Seamos sinceras: por mucho que Disney se haya empeñado en lo contrario, ni el día de tu boda será el día más feliz de tu vida, ni tu vestido de novia debe representar un desembolso desorbitado. O al menos no tiene por qué, porque por suerte para las novias de este siglo las alternativas son cada vez más diversas y apetecibles, solo toca elegir cuál se adapta mejor. Desde un vestido a medida en la maison de un diseñador de larga trayectoria, hasta una opción costura en cualquiera de los muchos talleres que cada vez más se instalan en nuestras ciudades, pasando ¡cómo no! por la opción low cost.

Con respecto a esta última alternativa, Topshop lanzará su colección para novias el próximo mes de abril, sumándose así a las propuestas de muchos otros: Asos, Reformation, Self-Portrait… Por no hablar de las múltiples propuestas de vestidos blancos en cualquier tienda de cabecera, que pueden funcionar perfectamente para dar el ‘sí quiero’.

¿Los beneficios de esta elección? Además del evidente, el bolsillo, es quizá la alternativa más sencilla y con menos complicaciones. ¡Puedes hasta pedir tu vestido de novia online! Además, quién sabe, quizá lo que te ahorras en el vestido lo puedes destinar a unos zapatos (a los que sí sacarás partido más adelante).

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