Llevas semanas intentado que tu feed de Instagram deje de mostrarte imágenes de los ángeles de Victoria’s Secret entrenando como campeonas olímpicas sin que sus inquietantes sonrisas abandonen sus -perfectas- caras. Has soportado varios días de noticias acerca del -maldito- desfile de la firma lencera más famosa del planeta con una mueca congelada en el rostro.

Y pese a haber luchado para que no te afecte ver a esas mujeres de medidas inalcanzables (ojo, porque ahora han cambiado y el tallaje del Olimpo es de 86-61-86) deambular por tus redes sociales, tras haberte tragado todas las fotos del desfile, el hastío existencial se ha instalado en tu mente. Tranquila: en Grazia tenemos la guía definitiva para sobrellevar el show de la belleza extrema sin lágrimas de por medio.

¿El hastío existencial se ha instalado en tu mente? Tranquila, tenemos la solución. © Getty Images
¿El hastío existencial se ha instalado en tu mente? Tranquila, tenemos la solución. © Getty Images
  1. Piensa en lo aburrido que es tomar semillitas de chia

Ellas presumen en sus fotografías –¿quién demonios hace semejantes fotones cenitales a sus desayunos?– de disfrutar sus yogures 0% cargados de semillas de chia, así como otros superalimentos S-U-P-E-R-A-B-U-R-R-I-D-O-S, pero piensa que tú puedes tomarte unos churros con chocolate (¡team Terelu!) sin tener que pasarte la tarde haciendo burpees.

La puedes colocar haciendo formitas pero la chía es S-U-P-E-R-A-B-U-R-R-I-D-A. Eá, ya lo hemos dicho. © Instagram @veganwaht
La puedes colocar haciendo formitas pero la chía es S-U-P-E-R-A-B-U-R-R-I-D-A. Eá, ya lo hemos dicho. © Instagram @veganwaht
  1. Piensa que si no sabes lo que es un burpee, estás salvada

Y si lo sabes, probablemente no lleves meses haciendo cien al día para poder desfilar en ropa interior. Los burpees son la semilla del mal del fitness.

Si no sabes lo que es un burpee, estás salvada. © Victoria's Secret
Si no sabes lo que es un burpee, estás salvada. © Victoria’s Secret
  1. Al menos no tienes que convertirte en la David Bowie de la lencería

Porque solo el cantante (junto con los concursantes de RuPaul) llevan tanta brillantina y tanta lentejuela junta. Para sentirte mejor contigo misma, piensa que son pequeños ponis alados en ropa interior.

Las lentejuelas deberían llegar con un prospecto, como las medicinas, que avisara: "Utilizar con precaución". © Getty Images
Las lentejuelas deberían llegar con un prospecto, como las medicinas, que avisara: «Utilizar con precaución». © Getty Images
  1. La gente no te pregunta lo mismo constantemente

Las modelos de Victoria’s Secret se pasan su existencia respondiendo qué dieta siguen y cómo entrenan. Por mucho que ahora esté de moda presumir de ser una fit girl, alguna sigue empeñada en asegurar que se limita a beber dos litros de agua diarias, comer variado y dormir ocho horas. JA.

Sí Candice, te miramos a ti. No nos vengas con que esa cara viene de dormir ocho horas.
Sí Candice, te miramos a ti. No nos vengas con que esa cara viene de dormir ocho horas.
  1. Tus amigas no te hacen sentir una vaquilla del Grand Prix

¿Te imaginas estar rodeada de Lily Aldridge o de Sara Sampaio todo el día? Los ángeles solo se rodean de ángeles –o de Taylor Swift-, y a su lado, querida, parecerías un pequeño Cupido.

¿Te imaginas ser la amiga que le hace la foto a Lily Donaldson?... ¡Todo el rato! © Cordon Press
¿Te imaginas ser la amiga que le hace la foto a Lily Donaldson?… ¡Todo el rato! © Cordon Press
  1. Puedes ir a una tienda de porcelana y no causar una masacre

¿Acaso crees que es fácil andar con semejantes alas? No solo pesan más que la culpa que ha de sentir Bella Hadid tras ingerir un roscón de reyes (lo sabemos: el postre tradicional de América por antonomasia), sino que son muy incómodas. Al fin y al cabo, el que las únicas alas de tu existencia sean las de tu compresa no es tan triste. Bueno, quizás un poco…

Esto no es cómodo. Se mire por donde se mire. © Getty Images
Esto no es cómodo. Se mire por donde se mire. © Getty Images
  1. Tus batas abrigan de verdad

La mítica batita de seda rosa que llevan en el backstage del desfile (por cierto: puede ser tuya por 170,11 euros. Pido un minuto de silencio para esos innecesarios 0,11 euros) es muy cuqui, pero abrigar, lo que se dice abrigar… No lo hace. Piensa en lo feliz que eres con tu bata de osos polares o con tu albornoz de señora. Funcionalidad, querida, funcionalidad ante todo. Que al día siguiente tienes que ir a la oficina y ellas… coger un jet privado hacia alguna isla paradisiaca.

Gigi y Bella Hadid con dos batas que sirven para todo, menos para abrigar. © Getty Images
Gigi y Bella Hadid con dos batas que sirven para todo, menos para abrigar. © Getty Images

7+1. El extra de la consolación

¿Acaso no te tranquiliza poder ponerte tu sujetador rojo con unas braguitas color carne sin tener que preocuparte porque no casan? A nosotras mogollón.

  • Ahora, vuelve a ver el desfile… pero con otros ojos:

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