¿Cuántas veces al ver un caso empresarial de éxito (especialmente si ya te has enganchado a Girlboss, la historia de la creadora de Nasty Gal), has pensado: ‘Yo también puedo’? Si más de una vez se te ha pasado por la cabeza montar tu propia empresa o te estás planteando dejarlo todo para convertirte en la próxima Sophia Amoruso, tenemos toda la información que necesitas para lanzarte a la piscina de los negocios.

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Empecemos por la base de nuestro futuro negocio: la idea.

Un día se te olvidan las llaves de casa y tu novio no estará cuando llegues… ¿Y si hubiese un mensajero en bici que te las trajese al restaurante en el que estás con tus amigas en ese instante? ¡Eureka! Ya tienes una brillante idea (en este caso se la hemos copiado a Glovo, ¿no pensarías que te lo íbamos a dar hecho?) Llegas a casa dándole vueltas y más vueltas. No puedes dormir. Han pasado dos horas y en tu cabeza ya no estás creando solo una aplicación móvil, sino que ya te has convertido en millonaria y das conferencias por todo el mundo. ¡Alto! Que ni es tan fácil como te imaginas, ni el fin es la prejubilación en las Bahamas.

Tomás Santoro, fundador de SumaCRM (su cuarta empresa), y autor de uno de los blogs de emprendimiento con más éxito de España, nos desmonta el mito de la idea brillante que nos cambia la vida: “Siempre digo que un avión no despega en la Castellana, en Madrid, y que un coche no despega en un aeropuerto. Tienes que ser avión y estar en un aeropuerto para despegar. Es decir, necesitas tener una idea, una estrategia y, lo más importante, un equipo y que ejecute esa estrategia. La clave no está en la idea, sino en la ejecución de la idea. De hecho veo que mucha gente que quiere emprender está esperando que llegue una gran idea, y la realidad es que el 99% de las empresas son copias de otras. No hace falta tener la tuya propia para emprender, sino ejecutarla igual de bien que los que lo estén haciendo bien”.

«Ah… pues tiene sentido, mira».

Así visto, puede desmotivar si no nos vemos con la suficiente preparación. Pero la realidad es que nadie nace sabiendo. Hasta el mismísimo Warren Buffet ha reconocido más de una vez que “el mayor riesgo viene de no saber lo que estás haciendo”. Por eso Santoro recomienda dar el primer paso: “Como más se aprende es haciendo cosas. Al principio es normal no saber, pero no hay que preocuparse, poco a poco se va aprendiendo. De hecho al principio no tienes por qué saber de todo porque no lo vas a necesitar. Para aprender sin duda lee blogs de emprendedores, para mí es mi mayor fuente de información. Soy un devorador de blogs a diario”.

Si ella lo consiguió (que es un verdadero desastre), tú también puedes.

Entonces, ¿por dónde podemos empezar?

Es verdad que para emprender no se necesita ser un as en Administración de Empresas, Marketing o Finanzas, siempre y cuando te dejes asesorar. “Antes de emprender me habría gustado saber que lo más importante es tener un gran equipo. Cuando empiezas estás solo y vas muy rápido y por eso te puedes confundir y cuando creces, pensar que eso tiene que seguir siendo así, pero una vez coges tracción quien te hace llegar lejos es el equipo. Como nadie me lo había contado con mi primera empresa me confundí, y lideré a base de látigo, de hecho me llamaban ‘El Tirano’. Con mi ultima empresa, hemos creado una cultura de empresa muy guay, en la que la gente viene a trabajar porque quieren ser los mejores en lo suyo, y eso hace que sea también lo mejor para SumaCRM. No tenemos jefes, somos una empresa desjerarquizada, con gente con muchísimo talento, y con una cultura de empresa como la que siempre había soñado”.

Pero rodearte de buenos profesionales no siempre significa buscar un socio a la desesperada, según El Libro Negro del Emprendedor, una lectura imprescindible para todos los que quieran adentrarse en esta aventura, antes de asociarte debes plantearte por qué quieres hacerlo. Si tu respuesta es porque necesitas un abogado, un experto en marketing, un contable, etc. ¡contrátalo!

Hecha esa criba del socio como compañero para no sentirte sola, y buscando uno que realmente aporte valor, Tomás Santoro nos recomiendo tenerlo: “En mi humilde opinión veo clave tener socios. Hay tantas cosas que hacer que es necesario tener alguien igual de comprometido que tú. Pero ahí está la clave, al principio el barco es muy grande y entra todo el mundo, pero luego cuando estás en altamar el barco es mucho más pequeño, así que no metas a socios solo por el hecho de que es clave. Socios que te complementen y con un pacto de socios que determine qué hacer si uno deja de trabajar en el plazo de, por ejemplo, los primeros dos años”. Ya lo dice un proverbio africano: “Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”.

Que se lo digan a Jesse Eisenberg Mark Zuckerberg.

Con socio o no, nunca camines sola. Busca ayuda en expertos que ya hayan pasado por ello. ¡Y cuéntalo! No guardes tu idea como si fueses Gollum. Aunque no lo creas, ¡nadie va a robártela! Guy Kawasaki asegura en su best seller El arte de empezar 2.0 que en todos sus años de experiencia, ¡y son muchos! nunca ha visto a nadie robar una idea (¿creías que nadie lo había pensado?). Al contrario, contarlo mientras recorres el camino del emprendimiento, te hará encontrar a gente que querrá ayudarte.

  • Haz networking. Existen varios lugares de encuentro, como el Campus de Google en Madrid que, además de charlas y talleres donde aprender de los mejores, es un buen lugar de networking donde encontrar apoyo.
  • Recurre al departamento de antiguos alumnos de tu universidad. Te sorprenderá lo que pueden hacer por ti. Por ejemplo la Universidad Francisco de Vitoria acaba de lanzar un vivero de empresas para todos aquellos que, tras pasar por sus aulas, están decididos a lanzar su propio negocio.
  • Infórmate en las incubadoras y aceleradoras. Son empresas que se dedican a impulsar a las startups para su crecimiento en alguna de sus etapas: Seed stage (concepción de la idea y desarrollo de producto), Early stage (el producto ya está en el mercado y tiene una cartera de clientes), Growth stage (el momento de crecer). La guía de El Referente pone a tu disposición un listado de todas ellas.
  • Lee mucho. Hoy en día Internet es una gran fuente de datos. Tomás Santoro cuenta en su blog su experiencia de forma transparente compartiendo todos los datos de su empresa,… ¡incluso las hojas Excel con las que trabaja! El Referente es una web muy completa para estar al día de las últimas noticias sobre startups.
  • Deja por unos días de ver series y engánchate a vídeos de expertos. Ted contiene un sinfín de inspiradoras charlas de las que puedes aprender mucho.
  • Fórmate. Hoy en día Internet es una fuente de información amplísima para ser autodidacta, sin embargo en muchos casos no estará de más apuntarse a algún curso que pueda ayudarte. Por ejemplo, el Centro de Estudios Garrigues cuenta con un Máster Executive en Emprendimiento & Startups.
  • Sigue a los gurús en Twitter. Haz una lista de emprendedores de éxito (como Nono Ruiz fundador de Chicfy u Óscar Pierre fundador de Glovo); y business angels (como Iñaki Arrola o Luis Martín Cabiedes para estar al día de la información que comparten e irte familiarizando con el mundo de las startups.
  • Acude a las instituciones públicas. ¿Sabías que puedes crear una sociedad limitada a través de internet? Con el Programa CIRCE del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad te ahorrarás mucho tiempo y dinero.
  • Infórmate también de las ayudas y préstamos del Gobierno. Santoro cuenta en su blog cómo consiguió un ENISA, un impulso financiero para las Pymes.
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¿Y después qué?

Santoro lo tiene claro: “El mejor consejo que he recibido es vender, vender y vender. Hay que reconocer que a los emprendedores nos apasiona crear, pero nos da pánico vender. Pero si quieres crecer, la verdad es que solo hay una manera, hay que salir y vender tú mismo. Los clientes son la mejor fuente de financiación y sobre la que se basa cualquier empresa. Por eso creé un curso de ventas gratis con todo lo que he aprendido en mis ocho años emprendiendo hasta facturar 100.000€/mes”.

Nos enfrentamos quizás a la pregunta que más miedo nos da cuando nos cuestionamos si seremos capaces o no de hacerlo… ¿Puede emprender todo el mundo? “La verdad es que no. Creo que un emprendedor es una persona con capacidad para asumir el riesgo y la incertidumbre, por lo que mucha gente no podría hacerse con ello. Tienes que tener mucha pasión. La razón es que cuando emprendes, vas a pasar por momentos muy duros en los que lo ves todo negro y la razón te dice que lo dejes, pero en ese momento es en el que tienes que confiar en tu corazón para seguir adelante. Como contó Steve Jobs en su famoso discurso de Stanford, para mí el mejor discurso emprendedor del mundo: ‘No puedes conectar los puntos mirando hacia delante, solo puedes conectarlos mirando hacia detrás. Tendrás que confiar en tu corazón’”.

Pero sobre todo, si decides emprender, deberás prepararte para lo bueno… ¡y lo muy malo! “Lo mejor de montar tu propia empresa es la libertad de pensar algo y poder hacerlo inmediatamente. Lo peor es la famosa montaña rusa del emprendedor, que un día te crees que eres el amo del mundo, y al día siguiente estás llorando (muchas veces literalmente) porque todo lo ves negro”, reconoce Santoro. Nadie dijo que el camino fuese fácil.