Moda
El compañero de trabajo borracho que no deja de hablar; tu tía, la-eterna-soltera, que pretende salir contigo en Nochevieja porque vive una segunda juventud; las primeras navidades en familia (en la de tu pareja, digo)… Son muchas las situaciones incómodas, curiosas y dignas de análisis que dejan las diversas fiestas navideñas a las que estamos a punto de enfrentarnos.
Las autoridades sanitarias recomiendan tomarse estos eventos con el mejor sentido del humor posible, por eso te ‘animamos’ las 25 mejores situaciones por las que -muy probablemente- vas a pasar, porque lo importante -sobre todo en Navidad- es reírse de uno mismo. ¡Préparate!
1. Te mentalizas de que, como vas a comer mucho y no quieres privarte de nada, tienes que hacer ejercicio como una loca. Motivación que, por cierto, solo te dura un día. Pero está bien intentarlo (palmadita en la espalda, there there).
2. Siempre es mejor disfrutarlo, porque Navidad = Comida = MUCHA comida = Actitud necesaria:
3. El día de tu cena de empresa, por la mañana, estás abierta a todas las posibilidades. Como la canción de Raphael cuando no hacía anuncios de Loterías (y hasta la tartareas).
4. Pero todo cambia cuando sales de la oficina, después de todo el día delante de la pantalla del ordenador y asimilando que te va a tocar seguir hablando de los mismos temas.
5. Cuando te sientan al lado de tus jefes (y lejos de los mortales) en la cena de Navidad:
6. Y empiezan a hablar de su vida personal…
7. No todos son amigos del marisco. Siempre hay alguno que pretende pelar gambas con cuchillo y tenedor. Explícale que eso es un error.
8. Cuando el sector masculino de tu oficina intenta aprovechar tus copas de más tras la cena para impresionarte…
9. Compañeros de trabajo que «no son muy de postre». Ni siquiera en Navidad… ¿Estás de broma?
10. Cuando tu mejor amiga del trabajo decide irse a casa pronto dejándote sola ante el peligro, agárrate a su pierna como si no hubiese mañana.
11. Bailar en las cenas de empresa. Podría ser así…
…pero la cosa es más bien así:
12. Cuando llevas media hora mirando con ojitos el último trozo de jamón en el plato, y lo coge tu jefe…
13. Cuando tu compañera de trabajo te cuenta el ridículo que hizo la noche anterior borracha en la cena. Lo que le dices…
…lo que harías si te hubiera pasado a ti:
14. Y a la cuarta copa, sucede: alguien saca el Singstar. ¡Sálvese quien pueda!
15. Temas de conversación recurrentes pero carentes de interés alguno para tratar de hablar de algo con la chica de tu oficina que se sienta al lado y sabes que te odia:
16. Cuando tienes que levantarte para ir a trabajar al día siguiente de la cena de empresa:
…y la cara con la que sales de casa:
17. Tú y tu reacción al primer trozo de Suchard del año:
18. Y si… ¿aprovecho la cena de Nochebuena para presentar en sociedad a mi pareja? ¡Sí, claro! ¿Por qué no? Si total solo están hasta los primos pequeños del apuntador ¡y va a ser todo muy cómodo!
…Pero puede ser peor: tu madre acaba contando batallitas de tu infancia:
Y recuerda que, si Nochebuena fue en tu casa, Navidad toca en la de tu suegra. Mentalízate:
19. Cuando tus amigos deciden no salir en Nochebuena. ¿¡Cómo han podido!?
20. Pre-cena. Tu abuela. En el salón de tu casa. Meses sin verla. Rencor
21. Eeeeehm… ¿nadie quiere la última croqueta?
22. Ese gran momento en el que te quitas el vestido después de la cena de Nochevieja:
23. ¡Ey! Hoy es uno de enero y tienes que levantarte para comer… ¡OTRA VEZ!
24. Y recuerda que el dos no es fiesta y aún sigues con la resaca del 31…
25. Pero no pasa nada, porque es Navidad, todavía queda la fiesta de Reyes y seguro que alguien ha llevado roscón a tu oficina. ¡Que lo disfrutes!
Este artículo se publicó originalmente el 12 de diciembre de 2014.