Os voy a contar algo extraño para un hombre hetero y soltero que vive solo: el otro día encontré unas bragas debajo de mi cama. Fue por casualidad, cuando buscaba un pendiente que me reclamaban y nunca quiso aparecer. Pero esa es otra historia. El caso es que en su lugar encontré un tanga negro de algodón del H&M. En mis manos, aquello era un trozo de tela sin gracia, cero erótico, tan poco fetichista como un calcetín doblado. Traté de recordar de quién eran, cuándo habían sido abandonadas y, sobre todo, qué habría pensado yo de ellas y de su dueña la primera vez que las descubrí.

Los ángeles de Victoria's Secret, una constante pero irreal fuente de inspiración.
Los ángeles de Victoria’s Secret, una constante pero irreal fuente de inspiración.

El hallazgo tenía una historia: podría contar mi currículum sentimental recordando bragas. O mejor, servirme de ese ejercicio de memoria para clasificar mis bragas favoritas y qué pensamos de ellas cuando os vemos con ellas puestas. Porque no todo puede ser Victoria’s Secret ni sujetadores de dos millones de euros lucidos en Londres por Adriana Lima. De hecho, esas prendas ni nos interesan. Éste es mi top-ten.

Bragotes

O como las conoce todo el mundo: las de Bridget Jones. Son una subcategoría dentro de las bragas clásicas, con su forma triangular que sigue a la pierna hasta arriba y recubre la totalidad de las nalgas, pero con una particularidad especial: son grandes y de algodón o tela. Pueden ser anchas en la cintura, están llenas de pliegues y el corte de las piernas se presenta en un abultado triangulo que hace que sobre tela.

Nomenclatura básica: Braga grande o bragote. Nos gustan por: No nos gustan demasiado. Suelen esconder: Ingles poderosas. Proyectan: Dejadez y cierto erotismo demodé. Las hemos visto en: Alguna ex y, salvando las diferencias, en Sofia Loren en Matrimonio all’italiana.

tumblr_mbu948Orze1qakh43o4_500

 

Bóxer femenino

Al principio nos los robabais, pero cuando descubristeis que veros con nuestra ropa interior puesta nos pone muy perros, empezasteis a comprar los vuestros. Carnales, deportivas y de gran desenfado, son bragas modernas que adoptan la forma de la ropa interior masculina por antonomasia. Tienen el talle bajo en la cintura y recubren la pierna en su nacimiento con una gran coquetería. En licra y con encajes, son todo voluptuosidad.

Nomenclatura básica: Shorties. Nos gustan por: Su mezcla de deportividad y erotismo. Suelen esconder: Glúteos y vientres cultivados. Proyectan: Frescura y resistencia sexual. Las hemos visto en: Decathlon.

Culottes de encaje

Son las nuevas bragas estándar, estilizadas al máximo y con una carga sensual enorme. Dejan al descubierto gran parte del vientre y, por detrás, cubren la nalga en su totalidad, mientras en la cintura estilizan la pierna. Rematadas en licra y con encajes, adoptan una multitud de estampados que combinan la visibilidad de determinadas partes de la anatomía mientras otras permanecen en sombras como celosías textiles. Un capricho contemporáneo.

Nomenclatura básica: Culotte de cintura alta de encaje. Nos gustan por: Su alto erotismo. Suelen esconder: Cuerpos cálidos y agradecidos. Proyectan: Seguridad sexual y autonomía. Las hemos visto en: Modelos famosas como Irina Shayk y maravillosas (e inconfesables) modelos domésticas.

Catherine Deneuve, en 'Belle de Jour'.
Catherine Deneuve, en ‘Belle de Jour’.

Culotte de algodón

Un básico sencillo, con un arco marcado en la apertura de las piernas, talle bajo y tendencia a redondear los glúteos. Pueden venir estampados o con pequeños lacitos y observarlos proporciona una agradable y erótica sensación de frescura. Son sinónimo de la femineidad sencilla.

Nomenclatura básica: Culotte de algodón. Nos gustan por: su imagen de inocencia y juventud. Suelen esconder: Mujeres jóvenes y elásticas. Proyectan: Vida. Las hemos visto en: Los posados inocentes de Audrey Tautou.

cc992e25-4b65-4a0f-8d0a-30d4b3df0509

 

Braga vintage

Un must have entre nuestras abuelas que ha sido reinventado en algodón como bragas reductoras con gran acierto erótico. Tienen la forma de una braga normal pero suben por la cintura hasta tapar completamente el ombligo. A priori, no tienen ninguna carga sexual, sino todo lo contrario, pero en cuerpos agradecidos, su función de ocultar michelines se transforma en un fetiche de lencería retro.

Nomenclatura básica: Braga faja. Nos gustan por: Estilizar las piernas, cuando sientan bien. Suelen esconder: Barrigas insolentes. Proyectan: Fetichismo analógico y, en algunos casos, pura funcionalidad. Las hemos visto en: Las pin-ups de los cincuenta y en las portadas de los discos de Julie London.

Marilyn Monroe enseñó la ropa interior más famosa del cine en 'La tentación vive arriba'.
Marilyn Monroe enseñó la ropa interior más famosa del cine en ‘La tentación vive arriba’.

Algodón con bordados

Son una variante de las braguitas clásicas, pero con algún toque de fantasía inocente, como pequeños corazones de tela o discretos encajes. Pueden ser de colores e incluso tener un tamaño algo menor que las bragas ortodoxas, en triángulo suave, como los bikinis sesenteros. Añaden un plus de picardía y son un lujo cuando asoman de entre algún pantalón perezoso.

Nomenclatura básica: Braguita de algodón con bordados. Nos gustan por: Su picaresca adolescente. Suelen esconder: Piernas inteligentes. Proyectan: humanidad y coquetería leve. Las hemos visto en: nuestras compañeras del instituto.

Ejemplo de este tipo de braga en el último desfile de Victoria's Secret celebrado en Londres.
Ejemplo de este tipo de braga en el último desfile de Victoria’s Secret celebrado en Londres.

‘Gostosas’

La braga brasileña deja ver nalga, conteniéndola en parte y estableciendo un sabroso juego erótico. Es una braga algo encogida, con vocación cercana al tanga pero respetando la forma clásica en la ingle. En algodón son rotundas e invitan a tocarse, adoptando cientos de variantes mucho más atrevidas cuando están fabricadas en licra.

Nomenclatura básica: Brasileñas. Nos gustan por: Querer tapar sin hacerlo del todo. Suelen esconder: Vientres exóticos y culos generosos. Proyectan: Juegos de Lolita, sobre todo si tienen encajes. Las hemos visto en: La publicidad de Victoria’s Secret y películas protagonizadas por strippers tipo Showgirls. 

Elizabeth Berkley, en 'Showgirls'.
Elizabeth Berkley, en ‘Showgirls’.

Blancas y clásicas

Las bragas “de toda la vida” son un icono de limpieza y sencillez que cada vez se encuentra menos. Muy frenchies, tienen la forma justa y tapan todo lo que hay que tapar, cubriendo la anatomía desde las ingles a los pliegues de los glúteos. Es un regalo encontrárselas debajo de un vaquero bien limpio y son tan neutrales que desprenden el erotismo que uno mismo proyecte en su usuaria.

Nomenclatura básica: braguita. Nos gustan por: Su neutralidad erótica. Suelen esconder: Cuerpos maravillosamente imperfectos. Proyectan: Candor. Las hemos visto en: la Teniente Ripley en la primera entrega de Alien, un clásico del erotismo sci-fi.

Sigourney Weaver demostrando que lo sencillo puede ser muy erótico.
Sigourney Weaver demostrando que lo sencillo puede ser muy erótico.

Tanga

Fueron una revolución en su día, pero estas bragas reducidas, que eliminan la tela de la parte posterior hasta lo imposible están hoy a la orden del día. En algodón, licra o microfibra, juegan a no transparentar las costuras de la ropa interior con ropa ajustada y muchas de sus versiones han perdido la carga libertina de sus predecesores.

Nomenclatura básica: Tanga. Nos gustan por: Casi carecer de costuras y agradecerse con ropa ajustada. Suelen esconder: Muy poco. Proyectan: Una seguridad física total. Las hemos visto en: todas partes.

Tanga extremo

Un horror que todos deseamos no encontrarnos nunca y que además debe ser incomodísimo. Esta modalidad de tanga es la mínima expresión de una braga, consistente en un triángulo escaso de tela para el pubis y apenas unos hilos que la sujetan a la espalda y la poca carne que por ahí quede. Casi pornográfico, muestra todo lo que hay que ver sin ningún disimulo y requiere de una modelo sublime si no quiere antojarse una prenda interior ridícula.

Nomenclatura básica: Tanga de hilo dental. Nos gustan por: No dejar ningún tipo de marca en leggins y pantalones ultrajustados. Suelen esconder: Nada. Es la braga más sincera del mundo. Proyectan: Puterío. Las hemos visto en: Las redes sociales (como el tanga que enseñó en Twitter Sofía Vergara) y en la portada del último disco de Nicki Minaj.

nickiminaj-anaconda6