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Desde hace algún tiempo las dietas cetógenicas (o sea, bajas en carbohidratos) han demostrado tener una alta efectividad para adelgazar y lograr deshacerse de la grasa sin perder masa muscular. Sin embargo, los carbohidratos son un grupo necesario siempre y cuando tengan un alto contenido en nutrientes y fibra, como los granos y las frutas (no, aquí no entran el pan, las harinas refinadas y el arroz).
Consumir una dosis moderada de carbohidratos por la mañana y al mediodía también puede ayudarte a mantener tu peso estable, ya que ayudan a darte energía para tener un rendimiento óptimo durante todas tus actividades. Los carbohidratos hacen que el cuerpo retenga líquidos y por lo tanto cuando bajas su consumo también la piel se ve más pegada al músculo. Cuando dejas de comer carbohidratos después de las dos y media de la tarde, permites que tu cuerpo los pueda quemar durante el resto del día.
Los carbohidratos saludables que puedes consumir durante la mañana son frutas, como fresas y moras; vegetales verdes, coliflor o granos enteros, como la quinoa y la cebada. Los que debes eliminar por completo de tu dieta (excepto en tu comida libre o en contadas ocasiones) son las harinas, el arroz blanco, el azúcar, las patatas, la pasta y las bebidas alcohólicas).
Lo recomendado es ingerir menos del 30% del total de tu alimentación en carbohidratos y el 70% de grasas y proteínas, aunque antes las grasas eran consideradas lo peor para mantenerse delgado, ahora está comprobado que incluso ayudan a adelgazar, obviamente estamos hablando de grasas saludables como el aguacate o las semillas oleaginosas.
Para lograr tus objetivos y alcanzar la talla que deseas, se recomienda mover tus comidas fuertes a una hora más temprana del día.
Así que ya lo sabes, si no quieres hacer una dieta muy estricta, solo olvídate de los carbohidratos después de las dos y media de la tarde y a seguir disfrutando de la vida.
Fotos: Getty Images