y tú os habéis besado muchas veces por exigencias de guión… ¿recuerdas la primera vez que tuvisteis que hacerlo? 

Yo creo que nos besamos en el casting de Primos o ya rodando. No lo sé seguro pero en todo caso si no tengo un recuerdo concreto es que fue sencillo. Hay muchos besos que recuerdas por lo contrario, no tanto por el beso en sí sino por la situación incómoda que lo rodeó.

 

4. ¿Cómo fue tu primer beso en la vida real?

No sé si fue el primero pero fui muy precoz en eso. Con 6 años me daba besos debajo de la mesa en el cole. Además, había una chica, Raquel, que estuvo en el colegio poco tiempo y si ya tengo poco contacto con la gente con la que iba en primaria, imagínate con una que estuvo un par de años y luego se fue. Pero con Raquel nos dimos el lote… [deja la frase sin terminar dejando entender que mucho]. Creo que fue a los 6/7, durante dos años. Lo que pasa es que luego descubrí que Raquel se daba besos con todos entonces perdió un poco de importancia [risas].

 

5. ¿Dirías que ese fue tu primer amor?

Amor, amor no. Recuerdo que fue de las primeras veces que me puse cachondo. Sería eso, no el primer amor. El primer amor fue otra. Tuvimos idas y venidas. ¿Sabes esos amores de colegio en los cuales, creo que va por ciclos de cuatro años, un año a ti te gusta y ella pasa de ti, al siguiente es al revés, al siguiente no coincidís y al cuarto coincides y a partir de ahí vuelve a empezar? Pues eso es justo lo que me pasó, varias veces, y fue dramático.

Quim, con camisa de Loewe, durante la presentación del corto de Oikos. © Cortesía de Danone

6. ¿Y fue con ella tu primera cita?

No, no tuvimos cita. La primera fue con la que vino después. Recuerdo que estaba muy nervioso, en esa época lo pasé muy mal. Vanesa se llamaba.

 

7. ¿Cuál es tu ‘modus operandi’ cuando alguien te gusta?

Me siento como Javi Cansado en Ilustres Ignorantes [programa de humor en el que Casado, Javier Coronas y Pepe Colubi tratan de dar respuesta a preguntas de la vida cotidiana] pero supongo que me pongo nervioso. Distinguiría entre cuando alguien me gusta y alguien me pone, porque el gustar requiere de más información, en cambio puedes tener un subidón increíble con alguien que puede durar semanas. Para mí el gustar tiene que ver con un conocimiento más profundo de la persona, no en un sentido muy pesado, sino que necesitas tiempo. Es muy difícil conocer a gente de verdad, conocerla como mínimo lo suficiente como para querer embarcarte en una relación con esa persona.

 

8. Si estás en un bar/discoteca y te gusta alguien, ¿cómo se lo harías saber?

Diciéndoselo. Mostrando interés claro, no te queda otra.

 

9. ¿Qué frase utilizarías para entrarle a alguien?

En ese sentido si que creo que el cine ha hecho mucho daño o mucho bien, no sabría decir. Porque ves a Ryan Gosling en Crazy Stupid Love y esas frases que utiliza en la discoteca como cuando dice Let’s get out of here, pretty face [salgamos de aquí, cara bonita], ¡¿Pretty face?! [dice con expresión de incredulidad] Se doblaría como bonita o una cosa así. Yo creo que hay que ser lo más natural posible. Cuanto menos abigarrado, mejor.

Quim, no te habremos pillado practicando la actitud Gosling, ¿verdad?

10. Si alguien se acerca a ti con el fin de ligar contigo ¿qué es lo que no debe hacer?

No me gusta que me quiten el placer de la seducción, me gusta sentir que soy yo. Aunque también mola que una chica espectacular se te acerque. Lo que detesto es a la seductora agresiva, no agresiva en el sentido de que sea su tipo de seducción agresiva sino su retórica, ‘Ay pero bueno, pero chico, que no quieres tal’ [con voz muy rápida y violenta]. Esas, de verdad, no puedo.

 

11. Has trabajado muchas veces con Inma Cuesta, ¿recuerdas cuál fue la primera impresión que tuviste de al conocerla?

[Sonríe pícaro por lo que va a decir] Me pareció más bajita y más guapa de lo que yo la había visto.

La pareja de actores durante la rueda de prensa. © Cortesía de Danone

12. ¿Trabajar tanto juntos os ha llevado a que en algún momento hayáis tenido que reavivar vuestra química dentro de la pantalla? 

No, es que Inma y yo tenemos un pacto no explícito de respeto mutuo y lo llevamos muy bien.

 

13. ¿Te has inspirado alguna vez en alguna escena de una película para conquistar a alguien o para mostrarle tus sentimientos?

Inspirarme no, pero sí en actitudes determinadas como para relajar. Por ejemplo, la actitud Ryan Gosling, aunque no vaya a decir lo mismo, está bien, por su seguridad. Sí, me han inspirado un montón de veces y no solo las películas sino también actitudes de gente que conozco cuya actitud a la hora de desenvolverse en una situación me parece interesante. Por ejemplo, y lo voy a decir. Úrsula Corberó ante la vida tiene actitud como alegre, despreocupada, que yo, que muchas veces tiendo a pensar mucho, me imagino: ‘¿Cómo reaccionaría Úrsula?’. Y es como, tranquilidad, como ‘tío, con alegría’.

Muchas veces, yo que tiendo a pensar mucho, me imagino: ‘¿Cómo reaccionaría Úrsula [Corberó]?’.

14. Si como ocurre en Cinema Paradiso, te mostraran una recopilación de todos los besos de la historia del cine, ¿con cuál te quedarías?

Alguno con Natalie Portman. El de la secuencia final de Natalie Portman y Zach Braff en la película Garden State [Algo en común], ese beso final cuando ella está absolutamente anegada en lágrimas y mocos en el aeropuerto porque él se ha ido y al final vuelve y se queda.

 

15. ¿Qué tendría que pasar en una relación para que digas ‘vale esto no va a ninguna parte, ya no hay nada que hacer’?

No tengo ni idea. Es que yo soy muy consciente en las relaciones. Para mí lo difícil es empezar una relación, todo lo previo es lo que me frena. Por ejemplo, en una ocasión conocí a la madre de una chica con la que estaba teniendo una relación y entendí muchas cosas de su carácter pero al mismo tiempo entendí que eso no iba a funcionar.