Cuando suenan las doce campanadas algo mágico sucede y todo se transforma: Cenicienta sale corriendo de palacio (y pierde un zapato) mientras se cruza con las criaturas de la noche, que empiezan su jornada de camino a bares y discotecas. Ellos volverán a casa al amanecer y sí, entonces muchos habrán perdido también uno de sus zapatitos.

© Daniel Garret
© Daniel Garret

No, no hablamos de vampiros ni de hombres lobo, aunque a veces podrían confundirse con ellos en actitud o vestimenta (da igual que haga tres meses que pasamos Carnaval). Hablamos de esos personajes que te persiguen allá donde vayas. De Munich a Cuenca, en cualquier garito que te refugies te toparás, aunque tú no lo quieras, con el barman que liga con cualquiera que se le acerque, con alguna mariliendre rodeada de amigos buenorros (y gays) o con esa bailarina que-se-cree gogó.

Por tu propia seguridad, te recomendamos echar un vistazo a esta guía ilustrada antes de entregarte a las mieles de la noche. Te ayudamos a reconocer a toda la fauna (y flora) con la que te cruzarás y te damos algunos consejos de supervivencia para saber cómo reaccionar ante cada uno de ellos.

Estúdialo con atención, porque, ¿quién sabe?, igual hasta te reconoces en alguno de ellos y entonces, a lo mejor, deberías empezar a preocuparte…:

[galeria]