Llega un momento en la vida en el que sueñas con quedarte tan ricamente en tu casa, echarte la siesta en una cómoda tumbona del jardín, disfrutar de una cena para dos en la intimidad de la terraza… Y ese momento es, sin duda alguna, el verano. ¿Que no tienes ni un metro cuadrado de césped propio? ¿Ni siquiera un triste balcón? Entonces, vive el buen tiempo de puertas adentro; eso sí, vistiendo a tu hogar con decoración de verano para que el calor estival no impida que grites a los cuatro vientos eso de Home, sweet home!

Ponte cómoda, deja las preocupaciones en el descansillo y prepárate para renovar tu hogar con estos 8 trucos decó:

Propuesta de Jaime Beriestain Studio para una terraza en el Eixample de Barcelona. © D.R.

1. Redecora tu verano
Terrazas en las que refrescarse durante las noches más calurosas; patios que invitan a la fiesta; porches listos para recibir a tus invitados… ¿El primer mandamiento en decoración estival? Actualizar aquellos espacios outdoor de que dispongas para vivirlos en plenitud. “Quienes cuentan con un espacio exterior, tienen múltiples soluciones decorativas para poder cuidarlo y amueblarlo de manera cómoda y acogedora. La terraza es un espacio ideal para atreverse con una alfombra para exterior, una escultura o una lámpara de pie. Siempre hay que seguir el mismo concepto de decoración del piso y trasladado a la versión para exterior” afirma el interiorista Jaime Beriestain. No importa el tamaño de que dispongas. “Si tu terraza es pequeña, puedes improvisar una sencilla mesita con dos sillas”, aconseja Silvia Arenas, directora creativa de Westwing. es. “En caso de que sea grande, resultará muy práctico crear una zona de estar con un sofá lleno de cojines y un área a modo de comedor para celebrar reuniones con familia y amigos”.

 

2. Vive en clave verde
En verano, la naturaleza manda. Deja que brote en terrazas y balcones gracias a macetas con flores, especies trepadoras, pequeños árboles frutales, plantas aromáticas… Darán un toque de frescura al ambiente y crearán un particular oasis donde desconectar, ya que la vegetación produce un efecto psicológico muy positivo. Según el interiorista Beriestain, “es aconsejable que un paisajista asesore acerca de las plantas que mejor se adaptan a cada terraza para conseguir efectos visuales potentes en poco tiempo”. Y no olvides que los huertos urbanos siempre resultan un must, por pequeño que sea: pimientos, calabacines, tomates cherry y otras hortalizas en tamaño reducido que luego podrás saborear en tus propias ensaladas… Deja que los elementos más naturales se cuelen también de puertas adentro: incluye en la decoración interior algún jarrón con flores cortadas; eso sí, elige variedades que resistan el calor, si no dispones de aire acondicionado, y que no tengan un perfume demasiado empalagoso para las altas temperaturas.

 

3. Tejidos para seducirte
Si en verano eliges prendas para vestir diseñadas con materiales con los que el calor sea más llevadero, ¿por qué no hacerlo con aquella ropa que viste tu casa como cortinas, manteles o sábanas? Como indica Silvia Arenas, “en esta temporada debemos optar siempre por tejidos naturales y frescos, como los linos y los algodones. ¿Los colores? Los neutros, blancos y tostados son infalibles y se pueden combinar con los tonos del paisaje estival: el azul, que nos recuerda el mar y el cielo, y la gama que remite al sol, como amarillos, naranjas, ocres… El verano es también época de estampados vistosos: los prints geométricos están súper de moda y, si se juega con colores vibrantes como amarillos, azules o verdes, refrescan y dan una sensación muy veraniega”.

Alfombra bicolor de Westwing.es, cactus en macetero de yute de Casa Viva, hamaca de bambú de PLM Design y cojín de cactus de Demarques.es.

4. Un ajuar estival
Hay ropa de casa que, según la experta, no tiene por qué desaparecer con la subida de las temperaturas, aunque se asocie más al frío. ¿Por ejemplo? Las alfombras, que sí son para el verano: “Visten la terraza o el salón en estos meses estivales. Las hay de algodón o fibras frescas… y, atención, las lanas no son descartables, porque aíslan el calor”. Los cojines son básicos tanto en interiores como en exteriores, ya que “ponen el punto acogedor y reafirman el estilo que elijamos para decorar (étnico, boho, romántico, etc.)”. Además, resultan muy recomendables para acomodarnos en nuestro sillón y tumbona favoritos, o en una placentera hamaca en la que disfrutar de una merecida siesta o de los rayos del sol. Silvia Arenas añade que no está de más contar con un estiloso plaid (una especie de mantita ligera) en la terraza, por si refresca de noche; también dentro de casa, por si el aire acondicionado está demasiado alto.

 

5. Triunfa el tropicalismo
Imagínate la escena: una puesta de sol después de un día sofocante; un refrescante cóctel en la mano, música brasileña en el iPod… “El toque tropical es el punto fuerte en las nuevas tendencias de decoración, tanto en terrazas, porches y jardines como en el interior de casa”, asegura Silvia Arenas. “Ese punto exótico puedes darlo con plantas naturales (aunque las hay artificiales que están muy logradas), con estampados en tumbonas y sillas y, por supuesto, con cojines y cortinas. En esos prints no pueden faltar palmeras, kentias, pájaros, flores extragrandes y, por supuesto, los colores verdes, amarillos, corales y azules”.

 

6. Mesas perfectas 
Guarda la vajilla, la cristalería y la cubertería de otoño/invierno. Deja que el buen tiempo se cuele también en tus desayunos, comidas y cenas. Coordina copas, platos y cubiertos con tus manteles de temporada. De colores vibrantes, diseños más divertidos e informales… Y no olvides incluir botellas y dispensadores de bebidas que no solo ayudan a mantenernos hidratados en los días más calurosos, sino que también resultan súper decorativos en fiestas, barbacoas o en algún rincón de la terraza o la cocina”, explica la experta.

Los muebles auxiliares, imprescindibles en terrazas y jardines: set de mesas de centro, modelo La Costa Wire, de Kare Design.

7. Blanco que te quiero blanco
Símbolo de pureza y paz, el blanco es un color nada estresante, uno de los favoritos del estilo minimalista. Para la directora creativa de Westwing.es, “es el rey del verano porque potencia la luz, da sensación de frescor y limpieza”; además, combina bien con todo. “Resulta espectacular en muebles, sea cual sea el material del que estén fabricados: maderas, ratanes pintados, resina trenzada, aluminio, rafias… Y, aplicado a los accesorios de decoración, también aporta un punto de frescura sumamente interesante”.

 

8. Y se hizo la luz… o no
Las noches de verano están llenas de reuniones con amigos, cenas al aire libre o momentos de relax bajo las estrellas. Pero, sin ánimo de romper esa magia estival, es preciso disponer de una iluminación adecuada. “Resulta básico contar con lámparas portátiles LED o, si tenéis un espíritu más romántico, emplear antorchas o velas”, sugiere Silvia Arenas. Ahora bien, ¿qué hacer de día, cuando el sol se impone? Crear una buena sombra es obligatorio para que tu particular edén en realidad lo sea. Puedes montar una sencilla estructura con cuatro palos y una tela de lino blanca que deje traspasar la luz; utilizar mallas de juncos, persianas o esparto, así como toldos y sombrillas (eso sí, la publicidad queda prohibida por el buen gusto).