Moda
Por Javier Sánchez
El pasado domingo TVE abrió de nuevo sus cocinas de MasterChef: Loles León, Fonsi Nieto, Cayetana Guillén Cuervo, Miguel Ángel Muñoz y compañía se lanzaban de lleno muy atrevidos ellos a enseñarnos sus habilidades (o falta de ellas) frente a los fogones, convirtiéndose en los nuevos aspirantes a alzarse con el título de ‘cocinillas VIP’.
Por lo que pudimos intuir en el primer programa, les queda un largo camino por delante: prueba de ello son la versión del ‘león come gamba’ de Fernando Tejero, el ‘bogavante verbenero’ de Loles León o la poca nula destreza de Cayetana Guillén Cuervo con los cuchillos.
Pero este ha sido solo el principio y todo puede pasar en un reality de cocina que volvió a congregar a toda la familia frente a la televisión. Y es que el mundo de los fogones tiene mucho que agradecer a estos concursos que han conseguido que el secreto del nitrógeno saliera de los laboratorios de las cocinas más laureadas para instalarse en Youtube. Antes de ellos, en el Pleistoceno culinario, todo el saber cocinilla se concentraba en dos fuentes: tu familia o el libro de Simone Ortega de la estantería del salón. Todo lo que quedara fuera de esos dos núcleos de conocimiento, sencillamente, no existía.
Por suerte las tornas están cambiando y ahora, además de apuntarte a MasterChef, puedes investigar recetas online, seguir a grandes cocineros en Instagram o inspirarte con la nueva hornada de mujeres chef que parten el bacalao (nunca mejor dicho). También, apuntarte a las mejores escuelas en las que multitud de cocineros te esperan para que te pongas en sus manos, como un padawan de los fogones.
Profesionales o aficionados, si nuestras celebrities pueden, tú también. Delantal modo on.
- Basque Culinary Center (San Sebastián): formación de altura
En el Basque Culinary Center (BCC) de San Sebastián, la primera facultad de ciencias gastronómicas de nuestro país, se dedican a formar a los Adrià del futuro. Además, también tienen cursos para ‘entusiastas’ impartidos por chefs profesionales, que es una bonita manera de llamar a los amateurs. Su oferta para este otoño incluye especiales sobre el pato; monográficos sobre la cocina italiana o mexicana, e incluso un taller especial para celíacos en el que plantean una Navidad sin gluten. Los cursos tienen una duración de entre una y ocho sesiones.
- Le Cordon Bleu (Pozuelo de Alarcón, Madrid): la escuela original y centenaria
El triunfo no es llegar, sino mantenerse. Esta podría ser la máxima de Le Cordon Bleu, escuela que 110 años después de su nacimiento, sigue formando a la vanguardia de la cocina mundial y que abrió sede hace cinco años en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Si en nuestra ambición no está llegar a ser profesionales de los fogones, pero sí que queremos matar el gusanillo, podemos matricularnos en alguno de sus cursos cortos. En dos días, prometen contarnos todo sobre el chocolate, mientras que en seis sesiones proponen un paseo por la cocina española, desde la tradición a la vanguardia. También tienen cursos para petit chefs que, aunque no levanten un palmo del suelo, tengan afición por trastear entre sartenes y ollas.
- Escuela Hofmann (Barcelona): el nombre propio del saber culinario
En 1983, Mey Hofmann abrió escuela en Barcelona con el propósito de acercar los secretos de la cocina a todo el mundo. En sus más de 30 años de andadura, han pasado por sus aulas curiosos, aficionados o futuros cocineros. En 1992 pusieron en marcha el restaurante de la escuela, que en 2004 obtuvo el reconocimiento de una estrella Michelin. Con todo este bagaje, sus cursos siguen agotando plazas. Este otoño proponen aprender sobre setas, descubrir cómo limpiar y cocinar el foie o acercarse al mundo de la coctelería o del café, de la mano de expertos mixólogos y baristas.
- Aingeru Etxebarria (Bilbao): cocinar a la bilbaína
¿Qué es lo que más les gusta hacer en Bilbao? Comer. ¿Y después de eso? Cocinar, claro. Ser de la ciudad del Nervión y no disfrutar poniéndose el delantal es una rareza. Para el otro 99% de cocinillas, la escuela de cocina de Aingeru Etxebarria –apadrinado por Arguiñano y alumno, entre otros, de Subijana– es un lugar de peregrinación. Ofrecen formación constante sobre el arte del pintxo, del que Etxebarria es un consumado experto y cursos más sociales en los que animan a conocer a la ‘media naranja’ mientras se cocina. ¿Quién da más?
- La Zarola (Zaragoza): de pasta a trampantojos
Ubicada en el centro de Zaragoza, La Zarola es una escuela de cocina en la que sacian la curiosidad foodie de sus alumnos con cursos de todo tipo. Tienen talleres especialmente dirigidos a aquellos que todavía llevan la “L” en el delantal, pero también ofrecen cursos para los que deseen profundizar en el siempre agradecido mundo de la pasta fresca o los que busquen un máster en arroces melosos y caldosos. Para los más aventajados, hay aulas en las que se enseña a hacer trampantojos, esos platos en los que nada es lo que parece.
- Escuela Hostelería de Salamanca: platos con productos de temporada
Uno de los mandamientos de los grandes chefs es “cocina con lo que te dé cada época del año”. En los cursos para aficionados que imparten en la Escuela de Hostelería de Salamanca siguen la máxima al pie de la letra. En otoño toca aprender a preparar guisos, estofados o sopas, prestando atención a setas o carnes. También se van de viaje por cocinas del mundo como la tailandesa o la vietnamita, o enseñan a hacer aires, espumas, esferificaciones y demás artes culinarias de birlibirloque.
- Taller andaluz de cocina (Sevilla): desde el mercado de Triana, para todo el mundo
No se nos ocurre mejor ubicación para una escuela de cocina que el interior de un mercado. Al fin y al cabo, una caldereta de marisco tiene su origen en las pescadería y una pularda rellena no sería posible sin el primer (sabio) consejo del carnicero. El Taller Andaluz de Cocina ofrece formación en el mismísimo Mercado de Abastos Triana, pero no se limitan a descubrir los secretos del gazpacho o de una buena fritura: aquí se enseña qué es la cocina nikkei, el ABC de la gastronomía india o qué hay que hacer para que el sushi no se desmorone. Lo que sale de las clases se prueba y se aprueba (o se suspende).
- Kitchen Club (Madrid): ramen, curry y guacamole
En esta escuela madrileña, que cumple ya siete años en dos espacios distintos, cada mes de septiembre viene cargado de cursos. Para un público foodie que ya puede presumir de bordar el sushi o de hacer pizzas como rosquillas, proponen nuevos desafíos que pasan por convertirse en maestros del ramen nivel Kyoto o en unos profesionales del curry, como si en la partida de nacimiento figurara Kerala. Todo esto, en solo unas horas, y en unas instalaciones en las que no falta gadget cocinillas alguno.
- Cook Lovers (Castellón de la Plana): finger food y detox, en clave cazatendencias
Cook Lovers es la escuela para aficionados de la Universidad Cardenal Herrera CEU. Ubicada en Castellón de la Plana, propone cursos acorde con las últimas modas gastro. Todo lo que siempre quisiste saber sobre la comida detox y no te atrevías a preguntar, un monográfico sobre la tan en boga street food o recetas para impacientes que se hacen en 15 minutos, son solo algunos de los talleres que se imparten: pura cocina del siglo XXI.
Este artículo se publicó originalmente en el número de septiembre 2016 de ‘Shopping&Style’, el suplemento del último jueves del mes de ‘El País’.
