Las redes están postureadas, ¿quién las despostureará? De momento, nadie, porque el fenómeno ha llegado a límites insospechados. Que si selfie-morritos, que si selfie-falsamente-recién levantada, que si selfie-mira-que-gastrotrendy-es-lo-que-como; que si frases de toda la vida convertidas en trending topic; que si consejos manidos; que si… Pero ojo: ¿estamos ante un nuevo fenómeno o esto viene de lejos?

¿Eres culpable de #postureo? 04
Pista: que el rey –el de antes, o el de a la vez, no sabemos bien si lo sigue siendo Juan Carlos I es “campechano” lo hemos oído toda la vida. ¿Eso acaso no es postureo monárquico? ¿No posturea de siempre tu madre cuando llega al sofá y dice: “Es la primera vez que me siento en todo el día”, cuando sabes que eso es imposible? Más: antes, cuando no había móviles, a una amiga despechada porque la dejaba el novio le decías: “Tía, estoy a muerte contigo”. Ahora se lo dices en privado pero, públicamente, subes una foto en la discoteca de moda, sonriendo como si no os quedara cara para cubrir con los dientes, y escribes: “Forever!”. Pues eso: nada está inventado.

La portada del libro, a la venta el próximo 11 de noviembre.
La portada del libro, a la venta el próximo 11 de noviembre. ©Postureo

Y llegó el libro

A partir de la multiplicación exponencial del postureo, la valenciana Paula Sancho se decidió, junto a un amigo, a crear a finales de 2011 una página de Facebook y otra de Twitter para reírse ellos mismos de estas cosas de las que todos somos protagonistas. “Frases que pensábamos que solo entendíamos nosotros resulta que gustaban a muchísima gente y comenzamos a tener mucho éxito, con unos 164.000 seguidores por Facebook y un montón de seguidores en Twitter”, comenta. La gente comenzó a mandar frases, a participar…

© #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)
© #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)

…y llegó el libro. Las editoriales tienen cada vez más ojos espía en las redes, y un día Paula recibió la llamada de alguien de Planeta: “Les gustaba este humor canalla. Me preguntaron qué tipo de libro podría funcionar y les dije que las frases debían ir acompañadas de una ilustración. Y así fue”. El libro, con dibujos de Elena Éper, se lanza ya de ya –el 11 de noviembre– bajo un título cristalino: #Postureo. La almohadilla es una declaración de intenciones, ya que esa búsqueda en Twitter, por ejemplo, da como resultado miles y miles de tuits.

 

© #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)
© #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)

Y como el postureo es presumir, presunción, visibilidad y, en ocasiones, falsa humildad y envidia pura –entre otras cosas–, el libro cuenta con 24 categorías para que no quede nadie libre de su ejercicio: de pareja, de madres, de amigas, de tribus urbanas, de tatuajes, de festivales, veraniego, navideño… Algunos ejemplos:

  • Nosotros no celebramos San Valentín, nos queremos todo el año.
  • Necesito saber si te echo de menos.
  • Para mí, el novio de una amiga es sagrado.
  • Decir “no tengo pasta” cuando no te apetece nada el plan.
  • Colocar el gato encima de los apuntes y publicar: “Así no se puede estudiar” (entre los que trabajan en casa, el gato se coloca rondando el portátil y, si pesa poco, sobre él).
  • Hacer #FiestaIbicenca en cualquier secarral de Cuenca.
  • El que pregunta por las ginebras que tiene un bar, cuando viene de hacer botellón de calimocho.
  • Llevar la camiseta de Los Ramones. Incluso decir que “una vez los vi en las fiestas de mi pueblo

Y suma y sigue…

Postureo de pareja  © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)
Postureo de pareja © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)

¿Los preferidos de la autora?

Paula Sancho tiene claro cuáles le gustan más o menos, aunque aclara: “No odio ningún postureo porque en realidad son todo puro humor, no hay que cabrearse con ninguno, ni porque digan que lo que haces es postureo”. Sus hits: “No me gustan las típicas blogueras, las Instagram Stars, que publican una foto del donut rosita súper calórico que se van a comer, aunque están delgadas y aunque tú sabes que no se lo van a llevar a la boca. Además, si se lo dices, se enfadan…”.

Otro: “Yo he trabajado de relaciones públicas para un local y es muy llamativo cuando la gente te rechaza el flyer argumentando que ‘ya están en lista’ porque se creen VIPS del descuento. Lo que no saben es que estar en lista y el flyer les va a servir para lo mismo”.

 

Postureo de amigas.  © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)
Postureo de amigas. © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)

¿Y el postureo famosil? Paula se moja: “Paula Echavarría y David Bustamante son postureo puro. Luego, aunque en otro nivel por ser más joven, está Chabelita Pantoja, aunque yo prefiero a su amiguísimo Sema. Alaska y Mario no son postureo, ellos son así, pero sí me da la impresión de que los que les rodean sí lo son”.

El libro termina con un glosario para aquellos que quieran saber exactamente qué significan cosas como vintage, tie dye, street style, hipster o selfie, “que lo inventaron las chonis y los canis cuando se hacían fotos para mostrar cuerpo con la toalla después de la ducha. Pero se le empezó a llamar selfie y ya es moderno”.

 

Postureo en redes sociales  © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)
Postureo en redes sociales © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)

Un apunte más: también existe el antipostureo, al que Paula dedica el último capítulo del libro: “Esos momentos en los que tú, reina del postureo, sabes que si subieran una foto en la situación en la que te encuentras en ese momento, tus fans te abandonarían” como una colilla. Otro antipostureo, este impuesto: el doble check azul de Whatsapp: “Ya no puedes decir que no viste el mensaje de la persona”.

Y tú, ¿qué #postureo prefieres? (= postureo mediático. No hemos podido evitarlo).

 

Postureo eco  © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)
Postureo eco © #Postureo, por Paula Sancho (ilustraciones de Elena Éper)