Resulta increíble que en pleno siglo XXI exista un hotel sin conexión a internet pero lo hay, y está más cerca de lo que parece. Y lo más importante, ¡alberga vida! En pleno Valle d’Arán, rodeado de nieve y naturaleza está el hotel Banhs de Tredos, el balneario más alto y pequeño de Europa, un lugar perfecto para perderse y desintoxicarse (porque reconozcámoslo, somos un poco adictos) del ritmo frenético y contaminante de la ciudad.

balneariocutty4
Fachada del hotel balneario. © Banhs de Tredos

«Cuando los clientes se van nos piden que jamás pongamos Internet» cuentan los trabajadores del centro. Y es que, aunque en un principio parece que pasar unos días sin conexión a la red puede resultar infernal, lo cierto es que en cuanto te acostumbras (y desenganchas) disfrutas como nunca (concretamente como cuando nunca tenías un móvil en la mano 24 horas).

Nos desplazamos hasta allí para formar parte de la nueva experiencia de Cutty Sark: el Vall d’Arán se ha convertido en el escenario perfecto en el que convertirnos en #cuttybandistas y conocer de primera mano los orígenes clandestinos y aventureros de la conocida marca escocesa de whisky y seguir escribiendo su historia. Y así lo hicimos, con siete planes para disfrutar en mitad de las montañas:

balneatiocutty8
© Juan Sisto

1. Un día practicando esquí y snow con los mejores (y más guapos, motivación extra, todo hay que decirlo) riders de la zona. Y, aunque en un primer momento no estaba muy convencida con eso de pasar más tiempo con el culo en la nieve que sobre la tabla, las enseñanzas de los monitores de Landing Snowboard consiguieron que protagonizara alguna bajada… ¡e incluso disfrutando de las caídas!

2. Excursión por la montaña entre nieve virgen, naturaleza y aire puro, recargando bien los pulmones antes del regreso a la ciudad.

balneariocutty5
Una ruta de cerca de dos horas por los alrededores de la zona del hotel, perfectos para practicar senderismo, caminar con raquetas…

3. Terminar el día en el spa balneario. El hotel al completo se abastece de un manantial de agua termal a 33º, unas aguas especialmente indicadas para tratar problemas articulares, respiratorios y afecciones dermatológicas, pero también cuenta con su propio spa, el lugar perfecto para terminar tras largas jornadas de deporte y el antídoto a las temidas agujetas del esquí.

4. Ruta en motos de nieve. Al ser un lugar al que en invierno solo se puede acceder en moto de nieve, este vehículo se convierte en una prolongación de tu propio cuerpo (en la ciudad lo es el móvil, en la montaña, la moto). Te lleva a todas partes y seas amante o no de la adrenalina, la experiencia es inigualable. Eso sí, motoristas de ciudad, no os confiéis porque ¡no se conducen igual!

balneatiocutty7
Las motos de nieve, toda una experiencia a probar al menos una vez en la vida.

5. La mejor gastronomía de la zona de la mano del chef Rodrigo Nocito, con productos de temporada: carne a la brasa, canelones rellenos de espinacas, cocido típico del Valle, embutidos… ¡Lo tienen todo preparado para que repongas fuerzas y al día siguiente no tengas excusa para seguir disfrutando de la naturaleza!

6. Bailar hasta el amanecer en un iglú. Porque sí, en este viaje también hay momentos para la fiesta y lo hicimos, dentro de este iglú improvisado, donde disfrutar de las vistas y el paisaje sin pasar frío. Porque claro, a ver quién es el chulo que se atreve si no a bailar al ritmo de Juan Luis Guerra y su Bilirrubina a una media de 10º bajo cero.

balneatiocutty9
La pista de baile de la montaña mola bastante más que cualquier otra de una discoteca de ciudad.

7. Y muchos, muchos cócteles que el bartender de Cutty Sark, Israel Cordero, preparó para nosotros bajo el concepto de Winter Cocktails.

¿Lo mejor? Que la firma se ha quedado con ganas de más y planea regalar varios viajes a este balnerario escondido en mitad de Pirineo. Entra en su cuenta de Instagram, y descubre cómo.