Los expertos en el cuidado de la zona V (zona vaginal) insisten en la necesidad de utilizar jabones específicos que respeten el pH y la flora bacteriana, gracias a componentes que aportan hidratación y evitan irritaciones.

¿Por qué el gel de higiene íntima debe estar integrado en la rutina diaria?

‘Skinificación’ viene del inglés skin, que significa piel. Este término se empezó a usar cuando la Generación Z demandaba una rutina de belleza más multifuncional y los productos de maquillaje incorporaron activos cosméticos que cuidaban la piel. Después se extendió al cuero cabelludo, comenzando a aparecer cosméticos con funciones y activos que beneficiaban su equilibrio dérmico.

Lo mismo sucede con la salud íntima que, desde hace unos años, ya no es algo tan “íntimo”. Uno de los puntos de partida fue, entre otras cosas, cuando la celebrity Gwyneth Paltrow intentó romper los tabúes que rodean esta zona femenina, con el controvertido lanzamiento de una vela llamada “This Smells Like My Vagina” (esto huele como mi vagina) y que tenía como objetivo que las mujeres se sintieran más seguras de sí mismas y deshicieran el tabú del cuidado vaginal.

A esta novedad le siguieron muchos productos de ‘femcare’ (o cuidado femenino), que iban más allá de los clásicos tampones y compresas: copas y esponjas para la regla; braguitas y bikinis menstruales; geles de higiene íntima que se adaptan a las características fisiológicas y generacionales de cada mujer; cremas; etc. La categoría de cuidado íntimo se encuentra en un momento de evolución y crecimiento, ya que, al unir bienestar y belleza, las consumidoras ven cada vez su cuerpo como un ecosistema interconectado.

No obstante, pese a este avance hacia hablar de todo lo que tiene que ver con el V- care (o cuidado vaginal), muchas mujeres siguen teniendo dudas. El área púbica es extremadamente sensible. “La vagina es una mucosa que no está protegida por piel (salvo la parte externa) y las mucosas están mucho más expuestas y son más vulnerables a las infecciones, por eso es tan importante el ecosistema vaginal, para que las condiciones no sean favorables al crecimiento de gérmenes exógenos” afirma Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor y colaboradora de Chilly.

De esta manera, los expertos en el cuidado de la zona V (zona vaginal) insisten en la necesidad de utilizar jabones específicos que respeten el pH y la flora bacteriana, gracias a componentes que aporten hidratación y eviten irritaciones“Los geles de ducha normales pueden agredir el ecosistema vaginal. En cambio, un gel de higiene íntima tiene un pH más ácido, agentes limpiadores más suaves y además está testado bajo control ginecológico,” afirma la Dra. Gómez.

Durante décadas, la categoría de cuidado íntimo femenino estuvo dominada por marcas de inspiración medicinal y de uso exclusivo cuando se tenía alguna dolencia, pero ahora ya está integrado en la rutina diaria. Un gel de higiene íntima es un producto más que exponer con normalidad en el cuarto de baño, junto al champú o el gel de cuerpo. Por eso, Chilly, marca líder en higiene íntima ha cambiado este año su imagen por un diseño más fresco, colorido y juvenil, que seguirá ayudando a mantener la salud vaginal de todas las mujeres, haciendo que se encuentren limpias, protegidas, seguras y sintiéndose siempre “fresh”.

En concreto, Chilly Gel es el best seller y el producto pionero de la marca. Tiene una fórmula fresca, enriquecida con Mentol Natural que respeta el equilibrio fisiológico de la zona íntima y proporciona frescor duradero. Está potenciado con una molécula anti-olor que neutraliza la formación de malos olores y reduce su formación gracias a la acción antibacteriana. Además, cuenta con un pH 5 y Ácido Láctico para respetar la microbiota vaginal. También está disponible en formato toallitas, especialmente pensadas para usar fuera de casa.

Precio recomendado de las toallitas: 3,09€. De venta en Híper, súper y perfumerías.

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