Anda el “Chiringuito sound” un poco revuelto ante la avalancha de presuntos hits que llegan para el verano. Los dj están como locos buscando huecos en sus playlists ante estas novedades veraniegas. A los clásicos de toda la vida, la factoría músico-televisiva ha generado un puñado de temas que, seguro, estarán entre los más bailados y cantados, porque a ciertas horas de la madrugada todos los gatos son pardos y ya se sabe… “Quiero bailar toda la noche”.

No sé por dónde empezar, porque tanta novedad abruma a cualquiera, la verdad. La música es casi siempre igual: machacona, metalizada, ecualizada, filtrada… En una palabra, feíta, pero práctica, porque con tanto ruido se tapan las carencias de los que perpetran (que no interpretan) estos temas llamados canciones. Las voces, en muchas ocasiones, son prácticamente ininteligibles.

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Hacemos de tripas corazón y nos adentramos en las profundidades de las letras de las canciones veraniegas.

 

Donde la cosa explota es en el tema de las letras. Cada una supera a la anterior. Empecemos, por ejemplo, por el reggaeton del futbolista Jesé. Su tema, Yo sabía. En los cuatro minutos que dura ocurre de todo. Empieza que el sabía “que esto iba a pasar haciendo cositas locas fuera de la normalidad”. Sus cositas locas se convierten en un aviso a ‘navegantas’: “Aprovecha, estoy para ti, voy a darte placer, ehhhh”, pero luego todo son fuegos artificiales. Lean, lean: “Hagámoslo como si se acabara el mundo –hasta aquí todo normal, pero…–. Decide tú, te hago el amor en un segundo” ¡En un segundo! ¿Perdona? ¿Cómo? Casi, casi como un colibrí, a toda leche. Luego lo intenta arreglar: que si probar tu piel, que si unas llamadas de madrugada, que si baby por aquí… ¡Ehhhh!

https://www.youtube.com/watch?v=vlzKoP8q6ys

La temperatura sube, por proximidad, con Ylenia, la GH máxima, que se ha lanzado a las pistas de baile con su canción (y videoclip incluido, ¡como tiene que ser!) Pégate. Ella es mucho más directa: “Quiero una aventura contigo, siento que me excito, pega tu cintura conmigo, que tú me llevas y yo te sigo”. Total que se va a una fiesta invitada y ocurre algo que no ocurre en todas las fiestas (¡es la magia de las letras!): “Deja que tus manos me acaricien por la espalda, Quítate la ropa y verás cómo se juega, Pégate a mi cuerpo que eres la cosa buena”. Y ya está, ya no hay más letra. Todo vuelve a sus principios, como un bucle: “Pega tu cintura conmigo, que tú me llevas y yo te sigo, quiero una aventura contigo, siento que me excito”. Y mucho fuego en el videoclip… ¡con el calor que hace!

En todo este tinglado no puede faltar un Rivera. Kiko, el dj de los Pantoja Family. Llega con Dale, un tema que comparte con el canario Dasoul. “La unión hace la fuerza”, dicen ellos; y para variar más caloret y gimnasia para el body: “En una fiesta [¿dónde están estas fiestas?] se me presentó, ella estaba bien buena y me cautivó, muy caliente ella muy caliente yo, me volvió loco. Es que su fuego me quema, mi obsesión me delata, quiero tocar su piel, besar su piel”. Extraordinarios ripios. Me descubro. Y termino embelesado: “Dale, tu eres tremenda y lo sabes, bailemos los dos juntos al son de los azabales (¿?), somos humanos con instintos de animales, dale, así que dale, dale, Guau, es que me tiene vincilado”.

Otros que se apuntan al dance. Estos dos vienen de la casa de GH que, por lo que se ve, ha dado su juego. Primero, Coman. ¿Se acuerdan? El título de su ‘prenda’ musical es Lion King. Coman luce descamisado six pack y poca voz en un videoclip grabado en un bosque de pinos, donde los leones ni aparecen. Otra “granhermana” que se lanza al ruedo musical: Aguasantas y Tu recuerdo. Flamenquito susurrado, que habla de “besos grises, besos blancos”, de aguaceros, de labios en la noche… Esta, para la hora de las lentas.

Y el punto final lo pone Víctor Sandoval con la pegadiza Sandovalízate, un selfie musical donde propone un manojo de soluciones cuando los días se tuercen. “Sandovalízate, saca tu mejor sonrisa hoy, siéntete mejor, fuera el mal humor”. Claro que sí. Y así hasta el “gesticula, ríe sin parar, derrochando tu felicidad, olvídate de todo, congela a Nacho Polo” (una puyita a su exmarido. No viene a cuento, pero no estropea la rima). A mí, si me la ponen al amanecer, acabo “sandovalizándome”.