Twitter nos ha puesto el mundo patas arriba esta semana, porque ha decidido acabar con esa estrella tan cuqui y mona que nos permitía ‘favoritear’ esos tuits que más nos gustaban (en formato multiusos, porque tan pronto usábamos la estrella para decir “me encanta tu tuit” como “me gusta tu tuit, pero más me gustas tú, mándame un DM, guiñoguiño”).

¿Y qué han decidido el señor Jack y su equipo de diseño poner en lugar de nuestra estrella favorita? Un corazón. UN CORAZÓN. ¿Se puede ser más moñas y cursis? ¿Se puede haber creado un icono más complicado de clickar, por miedo a que confundan tu like con un intento de flirteo y un “la última copa la tomamos en casa”? Eso sí, el corazón suelta purpurina cada vez que lo pulsas, así que tampoco nos vamos a quejar demasiado.

twitter

Sin embargo, la mayoría de los cambios que se realizan en las botoneras de las redes sociales siempre enfocados al “Me gusta” y a sus variantes. Todo muy amigable, sonrisas, amor, cariño, felicidad… ¿Pero y por qué no hay botones para sacar al ogro que llevamos dentro? Porque no todo en este vida son “bendiciones y buena suerte” como las que reparte Sandro Rey. No, hay días en los que no te aguantas ni tú misma, así que imagínate aguantar todos los días las chorradas de los demás.

Los nuevos botones de Facebook son un pequeño paso para la humanidad.
Los nuevos botones de Facebook son un pequeño paso para la humanidad.

Vale que Facebook está haciendo un esfuerzo con sus nuevos iconitos que permiten hasta decir que «me enoja», pero eso se queda demasiado corto en la mayor parte de las situaciones en las que quieres hacer click sin pensar un comentario hiriente a la par que provocador de trifulcas.

Y en Grazia se nos ocurren unos cuantos ejemplos para incluir por Facebook, Twitter o cualquier red social que trata de ser relevante, aunque no lo consigue:

Necesitamos una ristra mucho más amplia de botones en redes sociales, es un hecho.
Necesitamos una ristra mucho más amplia de botones en redes sociales, es un hecho.

“No he entendido nada”: pensado para aquellos mensajes incomprensibles que, una vez leídos, te dejan la sensación de que la persona no estaba en posesión de todas sus facultades cuando lo escribió, porque no ha conseguido dar un mínimo de coherencia al texto.

“No he entendido nada”.
“No he entendido nada”.

“Tanta información no es necesaria”: todos tenemos un amigo que comparte demasiados detalles sobre sus quehaceres cotidianos en las redes sociales. Es más, hay alguno que ha llegado a contar tanto de su vida que nos podemos hacer una idea de hasta cuál es su horario de visitas al baño.

“Tanta información no es necesaria”.
“Tanta información no es necesaria”.

“He pillado que esto iba a por mí, cobarde”: ¿Quién no ha leído un tuit que a simple vista parecía inocuo, pero que a tus ojos era un insulto o un reproche, y sabías perfectamente que iba dirigido a ti? Pues todos, y alguna vez hemos metido la pata por pecar de desconfiados. Aun así, para estos casos un botón con la cara de Carlos Sobera cabreado levantando la ceja nos vendría bien.

Para el “he pillado que esto iba a por mí, cobarde”, pedimos un icono de Carlos Sobera.
Para el “he pillado que esto iba a por mí, cobarde”, pedimos un icono de Carlos Sobera.

“Vomito”: este es un botón que falta hasta en los emojis del whatsapp. Y es muy necesario, tanto que podría llegar a ser la flamenca del lado oscuro. “Mira a qué cosa más asquerosa le he hecho una foto”. Vomito. “Mira qué guarrada me acaban de hacer hoy en el trabajo”. Vomito. “Mira cómo nos besamos apasionadamente y nos queremos muchísimo”. Vomito. Vomito. Vomito.

“Cabeza de Paulo Coelho”: pensado especialmente para todos aquellos fans de la filosofía barata, para los que suben textos sentidos y desgarrados sobre sus sentimientos más profundos, para los que cuelgan montajes con fotos de puestas de sol, delfines saltarines y bebés metidos en trajes de flores, y para los que intentan practicar una especie de coaching sentimental con frases como “No llores por haber perdido el sol, porque las lágrimas te impedirán ver las estrellas”. Para ellos, ojalá un botón que permitiera dejarles cabecitas de Paulo Coelho en sus mensajes tostoneros.

meme

 

“TÚ ERES GI*******S”: este lo utilizaríamos más con los enemigos que con los amigos, claro. Pero, ¿y a lo a gusto que no quedaríamos marcándolo cuando vemos las tremendas estupideces publicadas por seres de todo tipo y condición?

“TÚ ERES GI*******S”.
“TÚ ERES GI*******S”.

“¿Me lo podrías resumir?”: puede que tus amigos sean las personas más interesantes del mundo. Pero no hay nada que eche más para atrás que un post que requiere de 7 scrolls para ser leído al completo. Y aunque tengas buenas intenciones, a la décima línea solo puedes pensar en un botón que permitiera resumir la parrafada de tu colega en una sinopsis breve y concisa.

“¿A quién hay que pegar?”: porque tus amigos también sufren malas experiencias y lo cuentan en Facebook, no hay mejor manera de demostrar tu cariño y tu solidaridad con ellos que diciendo que, si por ti fuera, te partirías la cara con quien sea para defender el honor de los tuyos. Este botón sería perfecto para demostrar el amor infinito a los tuyos.

“Paso de esta mierda”: o cómo demostrarle a una persona que sus post son un bodrio total. Claro, conciso, sencillo, el emoji de la caca con ojos, pero sin ojos, para que no haya gracia de ningún tipo.

“Paso de esta mierda”.
“Paso de esta mierda”.

“El botón de ligar”: este es un botón especialmente creado en la zona de los DM de Twitter o el chat de Facebook, y cuando lo clickas, aparece tu número de teléfono y una serie de insinuaciones muy directas para pasar de los tonteítos de los “me gusta” a asuntos más serios y sensuales sexuales.

“Tampoco te lo estarás pasando tan bien si te ha dado tiempo a subir tantas fotos y en tan poco tiempo”: definitivamente el botón más largo, pero probablemente el necesario -aunque muchas veces cargado de cierta envidia, tampoco vamos a mentir-. Sobre todo para los findes en los que te has quedado en casa sin plan y tus conocidos empiezan a subir fotos de los fiestones en los que supuestamente se lo están pasando bien. Y decimos supuestamente porque, si la fiesta empezaba a las diez, y son las diez y media y ya hay ocho fotos subidas, tampoco te lo estás pasando en grande, porque estarías más atareado bailando que subiendo fotos. Esto es igualmente aplicable a los álbumes con 800 fotos subidas por tu amigo en su viajecito romántico con la novia a las Maldivas. Actualizar a diario y cada hora levanta sospechas sobre tu aburrimiento, querido. Muchas.

“Tampoco te lo estarás pasando tan bien si te ha dado tiempo a subir tantas fotos y en tan poco tiempo”.
“Tampoco te lo estarás pasando tan bien si te ha dado tiempo a subir tantas fotos y en tan poco tiempo”.

“Tí@, no te rayes”: No necesita explicación.