Moda
Por Perrine Sabbat.
Es una chica muy ocupada. Un día está en Los Ángeles, para los SAG Awards; al siguiente en Londres, para los Bafta, y de allí salta a Washington para asistir a una cena en la Casa Blanca. Aterriza de nuevo en Londres, para la Fashion Week, se desplaza a Nueva York donde, tienen lugar las audiciones, y termina en la alfombra roja de Cannes… Cuando por fin conseguimos dar con ella, acaba de bajar de un avión. ¿Dónde se encuentra exactamente? «Acabo de volver ahora mismo de Estados Unidos, y estoy agotada», se excusa al otro lado del teléfono una voz adormilada, pero muy dulce.
Normal en una joven inglesa de 22 años, cuya vida parece, desde hace año y medio, una película de Hollywood… Suki Waterhouse desfilaba en febrero por primera vez para Burberry, de la que es imagen de la campaña de su nuevo perfume, Brit Rhythm. Hasta ese momento, se había limitado a dar brillo a los asientos de la primera fila como it girl.
Sin embargo, el pasado 17 de febrero demostró que no se anda con tonterías. Suki ha hecho tambalear la pasarela con su paso decidido, moviéndose con soltura al ritmo de la música en directo de los artistas Ed Harcourt, David Rhodes y Paloma Faith. «Parecía como si el tiempo se hubiese detenido, ¡pero no era consciente de nada! No podía pensar en otra cosa que en el desfile, estaba concentrada en andar correctamente, en hacer bien mi trabajo».
Efectivamente, su cara aniñada y redonda estaba devorada por el estrés. Ni siquiera dedicó una miradita a Bradley Cooper, que seguía cada uno de sus pasos con ojos enamorados. «¡Estaba aterrorizada! Aunque no soy tímida, este desfile me imponía. Había tantas personas de la moda y modelos muy profesionales». Entre ellas Cara Delevingne, su mejor amiga e icono de la familia Burberry. «Que ella estuviese, hizo que todo resultase más sencillo. Me hizo reír y sentirme más relajada». Con este desfile, Suki se ha convertido oficialmente en Su Majestad Fashion.
Ex campeona de kárate
La prueba es que al día siguiente recibía el galardón a la modelo del año 2014 en los premios Elle Style, además de copar las portadas de las revistas inglesas de mayor prestigio: Tatler, Love, V Magazine… Quizá sea porque Suki no es una modelo como las demás: tiene un rostro aniñado, un culito respingón, un flequillo rubio que le tapa la cara, pobladas cejas castañas, labios carnosos y, sobre la pasarela, sobresale por medir una cabeza menos que el resto de sus compañeras. Además, tiene un estilo muy personal, cien por cien british: «Es cierto que a veces mis looks dejan un poco que desear [diadema + tartán + medias blancas + creepers Union Jack…]. Pero yo soy así».
Miss Waterhouse no comparte las raíces algo proletarias de Kate Moss, tiene más bien un pedigrí a lo Cara Delevingne y Georgia May Jagger, sus dos mejores amigas. Creció en una bonita casa del oeste londinense, en el seno de una familia llena de hermanos «revoltosos» (los gemelos Charlie y Madeleine, de 14 años, e Imogen, de 19), educados por una madre enfermera y un padre cirujano estético y filántropo, muy conocido en Inglaterra. «De pequeños éramos cuatro demonios. Un día encerramos a nuestra cuidadora en el cuarto de baño y aprovechamos para mandarle unos mails rarísimos a su novio desde su correo electrónico, que habíamos pirateado. Todavía hoy seguimos siendo muy escandalosos».
Eso no ha impedido al señor y a la señora Waterhouse apoyar a su hija desde el principio. «Mi padre, que se sintió casi aliviado, me dijo: «Perfecto, así ya no necesitas paga». Durante un tiempo, fue campeona de kárate (cinturón violeta, ¡cuidado con ella!), hasta que decidió parar tras romperle la nariz a una compañera durante una competición: «Eso me vacunó». Hoy, practica escalada con su padre: «Incluso hemos mandado construir una pared junto a nuestra casa».
Locamente enamorada de Bradley
Para los que aún lo ponen en duda, Suki Waterhouse es de carne y hueso. No es Sookie Stackhouse, la heroína protagonista de la serie True Blood (interpretada por Anna Paquin). «Algunas personas creen que soy realmente ella. ¡Es de locos!», suelta la verdadera Suki riéndose. De hecho, ella no está locamente enamorada de un vampiro, pero sí de un actor, el sexy Bradley Cooper, al que conoció en febrero de 2013 en una fiesta en Londres. «Nos presentaron y fue un flechazo mutuo. Estábamos bailando y me preguntó si quería que nos marchásemos. Nos fuimos a Cirque le Soir (un exclusivo club de burlesque londinense). Formamos una excelente pareja en la pista».
Y aunque su relación es hoy por hoy oficial, ella se resiste a añadir nada más. «No soy el tipo de chica a la que le gusta hablar de su pareja. Porque, diga lo que diga, va a sonar tonto. Aunque lo cierto es que si empezase, no podría parar. ¿Comprendes?». Más claro, imposible: ¡no queremos correr el riesgo de que nos cuelgue! Y eso que Suki, nacida el mismo día que Bradley, no es nada tiquismiquis. No podemos decir lo mismo de su representante, que prefiere cerrar todo con llave antes de que se desborde. Lo que no va a tardar mucho en suceder…
Ahora, la gran pantalla también quiere una parte de Suki.
‘Party girl’, pero muy trabajadora
Acaba de rodar su primera película, Love, Rosie, una comedia romántica indie inglesa en la que encarna a la amiga del protagonista. «En el fondo, siempre he soñado con hacer cine. Antes de ser modelo, estudié interpretación y música. Después, ya se sabe lo que es crecer, ser adolescente, disiparse… Pero hoy estoy dispuesta a aceptar el reto».
El rodaje fue en Irlanda, y entre sus compañeros de reparto estaban Lily Collins y Sam Clafin. Y aunque ha sido una experiencia muy divertida, también recuerda lo duro que le resultaba al principio memorizar los textos: «Todo es nuevo, no es algo que surja de forma espontánea. Pero no me importa trabajar duro por algo que me atrae de verdad». Nos confiesa que acaba de conseguir un pequeño papel, el de una enfermera, en una producción americana.
Mientras llega su próxima aventura, se dedica a soñar… ¿Con qué? «Me encantaría actuar en una película de Wes Anderson». Y exprime su vida de joven londinense: «Adoro bailar, salgo mucho. También me gusta leer, ahora mismo estoy sumergida en Una vida, de Elia Kazan; me encanta ver películas con mis hermanos…» Cuando está en casa, se pasea en chándal («herencia de mi fase skate»), escribe canciones (ha subido una, Stoned, a YouTube). Y hace fotos de una manera casi profesional: su cuenta de Instagram tiene más de mil publicaciones. De aquí a diez años se ve igual, «pero con un bebé en mis brazos, como mínimo».
La guía del BRIT-CHIC
Estos son los cinco rasgos de la belleza british, en la piel de Suki Waterhouse, imagen del perfume Burberry Brit Rhythm:
- La Kate rubia. Lo de las inglesas y la coloración es una historia de amor. Lo último es el famoso ‘rubio a lo Kate’ [Moss], una mezcla de tonalidades castañas que van del más oscuro (en las raíces) al más claro (en las puntas). Combinado con un corte ligeramente degradado, el éxito está asegurado.
- Flequillo perfecto. Desde Vidal Sassoon y Mary Quant, el flequillo se ha convertido en uno de los elementos estéticos mejor ‘exportados’ por Reino Unido. ¿Ejemplos? Keira Knightley, Alexa Chung, Sienna Miller…
- Cejas ‘hot’. Las cejas muy finas son agua pasada. Ahora se llevan densas y como tatuadas. Oscurécelas con lápiz, perfílalas, péinalas, fíjalas, y hasta atrévete a teñirlas. It’s brow time!
- Smoky light. Párpados maquillados en tonos pasteltipo nude, topo o rosado, que acentuamos a la altura del arco del ojo con sombra marrón oscuro y mate, aplicada hasta el rabillo del ojo.
- Labios ‘sweet’. En la imagen de la izquierda, con labios nude, en un bonito beis satinado, seña de identidad de Burberry make up. Pero las inglesas también son fanáticas del color, como el rosa bermellón o el chicle, para lucir una boca rotunda, imponente como un golpe de fusta.
El neceser de Suki
¿Qué llevas en tu neceser? Heal Gel, ideal para suavizar la piel y tratar los granitos. Un suero de Decléor, para la luminosidad. Un poco de vaselina como hidratante de labios. El labial Lip Mist, tono Rosy Red 205, de Burberry, para dar un poco de color. Y, por supuesto, mi perfume Burberry Brit Rhythm.
¿Tus gurús de belleza ingleses? El peluquero George Northwood, la maquilladora Wendy Rowe, que es genial, y mi manicurista, Theresa Tarmey.
¿Descúbrenos tus direcciones secretas en Londres? La Burberry Beauty Box, que acaba de abrir en Coven Garden: ¡adoro cómo presentan los productos! In Parlour, por Amanda Harrington, mi esteticista experta en cuidados autobronceadores.
