Fue, con permiso del gran error cagada de la Mejor película, uno de los grandes momentos de la noche de los Oscar. Y es que sin quererlo, Nicole Kidman se convirtió en protagonista de la noche y carne de memes (y no precisamente por alzarse con el premio a Mejor actriz de reparto al que optaba). Fue por la extraña forma en la que aplaudió durante la actuación de Justin Timberlake, lo que provocó que las redes sociales se inundaran de memes, gifs, comentarios y demás. Pero ahora, dos semanas después de la gran fiesta del cine americano, la actriz ha querido aclarar el porqué de este peculiar gesto.

No lo habrás podido olvidar. Pero ‘porsi’, nos referimos a ESTE momento.

«Fui muy torpe, porque yo me sentía como ‘Dios mío, quiero aplaudir’. No quería no aplaudir porque hubiese sido peor, ¿no? Hubiese sido como ‘¿Por qué no está aplaudiendo Nicole Kidman?’ Así que me puse a aplaudir pero era realmente difícil porque llevaba este anillo gigante maravilloso pero que no era mío y estaba aterrorizada por si lo dañaba», ha confesado la actriz de 49 años en la emisora de radio australiana Kiis 1065.

El anillo tiene pinta de valer un riñón, normal que le diese miedo romperlo. © Getty Images

Así que no, la actriz no aplaudía así de raro porque hubiese decidido pintarse las uñas entre discurso y discurso o porque fuese un ser de otro planeta, sino porque llevaba un anillo(aco) de Harry Winston de diamantes de 119 quilates que no era suyo. Así de humilde es Nicole. Algo que nos hubiese pasado a todas aunque no tengamos la suerte de que nos dejen joyones de ese calibre. Pero sí que podría parecerse a lo que sientes cuando tu madre te presta su mejor bolso o tu abuela insiste en que te pongas los pendientes que le regaló tu abuelo cuando eran novios. Miedo absoluto, ¡pavor! Nicole, te entendemos

Estamos contigo, Nicole. © Getty Images

Así que… ¡misterio resuelto! De hecho, mira, hemos descubierto que la actriz sabe aplaudir normal. Menos mal.

Bravo, ¡BRA-VO!