Sé sincera: ¿Cuántos años llevas queriendo ir a la Feria de Abril y sin terminar de decidirte? ¿Cuántas veces has planeado el viaje con tus amigas, pero no ha llegado a hacerse realidad? O sea: ¿Cuántas ganas (ganísimas) tienes de llenarte de lunares y volantes y bajarte al sur para no para de bailar y disfrutar (y beber rebujito)?

Pues eso, que ha llegado el momento. Ya está bien de querer hacer cosas y pensarlas demasiado. Súmate conmigo al espíritu #ViveAhora y tómatelo al pie de la letra, porque este año es el mejor para tu ansiada visita a la Feria: coincide con el puente del 1 de mayo (si trabajas en Madrid, además tienes un día más, el martes 2) y ya has tenido tiempo de sobra para estudiarte el manual que te convertirá en toda una experta del evento.

Así que te toca. Busca ya medio de transporte y prepara vestuario, apetito y muchas ganas de fiesta y de mover el cuerpo, porque si hay canciones que digan la purita verdad, esas son todas las dedicadas a la capital hispalense. Desde Los del Río (sabiduría) hasta Alejandro Sanz, pasando por Miguel Bosé, no hay casi nadie que se haya quedado sin cantarle a Sevilla todas sus bondades: que si tiene un color especial, que si con qué pasión te enamorará, que si quisiera estar de nuevo allí y contemplar Triana en el mes de abrilY sí, las vas a bailar todas. 

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No creo que (ya) te hagan demasiada falta, pero aquí van los 10 motivos (lo difícil sería encontrar una sola razón para no ir) por los que este puente no te puedes perder la Feria de Abril:

1. Los sevillanos

Da igual que sea tu primera vez y que no tengas ni idea de cómo comportarte o a dónde ir, porque allí, para ti, estarán ellos. Si ya son cercanos y juerguistas de normal, imagínate en Feria… Quizá el mejor consejo que te puedo dar es que llames a todos los que conozcas para vivir estos días lo más intensamente posible y poder entrar ‘hasta la cocina’ de las fiestas. Pero, si no tienes amigos sevillanos, no preocuparse (como dirían ellos), que allí, seguro, vas a hacer unos cuantos.

2. El rebujito

O lo que es lo mismo: manzanilla o fino mezclado con refresco de gaseosa. Y todo eso que estás pensando, también: rico, dulce, fresquito… y fiel compañero durante las noches y los días de Feria. (Segundo consejo, por cierto: el rebujito no es agua aunque entre solo).

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3. Vestirte de flamenca

Esto es así: una mujer vestida con un traje de gitana siempre está bellísima. Y dime que no tienes unas ganas tremendas de pintarte los labios de rojo pasión y amarrarte al pelo una flor… en lo alto de la cabeza, por favor.

4. La calle del infierno

Aka la zona de atracciones (allí las identificarán como ‘cacharritos’) y chiringuitos donde pasarás la mayor parte del tiempo si tienes niños pequeños. Sí, como te estás imaginando, allí reina el caos, pero al caer la noche se convierte en un magnífico espectáculo en movimiento de luces y sonido que permanece activo y dispuesto hasta que el cuerpo aguante.

5. El ‘alumbrao’

También la noche del sábado al domingo será el La Prueba del Alumbrao: para dar el pistoletazo de salida a la Feria, las 22.000 bombillas de la Portada se encenderán para ir iluminando el recinto por completo. Y sí, los farolillos, las luces y las guirnaldas lo inundan todo.

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6. El flamenquito

Como en toda fiesta que se precie, la música nunca cesa. Y, por supuesto, el género flamenco lo inunda todo: hay música en directo por cada esquina y se cantan los clásicos que incluso tú te vas a saber. No te cortes y anímate también a bailarlos… taconear sobre el albero es otro de los grandes placeres que te contagiarán los andaluces.

7. Las casetas

Aquí es donde se hace real ese dicho (aplicable a todos los espacios del mundo en los que se pretenda festejar sin fin) de «lo que pasa en la caseta se queda en la caseta». Para los forasteros es todo un misterio lo que ocurre dentro de ellas, pero te lo voy a contar: cante, baile, buen beber, buen comer y, al final del día, churros con chocolate. O sea, lo que viene siendo una auténtica maravilla. Cada caseta (hay más de mil) pertenece a grupos de amigos y/o familiares que se pasan el año organizando su Feria particular, así que son privadas, claro. Pero, además de las 16 casetas públicas que cuentan con acceso libre, puedes intentar (amablemente) que te dejen visitar alguna… el ambiente no tiene desperdicio.

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8. El pescaíto

Su gran día será el primer sábado de Feria a medianoche (no sé si te lo crees pero estás de suerte), cuando tenga lugar el primer gran encuentro gastronómico de las fiestas celebrando la Cena del Pescaíto. Pero no temas, durante el resto de días el pescaíto frito corre por las casetas recién hecho junto a las jarras de rebujito.

9. El arte

Dejando a un lado los 7 puntos anteriores (que ya emanan arte de por sí), las expresiones artísticas están muy presentes en la Feria de Abril. Desde el diseño de moda en todos los modelitos que vas a admirar en tus paseos por el Real hasta la decoración de la Portada, pasando por atuendo y detalles de cada caseta. E incluso algunas ediciones limitadas creadas ex profeso para estas fechas.

Aquí la de Ron Barceló, vestida especialmente para la ocasión por el ilustrador Pedro Perles. © Cortesía de la marca

10. El espíritu #ViveAhora

Quizá no te has dado cuenta, pero lo que llevo intentando transmitirte durante todo este decálogo es que no te dejes nada. Que vivas cada minuto del fin de semana como si fuera el último (y como si no te doliesen los pies de tanto bailar). Y que (por fin) te decidas y te coloques la peineta para disfrutar de la Feria de Abril, porque es allí donde vas a conocer la celebración suprema, la paz interior del buen vividor, la satisfacción de aprovechar el instante y el placer irresistible de la vida hedonista.